MIERCOLES 2 DE AGOSTO DE 2000

Ť Fuerte dispositivo de seguridad en Filadelfia


Bloquean manifestantes calles aledañas a la junta republicana

Ť Protesta de payasos anarquistas; hubo más de cien detenidos

Jim Cason y David Brooks, enviados, Filadelfia, 1o. de agosto Ť Con un alto nivel de coordinación, grupos de manifestantes bloquearon hoy cruces centrales y obligaron a las autoridades municipales a cerrar varias avenidas principales durante la hora de salida del trabajo esta tarde, y lograron que los delegados a la Convención Nacional Republicana retrocedieran a sus hoteles o subieran a autobuses, bajo una fuerte seguridad, para poder llegar a su festejo en el centro de convenciones First Union.

En equipos de entre 50 y 200, payasos "anarquistas" en bicicleta, detrás manifestantes enmascarados danzando y cientos de personas de todas las razas y edades marcharon sin autorización por las calles, donde formaron cadenas humanas para obstaculizar la circulación en las vías principales en un "día de resistencia" cuyo tema de hoy fue "el sistema de injusticia criminal".

Los cientos de manifestantes demandaban el fin de la brutalidad policiaca, la abolición de la pena de muerte, la liberación del militante negro Mumia Abu Jamal, mientras jugaban al gato y ratón con la policía al circular por el centro y alrededor del enorme edificio del gobierno municipal en pleno centro de Filadelfia durante cuatro horas.

Alternaban el bloqueo de cruces con marchas a paso doble en medio de filas de vehículos en pleno rush hour, la salida de trabajo y el momento más intenso de tráfico.

La policía intentó contener, en vez de reprimir, las acciones. Fueron detenidos más de cien manifestantes, pero no usaron fuerza mayor ni gases, sin embargo la primera acción policiaca del día fue la detención de decenas de títeres que eran preparados para la protesta en un almacén lejos del centro.

Pero a pesar de que unos 200 agentes ocuparon el lugar, no lograron detener a los que manejaban a los títeres, que, al final, fueron muy visibles en el centro de la ciudad.

"Disculpen la inconveniencia", se leía en un panfleto circulado por los manifestantes, donde indicaban que para hacerse escuchar deben usar sus cuerpos, su voluntad de resistencia y sus tácticas.

"Esto no es una acción para clausurar todo, estamos intentando irrumpir en las cosas", explicó a La Jornada Patrick Reinsborough, uno de los voceros de R2K, la red que organizó las manifestaciones.

"Vamos a demostrar los tipos de irrupciones que sufre la gente común cada día de sus vidas: la irrupción económica, la del medio ambiente, la ocasionada por la brutalidad policiaca, la que se sufre de un sistema de salud privatizado", agregó.

La táctica tuvo éxito. "Las protestas sacudieron la ciudad esta noche volviendo la rush hour de la noche en una pesadilla", informó el noticiero televiso local. Delegados que llegaron a esta convención contaban de sus aventuras al no poder llegar bien al sitio por las acciones de protesta.

"Estamos llevando estas protestas a las calles porque es el único lugar que queda de la democracia no corrupta", señaló el universitario Mike Levien, quien viajó desde el Colegio Williams en Massuchusetts.

Aquí y allá grupos de manifestantes, que realizaban acciones autónomas pero con una coordinación general entre ellos, acompañados por gente encargada de primeros auxilios y observadores legales, fueron seguidos por la policía montada a caballo y en bicicleta; la policía antimotines se mantenía discretamente desplegada en camionetas escondidas en calles secundarias.

El Bloque de Payasos Anarquistas también se paseaba en bicicleta con el objetivo de derrumbar al "sistema" con risa, alegría y acción directa. Junto con ellos, ambientalistas radicales, punks y activistas contra la pena de muerte y la brutalidad policiaca, varios con camisas del EZLN.

En un mitin, a un lado de la alcaldía, se dio lectura a los nombres de los ejecutados por el sistema judicial. Poetas estilo slam recitaban sus versos de resistencia; otros activistas exigían el fin de los "linchamientos legales" de la pena de muerte.

A todo esto, se supo que el Servicio Secreto informó a la policía local de un arma secreta que había llegado a Filadelfia. La policía logró apoderarse de un autobús lleno de víboras, sapos venenosos, iguanas, lagartijas y zorrillos y dos personas fueron arrestadas; no se sabe contra quién y dónde se tenía la intención de usar tan letal arma.

Las calles del centro fueron clausuradas por 10, 15 minutos, lo que atoró el flujo normal. En una manta se llama a "clausurar el sistema". Se habla de Vieques, de los pobres, de la discriminación, de la criminalización de las minorías y los pobres, de los prisioneros políticos negros e indígenas.

Y se celebra con baile, futbol, payasos y poemas, la resistencia. Con ello, de nuevo brota la consigna de Seattle: "ƑDe quienes son las calles? Las calles son nuestras", y "es así como se ve una democracia".