LUNES 31 DE JULIO DE 2000

* Cientos visitan la ranchería de calles lodosas cada fin de semana


El guanajuatense, fuente de turismo para San Cristóbal

Juan Manuel Venegas, enviado, y Martín Diego, corresponsal, rancho de San Cristóbal, Gto., 30 de julio * Esta ranchería, de lodosas calles y probrísimas viviendas, empieza a atraer turismo. Sí, a partir del sábado 8 de julio, cada fin de semana llegan visitantes de todo el país que, cámara o video en mano, buscan grabar su imagen al lado del hombre que acabó con 71 años de gobiernos del PRI. Vienen "exclusivamente" con ese fin, y a conocer "en persona" al futuro presidente que, complaciente, acepta la pose.

Vienen de Colima, Sinaloa, Durango, Jalisco, estado de México. Hay una familia del Distrito Federal y, por supuesto, no faltan las familias leonesas que, enteradas de que "Vicente comulga todos los domingos" se trasladan a San Cristóbal, sobre todo hoy, que es además la fiesta del pueblo.

La escena se repite, como hace una, dos semanas. Minutos antes de las diez de la mañana, el atrio de la parroquia está ya colmado de turistas, reporteros y decenas de lugareños que van a saludar al "patrón Fox" que, quién lo dijera, ocupará la silla presidencial a partir del próximo 1o. de diciembre.

Y apenas se le ve cruzar la puerta de la casa de doña Mercedes Quesada, como catapulta, todos se lanzan en busca de la foto, el saludo, el autógrafo, el compromiso, el abrazo... la declaración de prensa que, otra vez, no llega. También le entregan expedientes personales y propuestas "de gobierno".

La misa está por empezar y Fox no detiene el paso. Hoy aparece acompañado por su hermano mayor, José, y su hija Ana Cristina. "Voy a misa, voy a misa... ahora vuelvo", pide el candidato vencedor de los comicios presidenciales que desde el viernes por la noche se la pasó "encerrado" en su casa, dicen sus escoltas, "leyendo, estudiando... descansando".

"Voy a misa, orita salgo". Luce tranquilo Fox Quesada, pero un incidente entre una fotógrafa de prensa y el general José Armando Tamayo no deja de alterarlo. La reportera trata de cumplir con su trabajo y se acerca ųmenos de medio metroų al guanajuatense. Para el general Tamayo, al parecer, eso ya rompe la reglas y jala a la colega hasta en tres ocasiones.

ųšDéjeme trabajar! šSuélteme! šNo me jale! ųse zafaba la reportera.

El jefe de la seguridad de Fox, al ver las resistencias, se aleja dos pasos y ordena a un subalterno que retire a la reportera. Pero el futuro presidente se adelanta, toma del brazo a la reportera y serio inquiere: Ƒqué quieres?, šuna foto! šórales!, dice Fox, quien se detiene frente a la reportera, y posa ya sin sonrisa en los labios. El momento de tensión sólo se rompe con la voz de una señora, visitante de Durango, que lleva una pequeña kodak en sus manos.

ųA ver, don Vicente, una sonrisita, para que se vea más guapo.

El próximo mandatario hace una mueca y retoma el camino hacia la iglesia, donde escuchará el sermón dominical del cura Fernando García, este domingo dedicado a la "solidaridad" con los que menos tienen y a recordar que "la enseñanza de Jesús nos pide humildad y sencillez. La palabra de Jesús nos dice que lo importante no siempre será la publicidad, las primeras planas y las actitudes aparatosas y llenas de vanidad."

Impasible, todo lo escuchaba Fox.

Ya no más provocaciones

La misa terminó. Fox reaparece ya más relajado, bromea como siempre y saluda a quien se le cruza en el camino. Se "asombra" por la presencia de tanto reportero. Y entre los turistas, una mujer sinaloense lanza: "don Vicente, por favor don Vicente, hay que cambiar todo en Sinaloa, hay que acabar con toda la delincuencia, la corrupción que dejó (Francisco) Labastida".

El futuro presidente de México ųquien apenas puede caminar rodeado entre tanta genteų sólo sonríe. Ya no hay comentarios contra el ex candidato presidencial del PRI, ni amenazas ni acusaciones, menos cuando espera que "apenas regrese" de Europa, su contendiente en los pasados comicios acepte la invitación a reunirse.

No, Fox Quesada ya no cae en provocaciones. Es ahora, el "hombre de los consensos" que sigue sonriendo cuando un campesino de Lagos de Moreno le ofrece, en madera finamente tallada, una réplica en miniatura de un arado y su yugo.

ųPara que se los mandé, uno a Labastida y otro a Cuauhtémoc.

ųYo trabajé con estas cosas, de verdad ųdice Fox Quesada, dándole vuelta a la pretendida ironía del campesino de Los Altos de Jalisco.

Y sigue a paso lento, saludando al naciente turismo de San Cristóbal y también, al final a los reporteros gráficos, que le piden posar con la banda musical La Ley del Monte, del municipio de Romita, mientras entona El hijo desobediente.

ųšOjalá así sigan viniendo! Así, Ƒqué importa si hay feria o no? ųdice jocosa la dueña de la tiendita de abarrotes del jardín de San Cristóbal, convertido en atracción turística.