LUNES 24 DE JULIO DE 2000

* No hay nota que dar, comentó a reporteros


Fox comulgó y montó a caballo en su rancho de San Cristóbal

* Estrenó grupo de escolta del Estado Mayor Presidencial

Juan Manuel Venegas, enviado, y Martín Diego, corresponsal, San Cristóbal, Gto., 23 de julio * ''šQuihúbole amigocho...! Orale, ya va a empezar la misa, švuélale!'', jaló Vicente Fox Quesada a un pequeño de no más de cinco años que se acercó a saludarlo en el atrio de la iglesia del rancho de San Cristóbal. ''Fox, Fox... šcómo estás!'', fue la voz infantil que detuvo el paso del futuro presidente.

Es misa de diez. Devoto, Fox Quesada fue a comulgar luego del obligado acto de contricción. Entre rezos, escuchó el sermón del cura Fernando García: ''todos los que gobiernan también tienen una responsabilidad que cumplir con Dios...'', momento que el sacerdote aprovechó para raspar a los reporteros que se mueven de un lado para otro y alteran el silencio de su recinto: ''los que gobiernan también tienen derecho a descansar y los demás están obligados a respetar ese derecho''.

Intento fallido del de la sotana por querer hacer privado un acto que el propio Fox se ha encargado, desde su campaña, de hacer público y cuando no, hasta político. Las cámaras tomaron, pues, al candidato vencedor de los comicios presidenciales del 2 de julio.

Y no se amilanó, tampoco se molestó, a pesar de que previo a su ingreso al pequeño templo católico pidió a los informadores: ''acá afuera las fotos que quieran; allá adentro no, por favor, hay que respetar...''. Pero el hecho religioso hoy nuevamente traspasó los linderos de lo privado y así lo debió entender Fox, que al salir se mostró sonriente y platicador, tal y como entró.

A decir verdad, parece que el virtual presidente electo no ha variado su trato con la gente. De jeans y camisa de mezclilla, pareciera que sigue en campaña este agroindustrial que sigue hablándose de tú con los campesinos y niños de San Cristóbal, la región de sus propiedades.

ųToma Vicente, te lo regalo ųdice un niño estirando su mano con un algodón de azúcar.

ųGracias amigocho...

Las mujeres del lugar lo buscan, se acercan a abrazarlo, le desean suerte... alguna de ellas llora cuando le recuerda: ''soy ranchera de aquí, como usted, y espero que nos apoye, que no se olvide de uno''.

Fox, que estrena escolta del Estado Mayor Presidencial, se deja querer. A todas y a todos atiende. Los guardias caminan discretos, a medio metro de distancia. Bromea con los enviados:

ųƑDónde durmieron?

ųAquí...

ųAh, pues hay que ponerles ya un hotel... je, je, je.

No hace declaraciones. Dice que no hay nota que dar. ''Ya leí La Jornada de hoy. Ahí dice que no hay información, y es verdad, cuando tenga nota que dar, inmediatamente la doy... así está bien, eso es lo mejor''.

Una jocosa colimense se cruza en el camino rumbo a la casa de doña Mercedes Quesada, la madre del candidato electo que hoy ųpor cumplir con otras actividades en Leónų faltó al rito familiar religioso.

ųSeñor Fox, una foto, vengo de Colima, šuna foto! Estas son sus hijas, qué lindas (dice refiriéndose a Ana Cristina y Paulina). ƑCuándo van a Colima?

ųNomás inviten y nos preparen unos camarones bien hechos, sabrositos ųjuega el de San Cristóbal, abrazando para posar al lado de la mujer que, prácticamente, se cuelga de su cintura.

Al abrirse la reja de acceso a la casona, los gráficos piden más imagen. ''Ƒvas a salir a montar? Para la foto''.

ųƑDe a cómo no? No te creas, hombre, sí, ahorita, aquí espérenme.

Treinta minutos después vendrá la complacencia. Fox sale de la casa de su madre montando un tordillo cuarto de milla que, él mismo informa, ''tiene cinco años y ya lo bautizamos: se llama 2 de julio''.

A su lado, cabalgan sus hijas Paulina y Ana Cristina y atrás, muy sonriente, el general de brigada José Armando Tamayo Casillas, del Estado Mayor Presidencial, estrenándose en su nueva responsabilidad: la seguridad personal del próximo jefe del Ejecutivo.

Cruza el caserío saludando a la gente y se apunta hacia el monte, a recorrer sus otras propiedades, tierras conocidas como el rancho de La Estancia...

Parece que sigue en campaña... ''šNos vemos, amigochos!'', se despide de los niños que salen a saludar al candidato electo, que por la noche regresará a la ciudad de México a cumplir con un compromiso televisivo, a exponer su programa de gobierno.