VIERNES 4 DE AGOSTO DE 2000
Ť Astillero Ť
Ť Julio Hernández López Ť
Tiene una clara intención política el hecho de que Francisco Labastida haya ido ayer a visitar a Cuauhtémoc Cárdenas antes de reunirse, como lo hará hoy, con Vicente Fox.
Compañeros obligados de viaje por el desierto, el priísta y el perredista tienen hoy más camino por recorrer juntos del que les hubiera destinado un hipotético triunfo del sinaloense el pasado 2 de julio, en medio de las previsibles recriminaciones foxistas de haberse aliado malévolamente para impedir el acceso de la derecha al poder.
Destinos paralelos
Cárdenas y Labastida mantienen en su poder los restos más importantes del naufragio del pasado 2 de julio. Impugnados por corrientes que pretenden relevarlos para instalar nuevos liderazgos, el michoacano y el sinaloense son, al mismo tiempo, los poseedores del capital más estable de sus partidos en virtual bancarrota. A Cárdenas le aguijonean quienes creen llegada la hora de su jubilación, o de su confinamiento en el armario de los héroes de guerra desempolvables de vez en cuando para llevarlos con sentido emblemático al frente de las batallas estratégicas. A Labastida le reclaman su falta de energía para hacerse a cualquier costo de una victoria que no le habían asignado las urnas, y se le quiere convertir justamente en el ejemplo perseguible, desechable, del priísmo light que detestan las corrientes más aguerridas que son, al mismo tiempo, las más permeadas por la corrupción, la demagogia y la adulteración de resultados electorales.
Ambos son, con todos sus defectos y virtudes, aliados necesarios para el turbulento futuro de cuando menos seis años que un día sí y otro también anuncian Fox y sus voceros, empeñados en convertir a la nación en una gran empresa, y a los ciudadanos en clientes que valen según lo que produzcan o lo que posean.
Convergencias de elite y de base
Visitar a Cárdenas en la casa familiar de Andes, en la ciudad de México, como lo hizo ayer Labastida, es un gesto evidente de que hay más puntos de coincidencia entre priístas y perredistas que entre cualquiera de estos y el foxismo. Un gesto que, por lo demás, ni siquiera ha esperado a que se den hechos protocolarios de cúpula como los de anoche, sino que ya se están manifestando en diversos puntos del país donde, de manera natural, se ha dado la convergencia entre priístas y perredistas frente al adversario común que es la derecha gerencial.
Primero los pobres
Otra muestra clara de confrontación ideológica y política se está dando desde ahora en la capital del país, donde ayer Andrés Manuel López Obrador reapareció con el anuncio de 40 medidas que tomará cuando gobierne la ciudad de México y que, en esencia, privilegian la austeridad y la honestidad republicanas sobre el boato ejecutivo, y que reiteran el compromiso de campaña de atender a los pobres mediante ahorros en rubros donde durante años hubo despilfarros y corruptelas de toda índole y que comenzaron a ser puestas en jaque por el ingeniero Cárdenas.
El proyecto de gobierno de López Obrador contrasta de manera evidente con el conocido estilo zigzagueante del foxismo, que de palabra combate a ladrones y prevaricadores, pero que en el fondo convive con ellos, los promueve, los premia e incluso los invita a viajes de exhibición para que sigan haciendo negocios como antes, como siempre, en la colusión de los poderes político y económico.
López Obrador no tiene empresarios que le hubieran prestado aviones para sus giras, ni financiadores secretos que hubieran puesto parte de sus fortunas al servicio de las necesidades políticas y electorales, ni amigos que le hayan facilitado casas u oficinas lujosas. Por ello, en un proyecto como el del tabasqueño hay espacio natural para poner en primer lugar a los pobres, no sólo en el discurso, sino también en hechos como los anunciados ayer.
El voto hispano
De una manera muy peculiar ha sido puesto también en el centro del interés político el destino de los pobres. George W. Bush fue investido ayer como nuevo candidato con botas, éste con la intención de gobernar Estados Unidos. El aspirante republicano ha demostrado sin dobleces su intención de ganar el voto hispano, pero no sólo el de origen cubano, que ha ido consolidando fuerza política sobre todo en Florida, sino en especial el mexicano, sabido como es que un alto número de nuestros hermanos viven en aquellas latitudes, no todos con derecho a voto pero sí con una presencia y una influencia crecientes.
Anoche, en Filadelfia, al cierre de la convención de republicanos que confirmó la candidatura de Bush, hubo discursos en español, parciales como el de un sobrino del aspirante, y completos como el del asambleísta californiano Abel Maldonado. Por si fuera necesaria una muestra más de ese interés por el voto mexicano, Vicente Fernández fue uno de los artistas invitados a participar en las fiestas del gobernador texano.
Las cuitas de Slim
A quien en estos momentos no le llegan buenas noticias de Estados Unidos es a Carlos Slim, el hombre más rico de México y de Latinoamérica, que sigue en controversia con empresas telefónicas de capital estadunidense dominante y con maniobras políticas hechas en aquel país que buscan aminorar las ventajas o la supremacía que tiene sobre sus competidoras trasnacionales.
Fox y sus amigos
Slim habló ayer con reporteros. Entre otras cosas abordó lo que en los corrillos se asegura y que en esta columna se ha dicho en fechas anteriores: tras la beligerancia de sus adversarios está la sensación que han adquirido de que el triunfo foxista les ha allegado nuevas fuerzas y mejores condiciones. Ayer, Slim negó que tuviera un pleito personal con Roberto Hernández, el dueño de Banamex que es viejo amigo de Fox y que le ha prestado estancias superexclusivas para descansar y oficinas de superlujo para despachar. No tiene desperdicio una frase del dueño de Telmex: "Un presidente es presidente las 24 horas, y no tiene amigos; tiene obligaciones y responsabilidades; tiene una responsabilidad tan grande que no puede darse el gusto de actuar por amistades". Te lo digo, reportero, para que lo entiendan, Vicente y Roberto.
Astillas: ƑA quién trató de engañar Jesús Murillo Karam con sus actos de prestidigitador amateur? Sigue encaramado en la tal secretaría técnica del Consejo Político Nacional del PRI, trabajando en el proyecto que le han encargado, de crear las condiciones para ayudar a imponer a quien le digan como nuevo presidente del PRI. Cuando termine de hacer esa tarea ingrata, dejará lo que en estricto sentido nunca ha tenido, la tal secretaría técnica, para abrir paso a un nuevo operador que se haga el heredero de cosas que él no hizo. Luego se preguntan por qué perdieron la Presidencia... Tantos asuntos secundarios, intrascendentes, han desplazado del centro de la atención nacional el tema que más pasión despertaba: Ƒse casan o no se casan?... Algunos jefes católicos mexicanos ya están listos para impulsar la idea de que el cardenal Posadas sea elevado a los altares, como mártir que suponen fue al ser asesinado de manera hasta ahora no esclarecida. Alientan tales ánimos justicieros, pues desde ahora se podrán ir apilando las pruebas a favor de, por ejemplo, otro prelado ejemplar, como Onésimo Cepeda, quien ha sufrido la incomprensión de quienes no entienden que puede ser amigo de Labastida y correr a felicitarlo por ser candidato, y también amigo de Fox y correr a felicitarlo por ser presidente, y también amigo de quien sea necesario correr para, al fin, alcanzar la tierra prometida...Que sí van, que no van, que la lista de empresarios invitados a Sudamérica se está afinando y que tantantín tantantán. Lo único cierto es que, en el futuro, dicen las voces oficiales de Fox, ya no se invitará a empresarios en lo individual, sino a las agrupaciones institucionales que correrán con la responsabilidad de designar a quien quieran que acompañe al presidente en sus giras internacionales. Al menos, eso anuncian.