VIERNES 4 DE AGOSTO DE 2000

Ť Los gobiernos olvidan esta industria: Cameintram


El transporte marítimo de altura y cabotaje, en manos extranjeras

Víctor Cardoso Ť El transporte marítimo de altura (internacional) como industria nacional, para México ya es historia. Durante 1999 sólo una embarcación con bandera mexicana navegó aguas internacionales con mercancías de comercio exterior; el 99.99 por ciento de la carga transportada por mar fue realizado por navieras extranjeras con un alto costo para el país por el pago de fletes, según el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram), Carlos Sánchez Schutz.

Además, dijo, el transporte de cabotaje (entre puertos nacionales) reservado constitucionalmente para mexicanos es una actividad en la que las empresas nacionales son desplazadas cada vez más por navieras del exterior. Esa actividad, señaló, es realizada en casi 65 por ciento por operadores extranjeros en una competencia desleal para los locales.

Para el líder de los armadores la industria naviera ha sido olvidada por las administraciones gubernamentales, que en lugar de aplicar políticas de protección y fomento como se hace en otros países han abierto el mercado nacional a la participación extranjera con altos costos económicos.

Sin exponer cifras concretas, Sánchez Schutz hizo notar que sólo durante 1999 el valor del comercio exterior del país llegó a 250 mil millones de dólares, y según las autoridades el 85 por ciento de las mercancías se movilizó por la vía marítima. Para ese año cerca de 7 mil embarcaciones tocaron puertos mexicanos y de ellas sólo una tenía bandera mexicana.

Mencionó que es urgente una política de fomento y estímulos a los navieros nacionales similar a las que los principales socios comerciales del país aplican a su flota, podrá revertirse la tendencia y propiciar las condiciones para competir equitativamente con el exterior.

Se quejó de que las administraciones federales de los últimos 18 años "nos han olvidado'', y no toman en cuenta que entre los beneficios de estructurar una política de transporte marítimo estaría la creación de empleos, tanto en tripulaciones como en la industria de la construcción y reparación naval, disminución del déficit de la balanza de pagos, entre otras ventajas.