LUNES 24 DE JULIO DE 2000
* CIUDAD PERDIDA
* Miguel Angel Velázquez *
* Zedillo: agravios por su foxismo
* Vicente Fox Ƒseductor de priístas?
Ya suena entre algunos políticos de viejo cuño, pero suena más y mejor entre los priístas militantes: "Que Zedillo se convierta en el nuevo presidente del PRI", para que reconstruya lo que destruyó.
Aunque sería una prueba de lealtad hacia el partido que le dio todo, hasta la posibilidad de hacerlo añicos, para los muy pocos priístas convencidos de su organización, convertir a Zedillo en priísta sería algo más que una venganza, sería el justo remedio a la invasión de los tecnócratas, sería el fin.
Y es que Zedillo dejó de ser, a partir del 2 de julio, el primer priísta de México para convertirse en el foxista número uno del país, y eso es un agravio constante, diario, para muchos militantes de verdad.
Las tentaciones son muchas. Los priístas serios, casi todos, han recibido llamados del equipo de Fox o del mismo Fox, para tratarlos de incorporar a su equipo.
Pero luego de escuchar una y otra vez no y no, los personeros de Fox encajan una pregunta certera. "No me digas que trabajaste a gusto y de acuerdo con tu Presidente actual y si aguantaste todo este tiempo sin chistar por qué no aguantar otro poco".
Después vienen las propuesta económicas, la seducción. El equipo de encantadores de serpientes de Fox va sobre la presa y quiere conquistarla a cualquier precio, pero no todos han caído y poco a poco se ha ido construyendo una resistencia contra la seducción.
Pero además, esos mismos priístas, que no quieren abandonar a su partido, también empiezan a unir coincidencias para seguir en la política sin necesidad de hacer de la grilla su modus vivendi.
Y es que las lecciones de la elección aún no terminan, prueba de ello es lo que pasó el pasado viernes 14 en la casa del embajador de Francia en México, Bruno Delaye.
Allí, en el festejo de la Revolución Francesa, arrinconado en el jardín, Porfirio Muñoz Ledo se movía solo, sigiloso, sin que nadie se le acercara y poco antes de que el embajador diera su discurso, en el que por cierto le sobó el lomo al libre comercio, Porfiriox, como le llamaron algunos de los muchos que lo ignoraron, manoteaba, gritaba, siempre con la cabeza metida entre los hombros y anunciaba su retirada para despedirse de una concurrencia indiferente. Nadie le pidió quedarse, y se fue.
Días después, en otra reunión, esta vez en la embajada de un país sudamericano, decía una y otra vez que él no se equivocó en cuanto al triunfador de las elecciones, pero no había quien lo atendiera y por fin calló, y cayó. Así me lo contaron.
Y es que en la historia de las traiciones, cada quien lleva su carga y por eso Fox, el que prometió el cambio, seguirá por el mismo camino, por la ruta del neoliberalismo, aunque como Salinas, advierte que el suyo, su neoliberalismo, tendrá un carácter más social como aquel de Salinas, aquel liberalismo social tan anunciado, tan injusto, tan criminal.
Entonces, la gente que buscó terminar no nada más con el PRI en el gobierno, sino con un sistema de gobierno que los ahoga, sentirá sobre sus hombros el peso de un voto a favor de Fox, pero en su contra, es decir se sentirán traicionados y sabrán quién es el traidor.
Fox en los hechos lo deja claro. El hombre más importante, hasta ahora en su gobierno, es Mr. Luis Ernesto Derbez, doctor en economía por la Universidad Estatal de Iowa, sucursal, por decirlo de alguna manera, de la Chicago, pero más que eso, un hombre creado y educado en las entrañas del neoliberalismo, es decir el Banco Mundial, donde laboró durante casi tres lustros.
Esto aunque habrá quien se acomode y no quiera criticar a Derbez como criticó en su momento a un personaje muy parecido: a Córdoba Montoya, el cerebro maligno del gobierno salinista.
Pero aquí no para la larga fila de traiciones. ƑQué me dicen del PRD? Eso sí mueve a carcajada. Los necios perredistas no quieren entender que la señora Amalia García no quiere dejar la silla.
Y entonces utiliza a sus fieles para culpar a quien sea de su muy mal trabajo, el cual, por las circunstancias del momento, se ha calificado de traición. Esa es la historia de Eloí Vázquez, un personaje oaxaqueño quien está acusado en la Comisión de Garantías y Vigilancia por querer alterar las actas a favor de la actual presidenta del PRD, en las votaciones de aquella elección sucia que tanto le ha costado a ese partido.
De cualquier forma, cada vez huele más feo eso de no querer retirarse. Las preguntas son muchas, los perredistas entienden que Amalia debe irse y que ella también lo entiende, pero Ƒcuáles podrían ser la razones de su necedad?, eso sólo ella lo sabe.
Es verdad que en política la traición es parte de lo cotidiano, lo malo, lo grave es que siempre quedará en la historia.