Ť José Cueli Ť
Los piratas atacan de nuevo
Ddía con día el mundo de la cibernética es noticia mundial por una u otra causa, pues a un ritmo vertiginoso se reporta el crecimiento en las modalidades de uso de la ''red". Sin embargo esta ''enorme telaraña" cibernética tiene, también, serias vulnerabilidades.
En días pasados saltó a la luz una noticia al respecto. Una página web denominada Napster fue acusada legalmente por una importante casa discográfica estadunidense debido a un asunto de piratería.
Napster resulta ser un servidor musical gratuito en Internet y fue acusada por difundir en la red materiales musicales de manera gratuita, asunto que a decir de la compañía discográfica afectaba sus intereses y ganancias.
Napster. com es un servidor que conecta bilateralmente y descarga en forma gratuita archivos musicales por lo que fue acusada de haber hecho perder 300 millones de dólares a la discográfica y de violar las leyes del derecho de autor.
De emprender una batalla legal estas dos compañías tendrían mucho que perder y, al parecer, lo más favorable para ambas sería llegar a un acuerdo satisfactorio.
El asunto llegó a la Asociación Discográfica de América (RIAA), que consiguió que se recomendara el cierre de dicho servidor bajo la acusación de piratería, decisión que fue detenida a último momento por el tribunal de apelaciones. Lo grave del problema radica en que, de acuerdo con los analistas del sector, se piensa que tarde o temprano las discográficas se verán precisadas a negociar con Napster.
El affaire tiene sus bemoles y también sus sostenidos, pues lo relatado parece apuntar tan sólo a una pequeña hebra de una inmensa madeja que está resultando ser la ''famosa red" en la que juegan atrapados y atrapadores, es decir, tal parece que los piratas atacan de nuevo y además están dispuestos a imponer su ley.
Pareciera que la ''telaraña cibernética" está dispuesta a apretar a todos entre sus redes. Las circunstancias nos han desbordado y las consecuencias son imprevisibles.
¿Será que los humanos nos quedamos sin voz y no somos capaces de erigirnos para defender nuestros derechos? ¿Será que nos resignamos a tener como única compañía a un ''equipo cibernético amigable"?
Hoy por hoy las ''máquinas" nos ''mapean", nos diagnostican, nos clasifican, nos archivan, nos incluyen o nos excluyen, nos usan o nos desechan, o bien, amenazan con borrarnos.
Tal parece que la tiranía y el sometimiento a leyes despóticas han cambiado de ejecutores. Ahora en lugar de líderes y dictadores sádicos, nos someterán unas ''presencias-ausencias misteriosas" incorpóreas y sin voz, que ejercerán su tiránico control mediante hilos invisibles de efecto siniestro.
La realidad parece superar a la ficción, y la ambición parece tergiversar los destinos de la creatividad humana. Mientras la ''telaraña cibernética" amenaza con convertirse en ''la isla de los piratas". ¡Sálvese quien pueda!