LUNES 31 DE JULIO DE 2000
* CIUDAD PERDIDA
* Miguel Angel Velázquez *
* En el TEDF, un fallo en disputa
* Tras los equilibrios en la ALDF
Para el Tribunal Electoral del Distrito Federal ninguna presión, proveniente de cualquier parte, será tan pesada como el fallo del Instituto Electoral a favor de otorgarle al PAN el control de la Asamblea Legislativa.
Iniciar una controversia entre las instancias parece impensable, ahora que el panorama político del país se pinta de azul. Acompañar al triunfador, al ganador de la elección federal ha sido tradición para conservar la chamba.
Y quienes tienen que aplicar la ley también hacen mediciones políticas y saben que en la próxima Asamblea podrían darse modificaciones legales desde donde la chamba se puede perder. Por eso, tal vez por eso, las decisiones se den en los términos que ya conocemos.
Dentro de unos días habrá de solucionarse esto de la cláusula de gobernabilidad, pero las mediciones que se hacen desde el Tribunal Electoral del DF cierran los caminos y no parece que el fallo del IEDF pueda cambiar.
Si el TEDF decidiera apoyar el fallo del Instituto Electoral, seguramente el PRD buscará en la instancia superior echar para abajo la decisión, pero si se cargara al otro lado, lo mismo haría el PAN.
Es decir, lo que pase en el tribunal local sufrirá apelación, sea cual fuere el fallo y por eso en el mismo tribunal se apuesta al ganador, y esto porque según quienes lo conocen, el ministro José Luis de la Peza, presidente del TEPJF, es simpatizante panista.
Total, se le haga como se le haga el PRD no obtendrá, con méritos o sin ellos, el control de la Asamblea, y ello, en este supuesto, significa que el trabajo legislativo no estaría de acuerdo con el proyecto de gobierno de López Obrador.
Es más, se podría ahora hablar de contrarreformas a algunas leyes o códigos que fueron aprobados en este gobierno, pero son contrarios a las ideas de Acción Nacional, y allí va a arder Troya.
Entonces el trabajo de los perredistas dentro de la Asamblea deberá ser mucho más político de lo que pudiera pensarse. Ir a reformas mucho más profundas en cuanto a lo social, parece, ahora, impensable.
Enfrentar al pensamiento conservador desde una minoría se presenta como tarea imposible porque no nada más estará Acción Nacional; junto a ellos, como se ha demostrado históricamente, estará el PRI.
De cualquier forma el PAN no tendrá necesidad de ninguna fracción para la mayoría de las contrarreformas que pretende. Podrá hacerlo solo, como lo hizo durante el trienio que concluye el PRD.
La diferencia estará en la intención de las leyes y hacia dónde podrá irse la ciudad. Entre la gente cercana al nuevo jefe de Gobierno se dice que hay confianza en lograr acuerdos con Acción Nacional, pero también existen quienes aseguran que esa idea es totalmente ingenua, absurda, porque el PAN va por todo.
Lo que muy pocos saben es que la decisión del tribunal local podría ser una sorpresa y el magistrado que presente el proyecto de resolución tome un camino menos complicado, digamos una decisión salomónica.
Y esto Ƒqué quiere decir? Bueno, pues se trata de aquella propuesta hecha por el consejero Eduardo Huchim para romper con la llamada cláusula de gobernabilidad. En la propuesta Huchim trata de equilibrar fuerza y, en lugar de ceder mayorías, equilibra, es decir aumenta los diputados del PRI y dejan sin mayoría a cualesquiera de los partidos.
La propuesta, ya publicada en varias ocasiones, ha metido mucho ruido en el tribunal, donde aún puede suceder algo diferente a los escenarios previstos. Por eso hasta ahora, aunque se hacen cuentas, hay quienes no descartan un escenario de equilibrio, y esto puede causar ronchas.
Los pocos que saben del asunto dentro del PRD dicen que aceptarían un dictamen en ese sentido, y la gente del PAN, que mira con cierta preocupación el asunto, no lo ve del todo mal, sobre todo si los acuerdos con el Verde para el control de la Asamblea no se dan en el sentido que ellos pretenden.
Acción Nacional necesitaría de cuando menos tres verdes convertidos en panistas para tener la mayoría, es decir la coordinación de la Asamblea, y los verdes ven como un peligro que sus diputados se cambien de bancada porque aseguran que "el grande se traga al chico" y ellos, los verdes, serían los perdedores.
Y esto porque la coordinación o el control significa, entre otras cosas, la presidencia de la Comisión de Gobierno, la más importante dentro de espectro de la Asamblea. Y para conseguir el control y esa comisión se necesita, por ley, la mayoría simple, y como el PAN apenas tendría 24 diputados contra 26 del PRD, perdería esta opción.
La situación parte de la ley que establece que después de las elecciones las alianzas se rompen y cada partido deberá actuar bajo sus propias siglas, es decir los 10 verdes serían verdes y los 24 del PAN azules, por eso Acción Nacional anda pidiendo verdes prestados, pero el viejo González Torres, hasta ahora, no se ha dejado marear.
Pero no nada más es cosa del PAN, en el PRD no cantan mal las rancheras. La composición del grupo parlamentario de ese partido cuenta con dos diputados del PCD, uno de Convergencia por la Democracia, uno del PT, otro del PAS y uno más del PSN, es decir, seis. Sin éstos, el PRD apenas llegaría a 20 y no podría rebasar al PAN con sus 24 azules, y ya hay quien desde el PCD pretende conjuntar a los chicos para salirse de la siglas perredistas, y eso sería grave.
En fin, todo parece indicar que el equilibrio sería los menos complicado para todos y eso, el equilibrio, aunque se dude, puede darse.