MIERCOLES 2 DE AGOSTO DE 2000

Ť La decisión, basada en resultados de pruebas de ADN en cabellos de la víctima


Exoneran a 2 mexicanos condenados a la pena capital en Oklahoma, EU

Ť Los acusados de violación y asesinato aún en prisión, a la espera de que los deporten a su país

Notimex, Washington, 1o. de agosto Ť Dos mexicanos condenados a la pena de muerte fueron exonerados hoy, al haber fallado las pruebas elaboradas para corroborar la evidencia que sirvió para acusar a los reos de violación y asesinato.

La juez federal de distrito de Oklahoma, Ruby J. Cauthron, dictó este martes la exoneración de José Crecencio Vargas Martínez y Carlos Quintanilla López a solicitud de la fiscalía. Esta indicó que los resultados de una prueba de ADN (ácido desoxirribonucleico) practicadas a unos cabellos encontrados en el cuerpo de la víctima, una menor de 16 años, no corroboraron la evidencia en la que fincaron la responsabilidad de los acusados.

Vargas Martínez y Quintanilla López enfrentaban cada uno tres cargos de asesinato, abuso sexual criminal y asesinato con felonía en relación con el crimen de Leah Rochelle Mahseet, joven india de 16 años de edad de la tribu arapaho.

La resolución fue considerada por la defensa como justa, y autoridades consulares mexicanas la calificaron como excepcional, al destacar que se trata del primer caso en su tipo con este desenlace.

Pese a la resolución a su favor, Vargas Martínez y Quintanilla López permanecían detenidos este martes a la espera de que un juez de migración resuelva su deportación a México, aun cuando el primero residía de manera legal en Estados Unidos.

El cónsul de México en Dallas, Luis Ortiz Monasterio, consideró que la prolongación del encierro de los dos compatriotas tras el fallo es algo injusto, por lo que la representación gestiona su pronta liberación bajo su directa responsabilidad.

"Después de 20 meses de ser retenidos en prisión, creo que es injusto que sean turnados al SIN (Servicio de Inmigración y Naturalización), que puede tardar más días en determinar los términos de su deportación", dijo el diplomático vía telefónica.

Susan M. Otto, abogada defensora de Vargas Martinez, dijo que el desenlace fue justo y de alguna manera inevitable, al hacer notar la debilidad del caso presentado por la fiscalía.

La fiscalía "no tenía ninguna evidencia conclusiva que ligara a estos hombres con estos eventos. Todo lo que tenían eran testimonios que al final resultaron no ser ciertos", dijo la abogada en entrevista desde sus oficinas en Oklahoma City.

De acuerdo con el expediente, la menor había sido reportada como desaparecida por sus familiares el 14 de septiembre de 1997, y fue únicamente seis días después que un granjero encontró su cuerpo en estado de descomposición en una remota área de Oklahoma.

En diciembre de 1998, en el cruce fronterizo de Columbus, Nuevo México, agentes de inmigración detuvieron a Vargas Martínez cuando pretendía solicitar un permiso para reingresar a Estados Unidos, donde residía legalmente, ya que había perdido sus documentos.

La aprehensión de Vargas Martínez, originario del norteño estado mexicano de Durango, y hoy de 29 años de edad, se basó en el controvertido testimonio de dos de sus hermanos, que después lo rectificaron.

Tanto Gustavo como José Ramón Vargas Martínez declararon después ante la corte haber mentido en torno a la relación de su hermano en el homicidio por temor a las amenazas de elementos de la Oficina Federal de Investigación (FBI) que los interrogaron.

Por su parte, Quintanilla López, ahora con 28 años de edad, fue aprehendido por agentes de la FBI con base en el testimonio de Rebeca Rodríguez, su ex novia, cuya inestabilidad mental fue comprobada.

El resultado obtenido mediante el examen de ácido desoxirribonucleico finalmente persuadió a la fiscalía a pedir el retiro de los cargos, aunque solicitó a la juez hacerlo con la reserva "sin prejuicio", lo cual les permitirá buscar nueva evidencia y presentar otra vez los cargos.

Aunque este martes la juez Cauthron otorgó el pedido de la fiscalía, durante una audiencia Otto consideró que con los resultados de ADN, "será imposible acusar a estos dos hombres otra vez", y confió que en unos días más su cliente quedará libre.