MIERCOLES 2 DE AGOSTO DE 2000
PAGINA 9
Ť Lourdes Galaz Ť
ƑVoluntarismo o marketing?
Ť Otro revés a Fox desde la dirigencia del PAN Ť Proyecto para seguridad y justicia con el sello de Lozano Gracia Ť Se improvisan cambios en la administración pública
Muy cierto que cada maestro tiene su librito y cada presidente su estilo personal de gobernar. Vicente Fox gana el poder aplicando nuevas formas de hacer política, rompiendo esquemas... y sigue haciéndolo. Apenas concluía el cómputo de la elección presidencial y el estilo Fox se hizo evidente. El virtual jefe del Ejecutivo federal dio a conocer varios de sus proyectos, algunos ya esbozados en campaña, y días después el hoy presidente electo, sin más, se ha tragado sus propias palabras o ha dejado de lado sus deseos y buenas intenciones. Al cumplir un mes de la victoria electoral, el dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, corrige la primera declaración formal de su amigo y presidente: la construcción del nuevo régimen democrático "no requiere de una nueva Constitución de la República". Precisa el líder partidista y ariete de Fox en el PAN: convocar a un congreso constituyente "no es nuestra propuesta, incluso lo consideramos inconveniente, provoca cierta alarma". Vicente Fox causó escozor en ciertos sectores sociales cuando anunció que en tres años, justamente cuando habrá elecciones legislativas, convocaría a un congreso constituyente para promulgar una nueva Carta Magna. Además, adelantó que la nación requería de 25 años para salir adelante luego de los desastres heredados (sic) por los 71 años de gobiernos priístas.
Hay ejemplos claros del estilo Fox que se imprime al nuevo gobierno. El presidente electo da muestras de voluntarismo en su estilo de toma de decisiones. Como contraparte, también hay evidencias de que su gobierno estará sujeto a las normas del mercado. El marketing político es la divisa del sexenio foxista: una declaración, el anuncio de un proyecto específico, la puesta en marcha de cualquier acción de gobierno, son medidos con las herramientas del marketing, como ocurrió en la campaña electoral. Los responsables de la realidad nacional hoy son otros, no los foxistas que publicitariamente ofrecen su voluntad de cambio. El gabinete de transición advierte que se hará lo que se pueda con un presupuesto de gasto público que "está amarrado" en un 90 por ciento. Lo mismo con los amarres que tiene la legislación vigente, se hará lo posible, en tanto el Congreso cambia las leyes... Hace unos días trascendió que para el nuevo equipo no tendrían razón de ser varias dependencias y organismos del gobierno, como las secretarías de la Reforma Agraria, de la Contraloría y por ahí otras dependencias. Ayer mismo se puso a debate el proyecto de Fox en seguridad y justicia, que también prevé la desaparición de funciones, la restructuración de instancias administrativas y hasta el cambio de nombres de las policías. La "estrategia contra la inseguridad", como fue planteada, no resiste un análisis de juristas y expertos en administración. Ya se advierte que para gobernar no sólo bastan votos, voluntarismos y buen marketing.
Dos expertos de gabinete en seguridad y justicia, Francisco Molina Ruiz y José Luis Reyes Vázquez, hicieron público el proyecto foxista redactado por el equipo que comanda el ex procurador Antonio Lozano Gracia. A Molina Ruiz no se le conocen acciones relevantes a su paso por la Procuraduría del estado de Chihuahua. En cambio, son conocidas sus serias divergencias, meramente declarativas, con la Secretaría de la Defensa. Tampoco se sabe de la experiencia de gobierno de Reyes Ruiz, aunque tiene toda la confianza de Jorge Madrazo Cuéllar. En fin... Según el grupo de Lozano Gracia, para concretar el proyecto el nuevo gobierno debe impulsar enmiendas en -al menos- cuatro artículos de la Constitución y reformas o adiciones en unas 18 leyes y reglamentos. A cambio, se crearía una supersecretaría de seguridad que tendría el monopolio de los servicios de información, inteligencia y la fuerza policiaca, se desmantelaría administrativamente (claro) la PGR para crear un aparato al estilo norteamericano, y se disminuirían las funciones de la Secretaría de Gobernación para quedar sólo como un ministerio de acuerdos y concertacesiones con la oposición...Voluntarismo foxista que vuelve a la memoria el voluntarismo salinista.
Faltan cuatro meses para el cambio de poderes y muchos días de guardar las buenas intenciones: la imagen pública de Fox se desdibuja en los electores, se contamina con las críticas de opositores, recobra su línea con los apoyos del presidente en funciones... se vuelve clara por obra y gracia de expertos en publicidad y marketing... Y hoy se hace historia. Histórica será la ceremonia para ungir presidente a Vicente Fox. Es la primera ocasión que un tribunal electoral entrega la constancia de mayoría de votos al candidato triunfador en comicios presidenciales. Don José Luis de la Peza -panista por convicción, ciertamente- a sus setenta y pico (casi ochenta) años podría sufrir la emoción de ser el protagonista de este acto solemnísimo, y luego ser el invitado más distinguido en la gran fiesta que los Amigos de Fox prepararon para el presidente electo. La recepción será un open house en un hotel de la ciudad. Habrá invitados especiales, amigos y simpatizantes del foxismo, comentó la virtual primera dama.
Al estilo de una moderna sociedad de mercado: los estrategas de comunicación y marketing sugieren una boda presidencial para mejorar la imagen social del futuro jefe del gobierno. Muy seguramente, los mercadólogos ganarán la partida, no sólo a las hijas de Fox, sino también a la curia metropolitana... La idea de un talk show con la familia presidencial se despejó cuando la revista Milenio reveló una encuesta ordenada por los estrategas del marketing en el gabinete de transición, con el único "objetivo de saber cómo recibiría la gente la espectacular noticia" de la boda de Fox. La muestra revela que el matrimonio "sería muy bien visto, y que también lo sería la novia". La publirrelacionista Martha Sahagún no oculta la felicidad. šHabrá boda antes del 1o. de diciembre! El matrimonio lo avalará un juez del Registro Civil. Para tranquilidad de las conciencias, el cardenal Norberto Rivera ya dio su anuencia y dará su bendición. Dios sí perdona, el tiempo y el marketing no.