MARTES 1o. DE AGOSTO DE 2000
* Plasma en el disco Acércate más su búsqueda constante por sorprenderse
Eugenia León opta por la rebeldía; "soy inacomodable", manifiesta
* Parezco una visita que va, canta y se regresa, dice; "a veces tomo un camino que nadie esperaba"
Angel Vargas * No sólo como persona, sino también como artista, la naturaleza de Eugenia León se define por la rebeldía. Es una mujer a la orilla del camino, asume ella misma con palabras de Fito Páez.
Con su más reciente disco, Acércate más (Universal), la cantante prosigue la búsqueda de sus derroteros musicales, aquellos que la han llevado a incursionar lo mismo en el tango y el norteño que en las canciones infantil y tradicional mexicana.
Ahora se vale del bolero y, con un repertorio de diez temas clásicos del género y dos inéditos, logra establecer un equilibrio entre los intereses comerciales de la disquera y los suyos de carácter artístico. Esta difícil conciliación es su forma de hacer la revolución desde adentro, declara.
Eugenia León es consciente de lo desorientador que resulta para el público su versatilidad y constante tránsito de una música a otra, pero justifica que ello obedece a inquietudes personales, a arriesgar y no instalarse en modas ni éxitos logrados.
"Las cosas que hago no son para intentar subirme a la supercarretera y que digan que estoy a la moda o en mi tiempo. Hay gente que me crítica y dice que hago bolero o canción mexicana o tango para tener mi público, un público de 40 años para arriba. Pero no es así. Lo que canto lo hago, no porque me esté acomodando a un perfil social o de edades o de generación, sino porque lo deseo", expresa.
"Soy inacomodable. La gente me busca porque a lo mejor sigue sintiendo algo con mi voz. Pero ni estoy en la bola de todos los chavos que hacen un trabajo político abierto o de la nueva canción, ni tampoco me acomodo en el mundo comercial. Parezco una visita que va, canta y luego se regresa. No estoy integrada a grupos ni a cofradías, ni soy gregaria. Esa es mi bronca o mi característica."
La intérprete, cuya discografía alcanza la veintena de títulos, explica que los costos de tal postura a veces han sido incluso dolorosos. Pero los asume, añade, convencida de que tiene sus propios tiempos, su propia velocidad y evolución.
"Con lo que he hecho podría decir que he cumplido ciertas expectativas, pero no puedo vivir del pasado, estar anclada en lo que hice. Necesito siempre sorprenderme. De alguna manera, lo que me da mucho terror es la sensación de no haber hecho lo más posible. No me quiero quedar con las ganas de nada. A lo mejor estoy pagando con eso muchas cosas, como no haber vendido miles y miles de discos, pero me he dado mis propios tiempos y, en eso, para bien o para mal, he sido leal conmigo.
"He sido leal porque si quiero hacer un disco lo hago, aunque todo el mundo diga que debí haber hecho otra cosa. Me siento como alguien que tiene la disyuntiva y la dificultad de decidir entre tres o cuatro caminos, porque los quiere conocer todos y, cuando llega el momento de elegir, a veces tomo uno que nadie esperaba."
Considerándose víctima de lo que ella misma provoca, intuye: "Muchas personas tienen nostalgia de un algo mío que creen perdido". Empero, sostiene que esa sensación sólo es en términos de repertorio, porque "algo que nunca me abandonará es mi pasión, mi pasión por cantar".
Sobre Acércate más, destaca que los 12 temas incluidos no tienen una línea emotiva constante. "Es decir, hay canciones que son muy seductoras, otras exorcizan los desencuentros y las hay también juguetonas. Eso me gusta, que tenga emotivamente cosas que soy, siempre. Puedo estar en la parte más debajo de la canción depresiva y, de repente, subir a otro nivel".
Explica que los arreglos de Rosino Serrano sacan al bolero de su contexto tradicional, librándolos de su ortodoxia e imprimiéndoles aires de varios ritmos que no terminan por definirse completamente. Así, entre otros, se pueden escuchar aproximaciones al cha-cha-chá, a la rumba, al bolero y la balada.
La cantante resalta como otro aspecto valioso de su producción la equidad de importancia y dimensión que se le dio a los compositores participantes; que obras de clásicos como Agustín Lara y Gonzalo Curiel convivan con las de Marcial Al ejandro, el propio Rosino y Rodolfo Tovar.
"Es un disco gozoso y fresco, que me saca del retrato formal. Son canciones que no tienen pierde y que se pueden oír lo mismo en una discoteca que en la sala de tu casa. Fue quitarle lo acartonado a mi voz y hacerla que fluya y que se integre a la vida cotidiana de una ciudad como esta y que la gente me sienta suya, sobre todo de una manera natural y espontánea", finaliza Eugenia León, quien se alista para participar en la Expo Hannover 2000.