MARTES 1o. DE AGOSTO DE 2000

* Inauguran republicanos su Convención Nacional


La relación con México, "alta prioridad", si gana Bush

* En la política hacia Cuba aún existen "fuertes desacuerdos"

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Filadelfia, 31 de julio * El fortalecimiento de las relaciones con México sería tema de alta prioridad, de llegar George W. Bush a la Casa Blanca, indicó hoy la principal asesora en materia de política exterior del virtual candidato presidencial del Partido Republicano, cuyo equipo también está estudiando las iniciativas de Vicente Fox para mejorar la relación bilateral.

Al comenzar oficialmente hoy la Convención Nacional Republicana, los principales estrategas para política exterior expresaron un consenso a favor de fortalecer la relación con México, pero hay fuertes desacuerdos en la política hacia Cuba.

En un foro sobre política exterior, varios de los veteranos republicanos en esa materia criticaron implícitamente la plataforma de su propio partido en torno a la relación con Cuba, y expresaron que ya es hora de levantar el bloqueo.

"Personalmente, yo pondría fin al embargo", declaró el ex secretario de Estado George Shultz, comentario que provocó un aplauso sostenido de un público que incluía a 500 de los expertos de política exterior más importantes del partido de Bush. Shultz y otro ex secretario de Estado, Lawrence S. Eagleburger, brindaron un argumento promovido por muchos en el sector privado de que el embargo no ha logrado debilitar a Fidel Castro y que levantarlo podría hacer avanzar el cambio político en la isla.

Pero Shultz advirtió que no conoce a un solo político que estaría de acuerdo en levantar el embargo "por lo menos, no (lo diría) públicamente". No obstante, Shultz, Eagleburger y otros ex funcionarios del Departamento de Estado que forman parte de un grupo informal de asesoría para Bush, dejaron poca duda hoy en sus comentarios de que favorecen un cambio en este rubro.

Los comentarios sobre Cuba fueron inmediatamente desmentidos por voceros de la campaña de Bush, quienes comentaron a La Jornada que el Partido Republicano y su candidato siguen comprometidos en la aplicación del embargo contra Cuba. Además, Roger Noriega, un alto asesor del senador Jesse Helms, comentó a este diario que está satisfecho porque Bush no intentará modificar la política estadunidense hacia La Habana hasta ver cambios dentro de Cuba. "Estamos absolutamente confiados en que él (el candidato presidencial) no tiene ninguna intención de tocar el embargo", dijo.

Enfoque a zonas del mundo que

no han recibido mucha atención

De llegar George W. Bush a la Casa Blanca en enero próximo, uno de los grandes cambios en la política exterior será un enfoque en zonas del mundo que no han recibido mucha atención durante la administración de Bill Clinton, declaró a CNN Condoleezza Rice, la principal asesora del aspirante republicano en esa materia, quien al pedirle ejemplos, mencionó en primer lugar a México.

Este énfasis sobre México fue confirmado hoy por Robert Zoellick, ex funcionario del Departamento de Estado que también es asesor de Bush. En declaraciones a la prensa esta tarde, Zoellick señaló que el ex presidente George Bush, padre del candidato, promovió un cambio mayor en la relación bilateral al proponer el TLC.

"Creo que todos nosotros vimos esto no sólo como un acuerdo comercial, fue un compromiso estratégico de Estados Unidos hacia un México, país que se estaba empezando a modernizarse y a abrirse", dijo Zoellick.

Desafortunadamente, añadió el asesor de Bush, el gobierno de Clinton, después de finalizar el TLC, lo abandonó promoviendo lo que caracterizó como la agenda incompleta con México, que incluye reformas en el sistema legal y judicial del país vecino. Zoellick dijo que el equipo del gobernador Bush ha notado con interés algunas de las propuestas del presidente electo Vicente Fox para profundizar el TLC. "Estas serán las cosas que examinaremos de cerca", indicó. Agregó que podría darse la situación en la que dos gobernadores estatales lleguen a la presidencia en ambos países, y que el papel que puedan desempañar los gobernantes regionales para profundizar las relaciones bilaterales podría ser el enfoque de los próximos gobiernos nacionales en ambos países.

"Esta es un área (las relaciones con México) que a él (Bush) le gustaría ver como una piedra angular de su política exterior en general", concluyó Zoellick.