MIERCOLES 26 DE JULIO DE 2000
Ť Los seleccionados deben pensar en representar a México, antes que en las primas
Lapuente, contra la pared; 16 de los 18 clubes desean su salida
Ť Hay que escucharlo primero: De la Torre Ť A lo mejor removemos a todos, advierte Lebrija
Miguel Angel Ramírez Ť Aunque la mayoría de los clubes de Primera División se pronunció ya por la destitución del técnico nacional Manuel Lapuente, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Alberto de la Torre, indicó ayer que primero deberán platicar con el entrenador antes de tomar una decisión. Rafael Lebrija, titular del circuito de honor, aseguró, por su parte, que tal vez no sólo decidan remover a una persona, sino "a todo mundo" en el Tricolor.
Tras lo sucedido el domingo en Trinidad y Tobago, trascendió que se recogieron las opiniones de los 18 presidentes de clubes de Primera División y 16 de ellos pidieron el cese de Lapuente. El problema del entrenador no es en sí la eliminatoria mundialista (nadie duda que se clasificará a la siguiente ronda con los tres siguientes partidos en el Azteca), sino que perdió el manto protector de Televisa, luego de la separación de Alejandro Burillo Azcárraga de la empresa.
Pero, mientras tanto, Hugo Enrique Kiese, responsable de la Comisión de Selecciones, acudió ayer a la reunión con el Consejo Nacional de la FMF. Al abandonar las instalaciones, señaló que presentó un informe de la gira realizada, y que existe inquietud entre los dirigentes "en relación con el rendimiento de la selección", pero no hubo ultimátum ni cuestionaron la permanencia del técnico o de él en el Tricolor. Aseguró que el apoyo lo siguen teniendo, y "ni siquiera hubo necesidad" de que se lo dijeran.
Alberto de la Torre informó que acordaron citar a Lapuente para charlar con él y tomar así decisiones, a fin de que la selección pueda cumplir con su meta de clasificar al Mundial 2002. Señaló que aún no se define el día, pero será en el transcurso de esta semana.
El directivo rechazó hablar de alguna medida, porque "no tenemos el informe del técnico", pero puntualizó que no se trata de si les temblará la mano o no, sino de "tomar decisiones que convengan a la selección". Agregó que desean saber qué es lo que pasó, aunque lo más importante para ellos es enterarse "qué es lo que viene".
Llegó a molestarse por la insistencia de que no se tomaban decisiones ante lo evidente: los fracasos del Tricolor. Puntualizó que lo que ellos exigen "es que se juegue de acuerdo con la jerarquía del futbol mexicano", pero mientras no platiquen con Lapuente era "bordar en el vacío".
Negó que se haya realizado algún sondeo entre los presidentes, y también conocer una reunión que el presidente del América, Javier Pérez Teuffer, confió que tendrían el pasado lunes unos presidentes de clubes. "Habrá que preguntarle a Javier, no estuve presente", anotó.
Eso sí, aceptó que la inconformidad por los últimos resultados es unánime, e interrogado sobre qué tan seguro puede estar Lapuente en su puesto, respondió que lo dirán hasta después que lo escuchen.
-ƑPuede estar tranquilo?
-No, debe estar ocupado. Trabajando en mejorar a la selección.
Lebrija, insistió en que deben escuchar a Lapuente primero para no tomar una decisión unilateral, y añadió que analizarán la situación y a la mejor no remueven a uno, "sino a todo mundo".
El titular de la Primera División arremetió más contra los jugadores. Aseguró que primero deben pensar en representar a México, porque "las primas vienen después". Para él, las recompensas económicas son "siempre jugosas" y hasta se animó a confirmar que los seleccionados tienen prometido un premio de 20 mil dólares, cada uno, si superan la primera ronda de la eliminatoria. Aunque ya hubo una variante, pues si no logran el boleto a la Copa del Mundo no recibirán la recompensa.
Hizo hincapié también en los grandes sueldos que les pagan, pero rechazó a revelar cifras, con el argumento de que así se los piden los jugadores.
Por otro lado, informó que el comité directivo de la rama tomó una decisión en el caso de Cesáreo Victorino. Luego de recibir el informe del médico Rogelio Revueltas (independiente de Tecos y Monterrey, los clubes en conflicto), acordó que Victorino no tiene problemas para jugar, pues el galeno no encontró ninguna evidencia "clínica ni neurofisiológica de alteración funcional detectable".
Monterrey no puede deshacer la contratación, a menos que desee pagar una indemnización de 20 por ciento del valor de la transferencia, que fue de casi 3 millones 750 mil dólares.
Victorino lucía feliz con la noticia, aunque estaba seguro de que Monterrey pagará la multa y, como no desea jugar con Tecos, negociaba para ser colocado en otro equipo. Tiene una salida: ser registrado en Segunda División con carnet único, para así pasar a cualquier club de Primera División.