MARTES 1o. DE AGOSTO DE 2000

* Requiere 94% una política de restauración


Crítica, la calidad ambiental del territorio nacional: INE

* Casi toda la superficie del país, vulnerable a fenómenos naturales

Matilde Pérez U. * La calidad ambiental del territorio nacional es crítica, los primeros resultados conjuntos del ordenamiento ecológico del país revelan que más de la mitad de la superficie se ubica en la categoría de inestable debido a las presiones del crecimiento poblacional, la demanda de los recursos por los sistemas productivos y a los impactos al entorno natural.

Casi la totalidad del país es vulnerable a los fenómenos naturales y a las alteraciones provocadas por el hombre. "Prácticamente no existen terrenos de muy baja o baja fragilidad; en ambas categorías están solamente mil kilómetros cuadrados", equivalentes al 0.04 por ciento del territorio.

Según datos de la Dirección de Ordenamiento Ecológico del Instituto Nacional de Ecología --órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca-- 94 por ciento del territorio nacional requiere de una política de restauración para poder recuperar algunos de sus atributos naturales.

Recomienda que las actuales áreas altamente frágiles que mantienen buenos niveles de calidad deberían protegerse para garantizar el mantenimiento de esos ecosis- temas. Actualmente, 47.6 por ciento del territorio nacional es altamente frágil.

En la categoría de muy alta fragilidad se encuentra 46.2 por ciento del territorio, que ocupa principalmente los sistemas montañosos, áreas marginales a las lagunas costeras y humedales de la península de Yucatán.

El documento Ordenamiento Ecológico General del Territorio puntualiza que las zonas inestables y críticas ambientalmente son Guadalajara, Tijuana, Mexicali, Chi- huahua, Monterrey, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Morelos y Distrito Federal. En estos últimos cinco se localiza el mayor porcentaje de áreas críticas del país.

Sólo 21 por ciento del millón 958 mil 200 kilómetros del país es considerado ambientalmente muy estable, y se localiza en la zona montañosa de Chihuahua, Durango, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

El documento enfatiza la urgencia de continuar con la política de restauración ecológica en el 26 por ciento de la superficie nacional que comprende la región del Bajío, corredor Bajío-Altos de Jalisco, áreas de la meseta poblana y mixteca, costa del Pacífico Norte y delta del Río Colorado, Coahuila y Nuevo León. Recomienda que el ordenamiento ecológico territorial ocupe papel preponderante en la política para que sirva como instrumento en la toma de decisiones de inversión y asignación de presupuestos.