JUEVES 27 DE JULIO DE 2000
Ť Los cambios entrarán en vigor hasta 2002
Aprueban dirigentes regionales las reformas de Vladimir Putin
Ť Ganan tiempo para recomponer la relación con el Kremlin
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 26 de julio Ť Guiados por el pragmatismo y frente a una clásica maniobra del palo y la zanahoria, emprendida anoche por el presidente Vladimir Putin, los gobernantes regionales optaron por aprobar la variante consensuada de los cambios en el sistema de poder en Rusia, que pospone en un año y medio su entrada en vigor.
Durante ese periodo, hasta el 1o. de enero de 2002, los caciques seguirán ocupando un escaño en la Cámara alta del Parlamento y tratarán de sacar provecho a su condición de legisladores, como forma de presión para que se cumplan las concesiones que prometió Putin al presidente del Senado, Egor Stroiev.
El tácito acuerdo, que permitió que la variante consensuada lograra 119 votos a favor y tan sólo 18 en contra, incluye dos ofertas esenciales para los dirigentes regionales.
Por un lado, la promesa presidencial de convocar una asamblea constituyente que, entre otras modificaciones, incluya en la Carta Magna un llamado Consejo de Estado, que daría cabida a un buen número de los gobernantes regionales, con funciones relevantes y de alguna manera compensatorias del estatus de senador que aceptaron perder.
En segundo lugar, el compromiso de Putin de reformular la enmienda de la Duma que provocó que el Senado vetara la tercera ley del paquete de iniciativas, la relativa al derecho que negaron los diputados a los gobernantes de revocar a los presidentes municipales en sus regiones, sus principales rivales en la lucha por el liderazgo a escala local. El mandatario ruso ofreció devolverles ese derecho, ejerciendo su derecho al veto, si la Duma no está de acuerdo en dar marcha atrás e instalar una comisión de conciliación en la materia.
Concedida la zanahoria, el palo -el recorte paulatino y no inmediato del poder de los líderes regionales- resultó menos doloroso. Por ello, y ante la determinación de la Duma de celebrar un eventual periodo de sesiones extraordinario lo antes posible, los senadores cedieron a la tentación de vetar la variante consensuada, que -como apuntó Stroiev para convencer a sus compañeros de Cámara- podría derivar, con el apoyo del Kremlin, en la entrada en vigor de una versión menos favorable y ya desde el próximo 1o. de febrero.
Al haber aprobado la variante consensuada, obtienen facultades que les había quitado la Duma, como nombrar y remover a los nuevos senadores en representación de sus regiones, decisiones personales que sólo pueden venirse abajo con dos tercios de los votos en las asambleas legislativas locales.
Asimismo, ganan tiempo -un año y medio- para intentar recomponer su relación con el Kremlin, en el inevitable forcejeo que se dará en torno a la prometida creación del Consejo de Estado.
La Cámara alta tiene todavía muchos recursos para entorpecer la labor del gobierno, que no se usaron en la aprobación de la reforma fiscal porque, entre otras razones, ésta conviene a la mayoría de las regiones de la Federación, que recibirán más subsidios.
Nueva redistribución de recursos
El nuevo criterio de redistribución de recursos, que establece que las regiones deberán entregar al presupuesto federal 70 por ciento de su recaudación, afecta únicamente a las zonas más ricas, como Moscú, San Petersburgo o Nizhny Novgorod.
Las enmiendas al Código Fiscal, que serán aplicadas desde el próximo 1o. de enero y servirán de base para elaborar el presupuesto federal de 2001, fueron aprobadas con 115 votos favorables, frente a 23 en contra.
A juicio de los gobernantes regionales, las bondades de la nueva legislación en materia fiscal tendrán que traducirse en cifras concretas en los respectivos apartados del presupuesto federal del próximo año, cuyo borrador será discutido este jueves por una comisión trilateral integrada por representantes del Consejo de la Federación, la Duma y el gobierno.
El mandato de los representantes del Senado es muy claro y fue especificado en el punto de acuerdo que acompañó la aprobación de la reforma fiscal. Según éste, "el Ministerio de Finanzas deberá asignar subsidios adicionales del presupuesto federal para compensar la me qse causará a los presupuestos de cada región".