SABADO 5 DE AGOSTO DE 2000
Ť Urge una reforma fiscal integral, asegura
El sistema financiero vulnera la economía, advierte Delgado
Ť La macroeconomía, el gran activo de la actual administración
Miriam Posada García/ II y última Ť Uno de los elementos más vulnerables de la economía mexicana es su sistema financiero, aderezado con los problemas bancarios y el sacrificio de créditos en el que incurre el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y el "engendro" que representa este organismo, así como la urgencia de una reforma fiscal integral, advirtió el economista Orlando Delgado.
Mientras que al cierre de este sexenio, dijo, el gran activo es la situación macroeconómica que permite que las condiciones sean manejables este año, aunque nada puede asegurar que sea igual el año próximo debido a la anunciada desaceleración de la economía estadunidense y el elevado nivel de integración de la economía mexicana a aquélla.
Una de las grandes tareas del presidente electo, Vicente Fox, es valorar la estructura del sistema financiero que recibe y en el que encontrará un inequitativo aparato tributario, un negocio bancario diferente, con una tendencia cada vez mayor a las fusiones, con una altísima participación extranjera y en el que no habrá reactivación del crédito.
Acerca de la reforma fiscal, Delgado precisó que ésta es urgente para que el gobierno pueda contar con una recaudación más alta, ya que la actual se compara incluso con la de países como Turquía, que se encuentran por debajo de 11 por ciento, mientras que en Europa se ubica en 26 por ciento.
"Los mexicanos tienen que pagar lo que deben, dejar de evadir y para lograrlo se necesitaba un cambio de gobierno como el que se produjo el 2 de julio. Pero ahora se requiere una verdadera cruzada para que todos paguen impuestos, ya que los únicos causantes cautivos son los empleados, a quienes se les hacen los descuentos de manera automática, y en cambio los empresarios pagan una nimiedad con la ayuda de un contador hábil".
Esto será posible en la medida que se haga un gran pacto nacional en el que gobierno y causantes estén concientes de que darle al Estado capacidad de acción es darle más dinero, pero no quitándoselo a los pobres, mientras hay mucha gente rica que no paga impuestos, por lo que será necesario que se rompan los conglomerados y cada empresa se grave de manera independiente.
"Todo esto se había propuesto en las misceláneas fiscales, pero no se había podido realizar porque no se trataba de gobiernos legítimos, en cambio hoy Vicente Fox tiene la obligación de pegarle primero a los grandes causantes y luego a los pobres, pero no con impuestos a los alimentos y medicinas porque un sistema tributario para ser correcto debe tener equidad y progresividad: a los que más tienen hay que cobrarles más y no hay vuelta de hoja".
Sistema bancario
Fox encontrará un sistema bancario completamente diferente al que recibió Ernesto Zedillo en 1994, cuando había cuatro bancos intervenidos. Hoy en día el fenómeno es que de los 18 bancos privatizados sólo quedan dos sin participación extranjera, Banamex y Banorte, mientras que el capital extranjero domina 40 por ciento del sistema y si se consideran las participaciones menores entonces éste es de 65 por ciento.
El negocio bancario, enfatizó Delgado, ha cambiado en México y en el mundo entero. Los créditos dejaron de ser los mayores productores de utilidad y ahora es más importante para los banqueros la prestación de servicios.
México debe tener una banca de inversión más fuerte en el que las casas de bolsa funcionen como agentes colocadores, además de prepararse a vivir una etapa de grandes fusiones bancarias, e incluso la continuidad en la compra de bancos por parte de extranjeros.
El engendro del IPAB
Orlando Delgado enfatizó que uno de los mayores monstruos surgidos del caos bancario fue el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), cuya meta de recuperación para este año era de 20 mil millones de pesos, a los cuales se le sumarían 35 mil millones más de recursos presupuestales, sólo para pagar la tasa real de los intereses que genera la deuda.
El problema de fondo es el propio funcionamiento del IPAB, que es un "engendro maravilloso" en el que los activos que está vendiendo se subvalúan hasta en dos terceras partes de tal forma que se castiga las dos terceras partes de los créditos.
Delgado urgió su restructuración porque no puede continuar operando en esas condiciones, pero al mismo tiempo tendrá que reordenar la integración de la junta de gobierno, en donde los consejeros y el secretario ejecutivo tengan las mismas responsabilidades, toda vez que uno de los grandes problemas que enfrentó Vicente Corta fue que era el responsble de un organismo en el que no mandaba.
"Si el IPAB no se restructura en su forma de operación nadie en su sano juicio va a aceptar tomar el cargo, y mucho menos cuando las tareas que tiene enfrente son tan graves como terminar con el asunto del Banco del Atlántico, un caso verdaderamente majestuoso como el de Bancrecer y cerrar el asunto de Inverlat, en donde tiene que ir a recoger una gran cantidad de mugre porque se estima que las pérdidas podrían ser superiores a las de Serfin".