VIERNES 4 DE AGOSTO DE 2000

Ť Anuncia Sudáfrica su apoyo a la proclamación del Estado palestino 


Falla intento para que Egipto convenza a la ANP

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Alejandría, Egipto, 3 de agosto Ť El primer ministro israelí, Ehud Barak, se reunió este jueves con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en lo que fue un fallido intento por conseguir que el gobierno de El Cairo ayude a convencer a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), para que suavice sus posturas y firme un acuerdo de paz con Tel Aviv.

Sin embargo, el canciller egipcio, Amr Moussa, aseguró que "no es nuestro deber presionar" al presidente palestino, Yasser Arafat, para que haga concesiones sobre la ciudad de Jerusalén.

Barak aseguró que la reunión con Mubarak fue cordial y productiva, y el mandatario egipcio sostuvo a su vez que para solucionar el largo conflicto israelí-palestino es necesario que las dos partes muestren mayor flexibilidad, y no sólo la ANP.

PALESTINA-22Arafat, por su lado, reafirmó hoy en Sudáfrica su intención de declarar unilateralmente el Estado palestino independiente el próximo 13 de septiembre.

El presidente sudafricano, Thabo Mbeki, afirmó por su parte que apoyará tal iniciativa unilateral, sumándose así al apoyo manifestado por Jordania y Sudán.

Según un alto funcionario israelí que acompañó a Barak en su viaje a Alejandría, el gobernante israelí tenía la esperanza de que Mubarak encabece una iniciativa árabe que contribuyera a suavizar la postura de la ANP sobre Jerusalén.

Esta reunión estaba programada para hace 10 días, justo después de que fracasó la cumbre tripartita en Campo David.

Sin embargo, Barak debió posponerla para ocuparse de la crisis política que estalló cuando tres partidos de su coalición desertaron del gobierno para apoyar iniciativas de la oposición derechista que buscan llamar a elecciones legislativas anticipadas, al acusar al primer ministro de ofrecer demasiadas concesiones a los palestinos.

El presidente Arafat, mientras tanto, realizó una gira por los países árabes para asegurarse su apoyo para la futura proclamación del Estado palestino.

Durante la víspera, el canciller Moussa acusó a Washington de presentar ante el mundo a los palestinos como los responsables del fracaso de la reunión cumbre de Campo David, y a los israelíes como los únicos dispuestos a hacer concesiones.

Según los analistas políticos, si bien es cierto que Barak es el primer gobernante israelí dispuesto a negociar lo referente a  Jerusalén, al grado de hacer peligrar su propio gobierno, también lo es que sus ofertas distaban mucho de ajustarse a lo estipulado en las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas sobre los territorios autónomos palestinos.

Barak ofreció a la ANP control, mas no soberanía, sobre el sector árabe de Jerusalén, así como repatriar a unos 60 mil de los cerca de 3 millones de refugiados palestinos, y dar fuertes donativos a organizaciones humanitarias para garantizar buenas condiciones de vida en los campamentos de los desplazados, a condición de que el gobierno palestino nunca más volviera a hacer reclamos en este sentido.