MARTES 1o. DE AGOSTO DE 2000
* Afiliar trabajadores en ese estado, ''hazaña'' de centrales obreras
En Guanajuato, repudio patronal al sindicalismo
* Los contratos colectivos no son revisados de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo
Fabiola Martínez, enviada /II, León, Gto. * En esta entidad, donde la instalación de maquiladoras se fomenta desde hace cinco años, es una ''hazaña'' para las centrales obreras afiliar a los trabajadores de las nuevas plantas ante el frecuente repudio de los empresarios al sindicalismo "activo o real".
De mil 200 contratos colectivos registrados actualmente en las juntas locales de conciliación y arbitraje, menos de 10 por ciento se revisan en los términos que estipula la Ley Federal del Trabajo (aumento salarial anual y de condiciones generales cada dos años como máximo) debido a la proliferación de contratos de protección firmados en términos desconocidos para la mayoría de los obreros e incluso en pactos previos a la instalación de las plantas.
Lo anterior fue señalado por Felipe Ortuño Hernández, asesor jurídico del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), central independiente con más de 30 años de actividad en Guanajuato, la cual se ha ganado el mote de ''cierraempresas'', porque a cada gestión para sindicalizar a los trabajadores ha correspondido el despido de los obreros promotores de un cambio e incluso la cancelación de la fuente de empleo.
De esta forma los empresarios han replegado al FAT en diversos casos, aun cuando los trabajadores reconocen la calidad moral de los integrantes de esta organización y a diario visitan sus instalaciones para solicitar asesoría que les permita hacer respetar sus derechos sin que sean despedidos por oponerse a los abusos.
''Todo está disfrazado; aquí en Guanajuato, como en la mayoría de las entidades del país, la libertad sindical es un sueño. El gobierno informa a los empresarios ųnacionales y extranjerosų con quién pueden firmar contrato para evitar conflictos laborales. Es como una bolsa de valores a la baja, es decir, el sindicato que muestra mayor docilidad se queda con el contrato'', señala Ortuño.
Sindicatos fantasma
Pero la resistencia de los patrones a negociar las condiciones laborales con un sindicato en las fábricas y maquiladoras que se han instalado recientemente en la entidad no es un reto sólo para los sindicatos independientes, también los dirigentes estatales de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) o la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) denuncian este tipo de ''embate'' al sindicalismo.
Ante ello, coinciden en que es muy difícil ''entrar'' a una fábrica nueva porque aun cuando los trabajadores denuncien condiciones precarias de empleo, bajos salarios, irregularidades en su registro ante el IMSS, falta de pago de prestaciones que establece la LFT como horas extras, aguinaldo o prima vacacional, "nos encontramos con que ya existe un contrato colectivo firmado por un sindicato fantasma local o nacional desconocido por todos los que hemos estado en la vida sindical de Guanajuato por muchos años y, claro, por los propios trabajadores'', manifiesta Hugo Varela, dirigente de la CTM en Guanajuato, central que conserva la representación de los trabajadores de las principales empresas del corredor industrial de la entidad (a través de unos 500 sindicatos) y actualmente intenta sindicalizar a los obreros de una maquila de capital coreano en el municipio de Huanímaro.
De manera particular ųagregaų son esos empresarios (coreanos) quienes prefieren irse de aquí antes de firmar un contrato colectivo o cumplir con la ley, ''ellos creen que aquí es zona franca, sin ley''.
Enrique Betanzos, líder de la CROC estatal desde hace 14 años, informa que esta central prácticamente sólo conserva los contratos ''tradicionales'' en la empresa de autotransporte Flecha Amarilla, rutas de taxis, transporte de carga y en los servicios (hoteles y tiendas), entre otros, y que se conducen ''en estricto respeto'' con los contratos que poseé su otrora rival CTM.
''ƑContratos en las nuevas empresas, en las maquilas?... šuy señorita, eso está difícil!, los patrones ya vienen con sus contratos firmados antes de instalarse con esos sindicatos de papel, que sólo saltan hasta que intentamos demandar la titularidad.
''Así nos acaba de pasar en una empresa de Silao, denominada Accesorios Automotrices, y en una maquiladora de costura de ropa para dama en el municipio de Yuriria. Los patrones no quieren entrarle (a la contratación) con nosotros. A lo mucho, los licenciados que trabajan con las cámaras empresariales han venido a decirme 'oye Betanzos, ayúdanos con este contrato, firma y luego vemos de a cómo nos arreglamos'.
''Pero no se crea que son espléndidos, ofrecen cualquier cosa por entrarle a un contrato de protección y yo, pues de ninguna manera acepto, no somos santos špero imagínese, yo soy de vigilancia de la CROC nacional y si viene mi líder (Alberto Juárez Blancas) y ve el repudio de los trabajadores pues hasta ahí llegué!''.
Víctor Quiroga, fundador e integrante de la coordinación estatal del FAT, señala que la mayoría de los obreros en la industria maquiladora son de extracción campesina o provenientes de las zonas más pobres, quienes no conocen sus derechos mínimos que por ley les corresponde y, por lo tanto, aceptan empleos precarios que significan bajos salarios, intensas jornadas de trabajo, malos tratos y escasas condiciones de higiene y seguridad.
En la entidad, el proceso de información hacia los trabajadores para que conozcan y reclamen sus derechos es muy lento, principalmente ante el temor de perder un empleo, ''por lo que nuestro trabajo aquí en el FAT es semiclandestino, de hormiguita, para concientizar a la gente, porque de otra forma, a la primera muestra de inconformidad, despiden a todos''.
Nula respuesta del gobierno estatal
Los testimonios de los dirigentes sindicales en Guanajuato y aquellos recogidos entre los propios trabajadores, particularmente en torno a la firma anticipada de contratos colectivos con sindicatos de ''membrete'', no encuentran eco entre los funcionarios estatales, y más aún rechazan las aseveraciones de manera categórica: ''falso, totalmente falso'', sostiene Norberto Roque Díaz de León, secretario de Desarrollo Económico:
Las anomalías registradas en materia laboral ''han sido atendidas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Hay mucha información encontrada en ese tema pero puedo asegurar que existen ciertos lugares en la maquila en la que se están peleando la mano de obra... entonces no dudo que haya casos de ese tipo, hemos sabido de casos, pero la representante de la Secretaría del Trabajo ha intervenido. Nuestra responsabilidad es generar más y mejores empleos, con empresas competitivas que se 'jalen' a los trabajadores con mejores sueldos y entre más empresas haya el trabajador tendrá más opciones'', argumentó.
Cada día hay más ofertas de trabajo para los guanajuatenses, afirma por su parte el gobernador Ramón Martín Huerta, quien al preguntarle en torno a la reticencia de los empresarios por aceptar un sindicalismo activo o real responde: ''Guanajuato goza de paz y tranquilidad laboral; desde luego tenemos el problema de la desigualdad (y) muchas veces el descuido de las prestaciones, pero ahí están las cifras y podrá ver que es bajísmo el índice de huelgas porque hay un trabajo muy intenso en la conciliación laboral''.
Coyotes ofrecen éxito en el proceso, a cambio de 25% del finiquito
A nivel local sólo está registrada una huelga, estallada en una pequeña empresa promotora de calzado que da empleo a 30 trabajadores; fuera de ello, ''todos los contratos colectivos se revisan en tiempo y forma, aunque en algunas áreas el sindicalismo no es muy activo'', afirma Daniel Cabeza de Vaca, subsecretario de Gobierno de Guanajuato y responsable del área laboral en la entidad.
Dice que el rechazo de ''algunos'' empresarios a los sindicatos es una ''tendencia natural'', de cuyas anomalías se encarga directamente la Procuraduría de la Defensa del Trabajo. ''Aquí hay una relación armónica entre trabajadores y patrones", aunque reconoce ųen respuesta a los señalamientos del FATų que existen ''algunos casos'' aislados en los que las empresas prefieren retirarse antes de pactar otras prestaciones.
El mayor número de demandas interpuestas en los tribunales laborales de Guanajuato son de tipo individual, particularmente por despido injustificado, aunque los trabajadores afectados deben sortear, además del proceso en sí mismo, a numerosos abogados de dudosa procedencia que los interceptan a la entrada de la junta.
Aun cuando la semana que terminó fue periodo vacacional en la junta local de León, al intentar solicitar información sobre un supuesto caso de despido, esta reportera fue abordada por dos personas que se presentaron como abogados, mejor conocidos como ''coyotes'', quienes ofrecieron ''éxito'' en el trámite por una ''modesta'' comisión de 25 por ciento sobre el finiquito del trabajador: ''Mira, aun cuando el patrón no te haya inscrito en el Seguro Social... no te preocupes, sí se puede ganar, esa situación es muy frecuente aquí y hemos ganado, te vamos a orientar sobre lo que necesitas decir en la audiencia'', aconsejó uno de los ''abogados''.
El caso HILSA
En diciembre de 1998, Jorge Luis Legorreta, dueño de Hulera Industrial Leonesa (HILSA) se declaró en quiebra y, sin más, desapareció. Por ello, la única alternativa de los 170 obreros de la planta, con antigüedad laboral promedio de 20 años, fue estallar la huelga para evitar que el resto de los acreedores se apoderara de los bienes de la fábrica.
La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) declaró la imputabilidad del patrón, es decir, sentenció a Legorreta al pago de salarios caídos y reabrir la fábrica o, de lo contrario, pagar a los trabajadores la indemnización correspondiente. Sin embargo, este empresario evadió su responsabilidad y sencillamente instaló otra hulera en la misma región.
Año y medio después, un grupo de aproximadamente 50 obreros permanecen en pie de lucha en espera de que la JFCA evalúe el valor de la maquinaria de HILSA y se proceda así a la entrega de la misma a los huelguistas.
Para los trabajadores el "engaño y abuso" del patrón ha representado una estrepitosa caída en su nivel de vida, por lo que muchos de ellos han tenido que emplearse, en el mejor de los casos, en otras fábricas huleras, maquiladoras de la periferia de León o "entrarle a lo que sea" en oficios varios.
Sin embargo, no se dan por vencidos y confían en la pronta solución del conflicto pero sobre todo en recuperar la planta e integrar una cooperativa de trabajadores debido a que la mayoría de ellos rebasan los 50 años de edad y saben que por esta circunstancia es prácticamente imposible colocarse en otra fábrica.
"Nosotros no provocamos este conflicto, el patrón sencillamente se fue. Por ello es tan importante formar una cooperativa, es decir, vender nuestra mano de obra a nosotros mismos y demostrar que sí se puede salir con dignidad ante los abusos de los empresarios", señaló Eladio Abundiz, integrante del comité de huelga que encabeza el Sindicato Ricardo Flores Magón, afiliado al Frente Auténtico del Trabajo.
Los trabajadores siguen en guardia frente a HILSA. Entre unos y otros se ayudan y buscan la solidaridad con sindicatos porque "si no ganamos ésta adonde nos vamos a ocupar después", expresan Leonardo López, Inocencio Mora, Trinidad Magaña, Manuel Rodríguez, todos ellos con más de 30 años de antigüedad en la fábrica en huelga.
Otros, los más jóvenes ųcon 10 y 15 años de trabajo en HILSAų relatan que ellos "se las ven duras" y más ahora que se acerca el periodo de compra de útiles y uniformes escolares. "Sí hay desesperación, hay hambriadas, malpasadas, frío, lluvia, pero de aquí nadie nos mueve, se nos tiene que hacer justicia, Ƒo no?" (Fabiola Martínez)