JUEVES 3 DE AGOSTO DE 2000

Ť Hermetismo del gobierno y la justicia de Chile sobre el veredicto


Versiones de que la Corte Suprema aprobó el desafuero de Pinochet

Ť Algún juez podría cambiar su decisión, advierten Ť Rechaza el PS el silencio del máximo tribunal

Enrique Gutiérrez, corresponsal, y agencias, Santiago, 2 de agosto Ť La Corte Suprema de Justicia de Chile y el gobierno del presidente Ricardo Lagos se mantenían hoy en silencio respecto del veredicto del máximo tribunal sobre el desafuero de Augusto Pinochet, cuya difusión fue aplazada, pero cada vez son más insistentes las versiones sobre la pérdida de la inmunidad legislativa del ex dictador, quien entonces quedaría en condiciones de ser juzgado.

El presidente del máximo tribunal, Hernán Alvarez, se limitó hoy a decir que el fallo será dado a conocer "a más tardar" el próximo martes, y se negó a confirmar las versiones que indican que ya hubo decisión, y que se admitió el desafuero por 11 votos contra nueve.

Alvarez precisó que su voto se encontraba listo, y que el resto de los magistrados se encuentran todavía redactando sus argumentos en el dictamen, tras una discusión que se llevó a cabo "con bastante raciocinio y cuestionamientos".

El gobierno, por su parte, calificó a través de su vocero Claudio Huepe de "normal" la decisión de la Corte Suprema de mantener en reserva el fallo hasta que todos los magistrados lo hayan firmado, y agregó que "mientras esto no suceda, no hay que aventurar resultados".

Algunas versiones de la prensa chilena sostienen que los magistrados del máximo tribunal quieren redactar cuidosamente la sentencia, por la trascendencia que tiene para las instituciones del país, y desean que quede claro que el caso Pinochet no fue resuelto por consideraciones políticas.

De confirmarse las cada vez más insistentes versiones sobre el desafuero, quedaría en condiciones de ser enjuiciado por el juez Juan Guzmán Tapia, quien lleva 150 querellas contra el ex dictador por los más de 3 mil muertos y desaparecidos que dejaron sus 16 años y medio de régimen castrense.

Pero fuentes judiciales han advertido que todavía existe la posibilidad de que algún magistrado cambie de opinión, antes de que se firme la resolución oficial.

El presidente del Partido Socialista, senador Ricardo Núñez, afirmó por su parte que "no es bueno" que el Poder Judicial mantenga la "incertidumbre" respecto del caso.

Sobre la reunión que iban a sostener hoy los comandantes en jefe de las fuerzas armadas y carabineros con Pinochet para manifestarle su solidaridad, pero que fue suspendida a última hora, dijo que habría "sido un encuentro desafortunado", pues las instituciones armadas deben garantizar la tranquilidad del país, y no aparecer "amparando estos casos".

A su vez, el abogado querellante Hugo Gutiérrez dijo que el silencio del máximo tribunal chileno "crea una tensión innecesaria", mientras que desde Madrid los abogados que dirigieron la acusación contra Pinochet en España manifestaron su desconfianza sobre las garantías judiciales chilenas para procesar al ex dictador si se concreta su desafuero.

Entre tanto, mientras se aguarda el fallo sobre Pinochet, el gobierno del presidente socialista Ricardo Lagos recibió este miércoles los primeros datos sobre el destino de los desaparecidos bajo la dictadura.

Enrique Vilches, pastor y presidente de la Corporación Metodista Pentecostal, entregó en una oficina de recepción del palacio presidencial La Moneda informaciones sobre unas 780 personas detenidas desaparecidas, recogidas por su iglesia en distintos puntos del país sudamericano de manos de ex funcionarios de las fuerzas armadas, especialmente de la fuerza aérea chilena.

Vilches anticipó, sin embargo, que según sus informantes cerca de 60 por ciento de los cuerpos no se encontrarán jamás, porque muchos disidentes asesinados fueron arrojados al mar y a cráteres de volcanes. chile-pag20

La recolección de datos sobre el destino de los desaparecidos fue uno de los acuerdos de la llamada "mesa de diálogo", según el cual miembros de las iglesias católica, evangélica y judía recolectarán la información guardando el secreto de la fuente.