MARTES 1o. DE AGOSTO DE 2000
* Acuden a ella 72 tequileras, 12 envasadoras y siete organizaciones campesinas
El Consejo Regulador del Tequila, mediador entre agaveros e industrias; siguen fricciones
* El problema se agrava ante la disminución de 10 por ciento en la producción en cultivos
Cayetano Frías Frías, corresponsal /II, Guadalajara, Jal., 1o. de agosto * Las constantes fricciones entre la Cámara Nacional de la Industria del Tequila (CNIT) y los representantes de los más de 11 mil productores de agave han impedido durante años que se llegue a acuerdos que realmente beneficien a ambas partes y no únicamente a las empresas.
Ahora, el problema se agrava ante la disminución por lo menos de 10 por ciento en la producción de agave que se cultiva en 45 mil hectáreas.
A lo anterior, se suma la repercusión de un incremento de 60 por ciento, en promedio, del tequila que se expende en anaqueles de vinaterías y tiendas de autoservicio, derivado de los altos costos de producción.
En búsqueda de salidas, se trató que el gobierno de la entidad fuera intermediario, y en una reunión convocada ex profeso el 11 de julio, el secretario de Desarrollo Rural de Jalisco, Francisco Mayorga Castañeda, sólo se presentó al inicio de la misma y se retiró casi de inmediato.
Además, se excluyó citar a la organización El Barzón, que representa a más de mil productores.
Este vacío ha tenido que ser llenado por el Consejo Regulador del Tequila (CRT), el cual se ha convertido en la instancia mediadora y propositiva para superar el problema.
Al consejo concurren los representantes de agricultores e industriales para tratar de llegar a un convenio.
Así, desde hace dos semanas, los representantes de las 72 industrias productoras de tequila, de las 12 empresas envasadoras y de las siete organizaciones de agaveros buscan en ese órgano llegar a un convenio y retomar el desarrollo del sector a largo, mediano y corto plazos.
Ramón González Figueroa, director del CRT, evade señalar responsabilidades, e indica: "Yo creo que el error es de todos".
Y admite que hay una desaceleración en la producción, pues de enero a junio de 2000 sólo se ha tenido un crecimiento de 3 por ciento en comparación con 1999.
"Nosotros lo dijimos y fuimos muy claros: en los siguientes dos años prácticamente va a ser muy difícil que crezca la industria, muy difícil. ƑPor qué?, porque no se tiene el agave disponible y se está dando una recomposición de categorías", dice al recordar que cada día se produce menos tequila de calidad ciento por ciento de agave.
Sin embargo, prefiere ver el lado positivo del problema, al señalar que productores e industriales por fin discuten en una mesa el tema para llegar a acuerdos, los cuales permitirán planear el desarrollo de la industria a largo plazo.
Pero rechaza que los industriales estén perdiendo; por el contrario, agrega, están consolidando su patrimonio, "y están teniendo una gran lección".
Considera que con el tequila sí se puede "participar en ligas mayores", y aunque el ciclo de cultivo de la planta sea de siete años para poder hacer uso de ella, ahora es posible ordenar, "aunque no de la noche a la mañana", el crecimiento de la materia prima.
Agrega: "Si lo han logrado en Finlandia, con ciclos en los árboles de 80 años, que no lo hagamos aquí".
Como prioridad, recomienda utilizar el "la Norma Oficial Mexicana para poder integrar una parte de la cadena, que hoy en día no está integrada. Hoy es una nor ma que ve hacia la industria, pero no ve hacia el campo".
En adelante, explica, se buscará aprovechar la experiencia de otras denominaciones de origen, como la del coñac, programando la producción estrictamente necesaria, y rechaza que el Consejo Regulador no esté vigilando a los industriales, "y si se les permite el aprovechar plantas de cinco años es porque en la NOM no se especifica qué es madurez", y esto les brinda margen incluso a los agaveros para que en forma empírica señalen cómo "madura" hasta una planta de cuatro años.
"Hay que aprovechar la modificación de la norma para que haya un lenguaje único, definir claramente los intereses, tanto del industrial como del agricultor, y que haya una manera de medirlo, como, por ejemplo, decir que la edad mínima (para la jima) es de seis años", señala.
Estas modificaciones ya son analizadas por los industriales y en este mes darán su respuesta a la Secretaría de Comercio (Secofi) para que estén publicadas a finales de agosto.
Entre las propuestas, se establecería como obligación de cada empresa tener contratos con agricultores que les garanticen un abasto mínimo equivalente a 80 por ciento de su producción anual, y para alcanzar ese grado de abastecimiento de agave se daría un plazo de siete años a los industriales.
Añade que otra modificación consiste en frenar las exportaciones a granel, en lo que los industriales ya están de acuerdo. "Debe ser una exportación controlada, con verificación obligatoria, porque si no tienes esa verificación, pues estás en manos de sabrá Dios quién. Un envasador en Europa sabrá Dios qué haga con el tequila", agrega.
González Figueroa indica que ahora los agricultores quedarán dentro de la norma, integrados a la cadena productiva, lo que les les permitirá tener siempre un margen considerable de ganancia en el futuro, pero ya con un programa de desarrollo a corto, mediano y largo plazos.
Las grandes empresas son responsables de la crisis de la industria del tequila
El dirigente de la Unión de Agaveros de El Barzón, José de Jesús Loza López, no titubea al señalar a las grandes empresas Cuervo, Sauza y Cazadores, principalmente, como las responsables de la crisis de la industria.
Asegura: "Los agaveros no fuimos los que le pusimos el precio de 14 pesos al kilogramo de agave; ellos empezaron con que de 85 centavos, ya te lo subían a peso; de ahí dio el brinco a tres pesos. Luego llegaban pidiendo que les vendieras a cinco pesos. Crearon un coyotaje que ahorita está a ciento por ciento, en todo su auge, lo que nosotros peleábamos que desapareciera".
Y como ellos lo iniciaron, considera que "lo más lógico es que se acabe la competencia interna entre ellos, que solos se pongan un tope, donde no se llegue al mínimo en el precio, porque tampoco les vamos a vender, pero sí una cosa que sea conveniente para las dos partes".
Recuerda que el problema de la escasez se originó a principios de la década pasada, cuando se empezó a plantar en forma desproporcionada el agave, y de 1995 en adelante se tuvo exceso de plantas en extrema madurez, pudriéndose en los campos, mientras que los industriales se daban el lujo hasta de humillar e insultar a los agricultores.
Refiere que en los últimos meses, "dentro de su competencia desleal empezaron a jimar el agave que iban a jimar dentro de un año, dentro de dos años, lo jimaron tierno. Se acabó la vigilancia. Antes le exigían a usted un registro y una validación del Consejo Regulador de Tequila, pero la misma industria se brincó las reglas y no tomó en cuenta ni al CRT, ni registro, ni nada".
Loza López sostiene que ante el problema "todos se hacen de la vista gorda", porque el grupo de inspectores del CRT sabe que una piña de agave madura pesa por lo menos 40 kilogramos, pero no advierte que, "por ejemplo, Cuervo es de los que están quemando lo que le lleven, hasta basura de agaves. Hay otra en Tepatitlán que hace un tequila, Cristeros, esa también agarra hasta planta jimada. Son unas pelotitas de dos kilogramos de peso".
El barzonista hace notar que la Secretaría de Hacienda también tiene mucha responsabilidad en el problema, porque a los industriales que producen tequila ciento por ciento de agave les cobra 103 pesos de impuestos por botella, mientras que al tequila de baja calidad, que contiene 51 por ciento de mieles de esta planta, les cobra 26 pesos, lo cual "es una incongruencia, que pague más impuestos lo que es bueno; están invitando a la industria a que no hagan bueno y de calidad".
El crecimiento, frenado
De acuerdo con cifras de la CNIT y del CRT, de 1995 a 1999 las exportaciones crecieron 51 por ciento, pero las ventas a granel, en lugar de disminuir, aumentaron de 58 millones a 82.8 millones de litros durante ese lapso.
El destino del tequila sigue siendo en 80 por ciento Estados Unidos, 14 por ciento va hacia la Unión Europea y el seis restante a otros países.
La producción de tequila se incrementó de 1995 a 1999 83 por ciento. Por categorías, el tequila ciento por ciento de agave creció 294 por ciento, mientras que el combinado lo hizo 46 por ciento.
Sin embargo, durante los primeros cinco meses de 2000, el tequila de mejor calidad, el ciento por ciento de agave, registró una caída de 43 por ciento, mientras que el combinado (51 por ciento de mieles de agave y 49 por ciento de otros azúcares) creció 39.58 por ciento.
En 15 países son envasadas alrededor de 150 marcas de tequila con el respaldo de 18 industrias asentadas en México .