LUNES 31 DE JULIO DE 2000

* Será instancia de defensa mutua: Ortiz Quesada


La comisión fronteriza de salud combatirá tuberculosis y sida

* La estrategia está fundamentada en datos recientes de la OPS

Carolina Gómez Mena * La Comisión Fronteriza de Salud México-Estados Unidos, instituida hace una semana por los secretarios del ramo de ambas naciones, José Antonio González Fernández y Donna Shalala, respectivamente, además de ser una instancia de apoyo entre los dos países es de defensa mutua, pues contribuirá a generar políticas que disminuyan la exportación de tuberculosis por parte de nuestro país al vecino del norte y de VIH/sida de esta nación a la nuestra, manifestó el doctor Federico Ortiz Quesada, secretario técnico de la citada comisión.

En entrevista con La Jornada, Ortiz Quesada informó que el postulado anterior se basa en que los últimos datos proporcionados por la Organización Panamericana de Salud (OPS) establecen que en Estados Unidos existen poco más de 19 mil 851 casos de tuberculosis, 32 por ciento de ellos registrados en la franja fronteriza, en tanto que en México, cuya población es casi tres veces inferior, el total de casos es de 23 mil 571, 23 por ciento de ellos concentrados en el límite norte.

Por cuanto a la tasa nacional, se manifiestan alrededor de 48 casos por cada cien mil habitantes, mientras que en Estados Unidos 3.6, en tanto que en el área fronteriza el panorama es de 7.2 y 0.6, respectivamente.

Nueva modalidad de

tuberculosis multirresistente

El especialista agregó que el problema principal no es sólo la frecuencia de la enfermedad, sino que ésta se manifiesta en una nueva modalidad multirresistente, es decir, que no responde a los clásicos tratamientos con antibióticos, por lo que quienes la contraen generalmente fallecen.

Explicó el doctor Ortiz Quesada que, según investigaciones, la renuencia del bacilo de Koch (virus que origina la tuberculosis) se debería a tres causas: mal manejo médico de la enfermedad, tratamientos cortos que sólo refuerzan la virulencia del agente, o bien a una mutación de éste.

Indicó que debido a que la tuberculosis en un padecimiento vinculado a la pobreza, y a que en México aún existen altos índices de ésta, Estados Unidos está muy preocupado por el avance de la enfermedad en nuestro país "no sólo por razones humanitarias, sino también por conveniencia propia", pues cada caso les demanda un costo en tratamiento de casi 200 mil dólares.

En este punto detalló que el gobierno del vecino país está consciente de que la migración hacia sus tierras es un factor que propaga este mal en su territorio y que además el fenómeno tiende a incrementarse, ya que aunque la población del área fronteriza es de 12 millones, cada año esta experimenta un alza de 25 por ciento.

Precisó que en cuanto al VIH/sida, el total de casos se ubica en 91 mil, en tanto que en nuestro país casi asciende a 13 mil y en el límite norte a 829 casos de nuestro lado por mil 636 de ellos, siendo la tasa de 6.4 en el área mexicana y 9.4 en la estadunidense.

Mortal combinación del

bacilo de Koch y el VIH

En torno a la convivencia de tuberculosis y VIH/sida en la frontera, el doctor señaló que la combinación de estos dos males es muy compleja y sobre todo mortal, porque contraer tuberculosis acelera las posibilidades de desarrollar sida en el caso de los seropositivos, al tiempo que a quienes ya lo padecen les acorta el tiempo de vida, ya que al no haber respuesta inmune suelen fallecer por tuberculosis meníngea.

Subrayó que dado que el área fronteriza entre México y Estados Unidos, además de ser la más extensa del mundo (3 mil 400 kilómetros), es también una de las más complejas y pobladas, es una especie de caldo de cultivo para la propagación de enfermedades, pues allí se dan contactos de todo tipo.

Según Federico Ortiz Quesada, "si bien ellos se están defendiendo, también es cierto que nos están defendiendo", pues el intercambio de enfermedades demuestra que esta problemática no puede atenderse localmente porque los padecimientos no reconocen límites.

Asimismo, aclaró que la comisión elaborará normas políticas contra el incremento de enfermedades en la zona fronteriza y hará recomendaciones a los gobiernos de ambas naciones, pero no hará labor médica directa, porque eso será competencia de las instancias de cada nación. Sostuvo que los 24 millones de dólares son una inversión inicial, pues este programa demandará mucho más: "son miles de dólares", enfatizó.