DOMINGO 30 DE JULIO DE 2000
* Aclaran jerarcas inquietudes de protestantes
La religión católica no tendrá privilegios en el gobierno de Fox
* La relación Estado-iglesias, de respeto: obispo Genaro Alamilla
Alma E. Muñoz * Dentro de la jerarquía católica se insiste en el hecho de que no porque Vicente Fox profese este credo significa que el próximo gobierno privilegie a esta religión por encima de otras.
Por el contrario, según argumentos del obispo de Nuevo Laredo, Ricardo Watty, cada quien "en su Iglesia puede expresar su fe pública", y Vicente Fox, en su calidad de virtual presidente electo, afirma a su vez el obispo emérito de Papantla, Genaro Alamilla, puede ir a misa y comulgar los domingos como regularmente lo hace.
Frente a las inquietudes de "masones, anticlericales, liberales y evangélicos, quienes temen que el guanajuatense impulse a la religión católica" durante su mandato, Alamilla defiende que Fox puede expresar libremente su fe hasta en tanto no se le nombre presidente de México.
El artículo 25 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, aclara el prelado, dice entre otros puntos: "Las autoridades federales, estatales y municipales no intervendrán en los asuntos internos de las asociaciones religiosas. Las autoridades antes mencionadas no podrán asistir con su carácter oficial a ningún acto religioso de culto público ni a actividad que tenga motivos o propósitos similares. En los casos de prácticas diplomáticas se limitarán al cumplimiento de la misión que tengan encomendadas, en los términos de las disposiciones aplicables".
Con esto, "nosotros pensamos que estamos viviendo una época de cambio y por tanto en este punto de religión y Estado ya se vislumbra la confirmación de una respetuosa separación entre ambas instituciones, que excluye la colaboración en determinados casos sin inmiscuirse en los asuntos internos de ellas".
Queda claro, asegura, que Fox, siendo aún candidato presidencial electo, por el hecho de participar públicamente en un acto religioso ųcomo lo hizo el 16 de julio, al acudir al Templo de la Purísima Concepción en el rancho San Cristóbal, en Guanajuato, donde escuchó misa y comulgóų "no oficializa la religión ni hay riesgos de que el Estado se convierta en confesional y deje de ser laico".
Por su parte, el obispo de Nuevo Laredo afirma: "Yo nunca he visto bien que un gobernante no pueda expresar su fe en el culto que le corresponda. Si es católico, como Vicente Fox, ya ha sido elegido con esa condición. Qué bueno que lo esté manifestando y qué bueno que en otros lugares, también a nivel municipal, se pueda expresar porque todos, como mexicanos, tenemos un fundamento de fe.
"Un presidente católico tiene que ser católico y por consiguiente prestar su servicio como tal. En este caso él tiene una fuerza especial porque cree en el Señor Jesucristo, cree en María de Guadalupe y necesariamente tiene estos apoyos para gobernar a todo el pueblo de México".