LUNES 24 DE JULIO DE 2000
* José Cueli *
Acosta y El Zotoluco, štoreros!
La ciudad de las grandes palmeras, cercada de naranjales que aspiran los aromas mediterráneos, en el seno envidiado de sus vientos, la del poético rumor, fue testigo de la resurrección del toreo, a manos de un picador mexicano, Efrén Acosta, que marcó el "puyazo de la temporada española a un Victorino, en el redondel de la Plaza de la calle Xátiva, en el centro de Valencia torera.
A la hora en que el mar Mediterráneo se fue a dormir, este hechicero picador se dejó venir al Victorino desde el centro del ruedo y salió volando. Desastrado y maltrecho, volvió al caballo y de nuevo citó de largo, con la garrocha en alto y šoh milagro! resucitó la suerte de varas, que es la principal del toreo. Un puyazo en todo lo alto hasta vencer al bravísimo Victorino y salir por delante de él.
Efrén Acosta entró en el paraíso de los grandes toreros. Citó a la distancia, embarcó al Victorino, que se crecía desde su encastada nobleza, lo templó y remató por delante, y a salir airosamente al ritmo de las brisas cadenciosas del Mediterráneo dormido, al que despertó y le hizo vivir su antiquísima historia.
Y cual mandan los cánones del toreo, Efrén Acosta dejó a los toros de don Victorino Martín listos para que El Zotoluco mostrara su maestría ųdespués de brindarle un toro a su enorme picadorų, cortara orejas y se lo llevaran en hombros hasta el mar a soñar en la playa con toros jaboneros, zainos o berrendos en colorao... En especial esos jaboneros que toreó para darles baños salados a los ases de la torería española, que no quieren ver ni en pintura a toros como los Victorinos.
En la plaza de Valencia los toros Victorinos aparecieron arrancado muerte y los toreros mexicanos con desdoblar interior revivificaron la fiesta brava, dándole su carácter trágico, de teatro y verbena de la muerte, donde el pueblo se emociona al ver la sangre sobre la arena, mientras patalean caballos ciegos en el ruedo y los alternantes de El Zotoluco (Moreno e Higares) acababan en la enfermería junto a nuestro Efrén Acosta.
No es torero de florituras El Zotoluco, pero es torero; ni más ni menos. Por tanto necesita toros, no chivos, para lucir su torería y acabar con los bonitos pegapases, "como lo ha hecho en la España torera... Esperamos que las nuevas autoridades acaben con el nefasto juego de becerrones despuntados en la México y luzca El Zotoluco. Ayer, en el inicio de las novilladas más de lo mismo, pero con nuevos veterinarios... Habrá que ver los resultados. Por lo demás, ni Bernáldez, ni Cúchares, ni Saborit destacaron... En el ambiente taurino sólo Acosta y El Zotoluco". šEnhorabuena toreros!