DOMINGO 23 DE JULIO DE 2000
Ť En conjunto, cuentan con 37 mil elementos, número similar al de la PA
En dos años se incrementaron 50% las empresas de seguridad privada: SSP
Ť Además, proliferan pequeños grupos de autoprotección, sin control, reconoce funcionario
Susana González G. Ť En sólo dos años, el número de empresas privadas de seguridad que operan en la ciudad de México y que cuentan con registro de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se incrementó en 50 por ciento, pues de 440 que existían en noviembre de 1998 pasaron a 660 este año. Una tercera parte son de reciente creación y en conjunto cuentan con 37 mil elementos, número similar al del personal operativo de la Policía Auxiliar.
Aunado a ello, para enfrentar la inseguridad pública también se ha "popularizado" la formación de pequeños grupos de autoprotección entre vecinos, familias y comerciantes en ciertas zonas del DF, que "escapan al control de la dependencia", reconoció Federico Siller Blanco, responsable de la Dirección de Registro de Servicios Privados de Seguridad de la SSP. Explicó que los inspectores de la citada dirección investigan la presencia de agrupaciones sin registro y una vez que se les detecta, son invitadas a regularizar su situación, "con todas las facilidades".
En caso de negarse, agregó el funcionario, sus responsables son sancionados con multas o incluso con cárcel, "dependiendo de la actividad desarrollada y la peligrosidad que representen, porque si bien no cumplen con la legislación, si no han incurrido en otras acciones delictivas simplemente son multadas, pero si se descubre que sus elementos usan armas o perros sin permiso, en ese caso se hacen acreedoras a sanciones mayores".
Dijo que muchas de las empresas que sí están registradas ante las autoridades son tan pequeñas que cuentan con menos de 10 elementos, en contraste con compañías como Panamericana, Cometra y Seguritec, que tienen hasta 3 mil 500 miembros.
Indicó que 90 por ciento de las 660 firmas legalmente establecidas se encargan de la seguridad intramuros en edificios, comercios, casas particulares e industrias, mientras el resto se dedican tanto al traslado de bienes y valores, como a la protección de personas.
Siller precisó que aunque este año surgió un número considerable de compañías nuevas en el rubro, también muchas han dejado de funcionar porque la SSP les cancela el registro al incumplir con la ley o porque "no les resultó el negocio".
Y es que tan sólo en diciembre pasado, cuando caducó su anterior permiso, por el cual no pagaban nada, las empresas tuvieron que cubrir nuevas disposiciones legales, que incluyen el pago de 4 mil 138 pesos por la renovación del documento que les permitiera trabajar durante dos años, además de erogar 83 pesos por cada elemento que den de alta.
En torno al personal contratado, el funcionario manifestó que un gran porcentaje proviene de los diferentes cuerpos policiacos que operan en la capital, y esto lo atribuyó al "mediocre salario" que los uniformados públicos reciben.
Tras precisar que la dirección a su cargo se encarga fundamentalmente del registro, investigación y control de las empresas de seguridad privada, Siller añadió que corresponde a la Secretaría de la Defensa Nacional emitir los permisos sobre portación de armas de fuego, así como la capacitación para su manejo.
"Las empresas nos dan sus planes, manuales e instructivos de capacitación, juzgamos si están bien capacitados, (pero) no tenemos elementos para averiguar el grado de preparación, lo juzgamos a través del material informativo que nos mandan".
Señaló que son "muy pocos" los permisos que otorga la Sedena, por lo que la mayor parte del personal de seguridad privada trabaja con toletes, gases o perros, porque cuando es detectada una empresa que utiliza armas sin autorización se le imponen "multas sumamente elevadas", de hasta 5 mil salarios mínimos, y si hay reincidencia o mala fe se les retira el permiso. Y lo mismo ocurre cuando las empresas cambian de domicilio sin previo aviso o no dan informes sobre las altas y bajas de sus elementos.