VIERNES 28 DE JULIO DE 2000
* Constantemente se violan los derechos de centroamericanos, señalan investigadores
Debe México dar ejemplo en el trato a migrantes
Triunfo Elizalde * Entre sectores del pueblo estadunidense existe la creencia de que los migrantes mexicanos gozan, de manera indebida, de los impuestos que ellos pagan, al subsidiarse los servicios públicos de salud, educación y empleo, por lo que se oponen férreamente a la presencia y a la aceptación de más indocumentados, señaló ayer Paz Trigueros Legarreta, doctora en ciencias sociales, con especialidad en población, por El Colegio de México.
Por su parte, Manuel Angel Castillo García, profesor investigador del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, también del Colmex, en su exposición sobre los derechos de los migrantes en México, habló de la grave situación que viven los indocumentados de Centroamérica al cruzar la frontera sur de nuestro país. Hizo notar que las denuncias en materia de violaciones de derechos humanos de los migrantes centro y sudamericanos "son crecientes y demandan acciones vigorosas que se traduzcan en protección efectiva de las víctimas, pero también en sanciones estrictas a los que las cometen y la erradicación de la impunidad que alienta su comisión".
Ambos investigadores de El Colegio de México dictaron sendas conferencias en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al participar ayer en la mesa redonda que en torno a los derechos de los migrantes organizó la CNDH.
Para Trigueros Legarreta, en el fondo del repudio a los indocumentados y migrantes residentes desde hace varios años está, de alguna manera, el temor a que las minorías latinas, en especial la corriente mexicana, sean cada vez mayores y un día alcancen una mayoría natural en los estados donde se encuentran grandes concentraciones de mexicanos temporales o definitivos, "lo que provoca en contra de ellos actitudes discriminatorias y xenófobas por parte de grupos racistas".
Respecto al número de migrantes e indocumentados que se calcula viven y laboran en Estados Unidos, citó las conclusiones de un estudio binacional de migrantes, que se llevó a cabo en 1997 con el apoyo de los gobiernos mexicano y estadunidense. Los residentes sumaban hace tres años 8 millones, y respecto a los indocumentados que anualmente cruzan la frontera de manera ilegal, el número aproximado es de 500 mil; la migra expulsa a unos 300 mil.
En su oportunidad, el profesor e investigador Castillo García comentó que diversas organizaciones civiles, medios de comunicación y la misma CNDH han documentado la reiterada y creciente violación de los derechos de los extranjeros (básicamente de Centroamérica) que se internan en territorio mexicano, "cuyos responsables son tanto delincuentes comunes como agentes de diversas instituciones oficiales".
Por lo mismo, dijo, se ha hecho una serie de recomendaciones con el propósito de cumplir no solamente con el ordenamiento legal interno en todos sus niveles, sino también con compromisos internacionales derivados de la adhesión del gobierno de México a instrumentos de derecho internacional, como son: la Convención para la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares y la Convención y el Protocolo de Naciones Unidas para Refugiados, "ambos ratificados por nuestro gobierno recientemente", precisó.