MARTES 1o. DE AGOSTO DE 2000
* Astillero *
* Julio Hernández López *
Resulta imposible separar la nueva fase de los enfrentamientos empresariales entre Carlos Slim y Roberto Hernández de la insólita condición privilegiada que ha comenzado a dibujarse a favor del dueño de Banamex en el entorno foxista, donde se reproduce ya, acaso inclusive en mejores condiciones, la intimidad con el poder que el banquero ha tenido durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Ciertamente, Hernández ha vivido intensos momentos acuáticos y terrestres con el hombre que hoy hace maletas en Los Pinos, pero no han sido menos sintomáticos los detalles que con extraordinaria rapidez le han llevado a la condición de primerísimo amigo del virtual presidente electo.
Hernández ha acreditado en pocos días una cercanía extraordinaria con quien fue su compañero de estudios. Primero, al prestarle el paraíso caribeño de Punta Pájaros para que descansara en compañía de su familia, en un episodio todavía insuficientemente claro, en el que se llegaron a establecer testimonios de una presunta reunión privadísima entre el Presidente en funciones y su virtual sucesor, encuentro este que ha sido desmentido de manera categórica por el hombre de las botas.
Pero hubiera sido para una cita de tal magnitud, a la que la imaginación popular ha agregado al omnipresente Carlos Salinas como presunto tercer convidado, o simplemente para descansar, lo cierto es que Fox ha mostrado confianza plena en Hernández para tales efectos de índole vacacional y, también, para otros que se relacionan abiertamente con el ejercicio del poder, como es el préstamo de la residencia de Reforma, en Lomas de Chapultepec, donde actualmente despacha quien este día 2 será declarado formalmente presidente electo.
Tales muestras de generosidad pretenden ser asumidas por Fox como totalmente desinteresadas e intrascendentes, de- seando borrar con la pura fuerza de las palabras la inevitable sensación de que tales apoyos explícitos tienen, como en todas partes del mundo, en todos los procesos políticos, claras intenciones de esos magnates financiadores de influir en las decisiones políticas que les interesen y en obtener dispensas, concesiones o buenos tratos que les permitan recuperar y multiplicar las sumas de dinero, los espacios vacacionales o las oficinas prestadas con las que favorecieron a los personajes de su promoción.
Armado de tal apoyo botístico, Hernández ha restablecido litigio contra Carlos Slim, otro personaje emblemático de la concentración mexicana de la riqueza. Slim ha gozado también de los favores palaciegos, aunque esto fue sobre todo cuando Carlos Salinas presidió el país. El proceso de privatización de Telmex sigue siendo motivo de suspicacias populares, a pesar de que en el terreno jurídico y formal no existan fundamentos que avalen tales versiones corrientes que insisten en asociar la siempre creciente riqueza de Slim con la figura de Salinas de Gortari, al grado de decirse que los negocios de éste tienen como denominación la de la chispeante empresa restaurantera llamada Carlos & Charlie.
En ese entorno se ha dado la nueva reyerta entre Hernández y Slim, a propósito de las condiciones con las que se presta el servicio telefónico en México. En Estados Unidos ha prosperado la idea de revisar tales condiciones, con la sospecha de que constituyen una práctica monopólica, y el gobierno mexicano ha reaccionado presentando un frente unido en defensa de la manera como la compañía de Slim opera.
No es sólo una confrontación empresarial, sino también la colisión de intereses políticos y grupales tras los cuales están alineados personajes de la vida política de sexenios pasados, presentes y futuros.
No es desdeñable el dato de que Fox, como era de esperarse, ha restado importancia a los hechos que le vinculan en un ámbito de gran afecto con un personaje como Hernández, que ha sido involucrado negativamente por adversarios políticos poderosos (como el entonces gobernador de Quintana Roo, el prófugo Mario Villanueva, en asuntos densos y oscuros) y por simples ciudadanos que se sienten agraviados en sus derechos comunales por la expansión del imperio de Hernández en el sureste y en otras zonas del país.
Fox, buscando desesperadamente a Víctor Flores
El bravucón del Bronx priísta, Víctor Flores, dijo en Monclova, Coahuila, que fue en realidad Vicente Fox Quesada el interesado en hablar con él sobre asuntos ferrocarrileros.
Según eso, se habrían topado fortuitamente en semanas pasadas, ya que el diputado priísta tiene oficinas en el mismo hotel en el que despachaba el virtual presidente electo (los rieleros habrán sido despojados de su trabajo y recontratados al peor estilo del porfirismo, y estarán muriéndose de hambre, pero su líder atiende esos problemas desde un espacio de superlujo en el Fiesta Americana).
"Me acerqué a saludarlo, me identifique como líder de los ferrocarrileros y se mostró interesado en conocer algunas situaciones en torno a los trabajadores. Me pidió una tarjeta. En ese momento no traía, y entonces me pidió que en un papel le anotara mis teléfonos. Me dijo que había algunas cosas qué platicar con más detalle, y quedó de llamarme luego", explicó el porril usufructuador de las desgracias de los ferrocarrileros.
Lo que presenciaron ese día los reporteros que cubrían las actividades de Fox fue distinto. Afanoso, el citado Flores se presentó al paso del guanajuatense y se puso "a sus órdenes". El candidato presidencial triunfante no supo ni quién era el obsequioso que le había saludado. Uno de sus acompañantes le dijo que era Víctor Flores, el líder de los ferrocarrileros, uno de los principales personajes del bajo mundo de San Lázaro. Fox entonces soltó una llamativa carcajada. "El madreador, madreado", sintetizó con maestría uno de quienes rodeaba en ese momento a Fox. Pero ahora resulta que, según eso, el afanoso, el buscador de tarjetas o de papelitos telefónicos fue Fox.
Astillas: Hoy deberá tragar sapos blanquiazules Leonardo Rodríguez Alcaine, pues visitará al virtual presidente electo, Vicente Fox, quien a su vez deberá poner a buen resguardo todo lo relacionado con parentelas de género femenino, pues bien sabidas son las andanzas verbales del expropiador cetemista de hermanas que hoy habrá de aparecer, a su octagenaria edad, como manso corderito a nombre de la central que fundaron cinco lobitos... Además del galán otoñal, visitarán a Fox otros gerentes de franquicias obreras... Sería un buen paso del nuevo gobierno federal el regresar a los soldados a sus cuarteles en materia de lucha contra el narcotráfico, tal como lo propusieron ayer los comisionados para los asuntos de seguridad y justicia del equipo foxista... En el PRI se reúnen los cuadros directivos para hacer tardías revisiones de lo que ha significado el neoliberalismo para el país. O al menos eso dicen oficialmente, luego de sesiones privadas de discusión en la que participaron ayer dirigentes de los comités estatales, coordinadores de bancadas legislativas estatales y directivos nacionales de lo que va quedando del tricolor... Quince millones de pesos es la fortuna familiar de Oscar Espinosa. Habrá que ver quién y cómo rebate las cifras y los datos que el secretario de Turismo ha puesto sobre la mesa... Terrible e increíble la ignorancia de Martha Sahagún respecto a los asuntos centrales de la comunicación social. En la entrevista que Elena Gallegos y Juan Manuel Venegas hicieron en La Jornada a la vocera de Vicente Fox, se mostró preocupantemente desconocedora de los temas esenciales de esa materia, que no consiste, desde luego, en contestar 160 llamadas diarias por teléfono, ni en supervisar boletines de prensa ni en confundir relaciones públicas con comunicación social. Entre otras cosas, dice la señora Sahagún que los medios deben autorregularse y no supo qué postura firme asumir respecto a las posibilidades de reglamentación que han impulsado miembros de su propio partido.
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