SABADO 5 DE AGOSTO DE 2000
Ť Provida pide homologar normatividad para castigar a quienes incurran en ello
Interrumpir el embarazo, acto ilícito: jerarcas católicos
Alma E. Muñoz Ť El aborto, aun cuando el embarazo sea producto de una violación, es un acto ilícito, señalaron jerarcas de la Iglesia católica, quienes rechazaron la posibilidad de que en cualquier circunstancia -excepto cuando la vida de una mujer preñada corra peligro- se acepte la muerte del embrión.
Por su parte, el presidente de Provida, Jorge Serrano Limón, pidió que se homologuen las legislaciones estatales para modificar los códigos penales y castigar a quienes se practiquen un aborto, incluso después de una violación, como se aprobó el jueves en el Congreso de Guanajuato.
Abelardo Alvarado, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), calificó al aborto como "un crimen por impedir el proceso de fecundación" y dijo que los obispos "vemos con preocupación que se intenta presionar en contra de la vida y el desarrollo humano, pero nosotros siempre trataremos de evitar que se legalice el aborto y votaremos a favor de la vida".
El obispo señaló que la Iglesia mantendrá su línea evangélica. "No basta legislar en contra del aborto, sino que hace falta educación e información, porque no se trata simplemente de decir que se atenta contra los derechos de la mujer. Ellas deben estar informadas y tener una formación moral para que entiendan las consecuencias de un legrado y de cómo esta acción atenta contra la naturaleza humana".
A su vez, vía telefónica desde Roma, Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para los Agentes de Salud, categórico afirmó: "no acepto el aborto bajo ninguna circunstancia".
-ƑNi cuando se trate de violación? En Guanajuato, entidad que fue gobernada por el presidente electo de México, Vicente Fox Quesada, se aprobó encarcelar a las mujeres violadas que se practiquen un aborto.
-Para hablar de ese punto en concreto necesito conocer los cambios a la ley, pero el aborto no lo acepto para nada.
Mientras tanto, el arzobispo emérito de Chihuahua, Adalberto Martínez, puntualizó: "el aborto siempre es antinatal y la Iglesia nunca lo va a aceptar porque estaría traicionando sus propios principios. Sólo se acepta cuando se pone en riesgo la vida de la mamá y se opta por perder al niño y salvar a la mujer".
Dentro de la CEM, los obispos proclaman la dignidad de la existencia humana desde su concepción hasta la muerte natural y para ellos "no existen razones que justifiquen la intención de manipular o interrumpir los procesos naturales de la vida establecidos por Dios desde el principio de la creación".
Jorge Serrano Limón, dirigente de Provida, consideró por su parte "congruentes" con la ley las modificaciones hechas al Código Penal de Guanajuato. "Es una medida adecuada y a los aborteros se les debe condenar por homicidio calificado con alevosía y ventaja. Y si la mujer es víctima, la ley debe protegerla, así como a su bebé".