SABADO 5 DE AGOSTO DE 2000
Ť Reprochan ausencia de cetemistas en puestos clave
Asegura Sauri que el PRI no se arreglará con Fox en lo oscurito
Ť Defenderán conquistas obreras Ť Piden participación incluyente
Elizabeth Velasco y Enrique Méndez Ť El sector obrero del Partido Revolucionario Institucional (PRI) reprochó ayer a la dirigencia haberlo "desechado de todos los órganos de gobierno del partido" en las últimas décadas.
"En alguna ocasión, una sola vez, fue Juan S. Millán secretario general del PRI, y ahora lo que reclaman mis compañeros es que en el ámbito nacional, ahí, es donde queremos trabajar y actuar para recuperar la fuerza del partido", dijo Leonardo Rodríguez Alcaine, en el marco de la Asamblea Nacional del Consejo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
A Dulce María Sauri expresó que no se tiene que ir sino hasta que entregue "buenas cuentas" y permita al sector obrero participar en los órganos de decisión, aunque deslizó: "Estarás en la dirigencia por lo menos de aquí al último de noviembre", y le pidió seguir "con los pantalones bien puestos, como los tienen las mujeres, y sean capaces de ponernos el ejemplo".
Al entregar la propuesta de la CTM al Grupo de Reflexión para la Gobernabilidad del PRI, en la sede cetemista de Vallarta 8, la dirigencia obrera planteó que debe superarse la "inercia" que ha "corroído" al partido, y superar "arrogancias, burocracia, centralismo y corruptelas" que lo llevaron a la derrota. Dijo que el PRI deberá encontrar "fórmulas de financiamiento" para poder cubrir sus necesidades y actividades, y reiniciar la formación de sus cuadros.
En el texto de la propuesta obrera, leído por Netzahualcóyotl de la Vega, vocero cetemista, también reclaman que la dirigencia del tricolor haya "estado integrada por personas ajenas al sector obrero".
Ante los ex dirigentes nacionales del tricolor, Mariano Palacios Alcocer, Gustavo Carvajal Moreno, Adolfo Lugo Verduzco, Rafael Rodríguez Barrera y Pedro Ojeda Paullada, la dirigencia cetemista confió en que a partir de ahora el sector obrero pueda tener una mayor participación en la toma de decisiones partidistas.
Pero "una participación real, no meramente simbólica, sino incluyente, sin limitaciones, en todos los actos, tareas y niveles de gobierno del partido. Si la restructuración se plantea en esos términos, seguramente que se conformará, ahora sí, un nuevo PRI", dijo De la Vega.
En el documento se vuelve a confirmar la militancia partidista de esa central, "siempre lealmente, sin desviaciones". No obstante, se advierte que es necesario que no se abdique en la defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores.
En el texto, muy parecido al que Rodríguez Alcaine entregó al presidente electo, Vicente Fox, los cetemistas reiteran las viejas demandas que ahora sí, dijeron, el PRI debe abanderar:
Preservación del artículo 123 constitucional y de la Ley Federal del Trabajo en vigor; una justicia laboral pronta y expedita; la permanencia de la estructura tripartita en los tribunales del trabajo, seguro social, Infonavit, en el reparto de las utilidades; fortalecimiento del poder adquisitivo del salario y el establecimiento de un salario mínimo en todo el país; defensa de la contratación colectiva, de la huelga y la autonomía sindical, así como la definición de una nueva política de vivienda.
Poco después vendría la instrucción de Sauri al Grupo de Reflexión de incluir en la toma de decisiones partidistas al sector obrero y defender sus demandas más sentidas en el Congreso de la Unión.
Regaño a los cetemistas
Antes de que la dirigencia cetemista entregara sus propuestas al partido, Rodríguez Alcaine se reunió poco más de dos horas con los líderes de los sindicatos nacionales, de las federaciones y su comité ejecutivo nacional en pleno.
Aunque la reunión fue privada, trascendió que el dirigente de la Federación de Nuevo León pidió a su dirigente "no acudir ante los cuates de Fox para solicitar un reunión con el presidente electo". Según la versión de algunos cetemistas, el líder le señaló a Rodríguez Alcaine que la "CTM tiene toda la fuerza y su dirigente el apoyo correspondiente para haber solicitado una entrevista por la vía y los canales institucionales".
Trascendió también que Rodríguez "regañó" a los miembros de las federaciones y sindicatos y los llamó "flojos" -hizo lo mismo durante su discurso ante Sauri y los ex presidentes del PRI- por no haber sido capaces de lograr el triunfo el 2 de julio pasado, particularmente en Puebla, México y otras entidades donde esa central puso en marcha su programa Engrane, mediante el cual se buscó convencer a los trabajadores de votar por el partido oficial.