DOMINGO 23 DE JULIO DE 2000
ƑEstarán preparados los políticos para la democracia?
* José Agustín Ortiz Pinchetti *
Yo siempre pensé que la transición no se acababa porque el PRI en el poder era su obstáculo insalvable. Pero ahora empiezo a tener mis dudas. El proceso de cambio político comenzó con tanta fluidez que varios escritores extranjeros pensaron que estaban frente a otra "Revolución de Terciopelo".
El principio del fin del partido más viejo de la humanidad fue benévolo. El pueblo que acudió a las elecciones con civilidad y madurez destruyó para siempre el mito de la incapacidad de los mexicanos para la democracia. ƑEstarán preparados para la democracia los dirigentes de los distintos partidos políticos?, Ƒtendrán el coraje, la honestidad, la generosidad y la visión para colaborar en la construcción de un nuevo régimen democrático, participativo, competitivo?
Está por verse. El presidente Ernesto Zedillo reconoció en forma oportuna el triunfo de Vicente Fox, candidato de la alianza del PAN y del PAF (Partido Amigos de Fox). Aunque logró mantener la disciplina del PRI, superar los primeros episodios de ruptura, tendrá que enfrentar ahora una rebeldía mucho más extensa.
La resistencia de los gobernadores priístas y de algunos otros personajes de la línea dura es explicable. Se han sentido defraudados porque no pudieron defraudar a la nación en las elecciones. Su preocupación no es ni ideológica ni programática. No tienen interés en la subsistencia del PRI sino en la medida que ellos puedan controlarlo. No persiguen otra cosa que negociar y mantener las impunidades que les han favorecido para hacer fortunas inmensas. Desearían mantener su influencia y poderse recuperar, una vez que el nuevo régimen de Fox mostrara sus debilidades.
Las centrales obreras que se mostraron tan agresivas (verbalmente) contra Fox, amenazando con una huelga general, se pliegan hoy con ignominia. Por supuesto que llegarían a acuerdos con el nuevo presidente si él les garantiza la subsistencia de sus privilegios. Pero estos líderes no representan a nadie. Las organizaciones sindicales independientes van a tomar vuelo alentadas por la democratización del país. En este campo pudieran surgir tensiones y rupturas muy fuertes que obstaculizarían el curso de los acontecimientos.
El PRD no parece darse cuenta cabal de la inmensa oportunidad que se abre para él. Por supuesto que la derrota ha sido amarga. Discrepo con Adolfo Gilly, que la considera "extraña". No creo que el presidente Zedillo hubiera preparado el camino para que triunfara Fox. No hay ningún indicio. Lo más grave es que bajo el trauma de la derrota el PRD no haya asumido la iniciativa para hacer valer sus méritos en la democratización. Sin Cuauhtémoc Cárdenas, sin el PRD, sin sus triunfos en el Distrito Federal, sería imposible la construcción del nuevo régimen. Una actitud demasiado hostil respecto del nuevo gobierno podría dificultar enormemente los acuerdos sobre la reforma política del Estado. El PRD tiene que asumir una calidad de protagonista en ese proceso. La agenda más rica de las reformas política es la del PRD. No tiene por qué atrincherarse.
Por lo que toca al PAN, jurídicamente le corresponde a él el triunfo electoral, pero los panistas conocen perfectamente la distancia que mantuvo siempre el núcleo duro del partido frente a Vicente Fox. Se va haciendo evidente un acuerdo "discreto" al final de 1999 por el cual el PAN aceptaba la cosecha de curules para las cámaras de Diputados y de Senadores a cambio de darle vía libre a Fox en su improbable triunfo por la Presidencia. Quien dude de esto, tendrá que explicarme cómo es posible que un partido triunfante no puede impulsar en el equipo de transición del presidente electo ni siquiera uno de sus miembros antiguos y distinguidos. ƑEstará el viejo PAN dispuesto a apoyar a Fox, o será una dura oposición fija en sus intereses partidarios?
Nos hemos congratulado de la buena respuesta de la economía al efecto de las elecciones. Pero esta luna de miel no puede ser eterna. La revelación de los archivos secretos del Fobaproa-IPAB va a sacudir a la nación. Las fluctuaciones recientes de la Bolsa de Valores podrían arrastrar a un peso sobrevaluado. Fox se ha movido prudentemente en sus propuestas económicas pero los especuladores podrían desencadenar corridas contra el peso, para presionarlo y enriquecerse espectacularmente.
Para conjurar las amenazas los grandes actores de la política deberían de coincidir en un proyecto común: completar la transición a la democracia y mantener estable la economía. Poner las bases para una reforma institucional muy profunda: está pendiente de completarse la reforma electoral. Hay que poner las bases para la creación de un estado de derecho, en el cual el cumplimiento de la ley sea el primer deber de toda autoridad "bajo el postulado de que la ley es igual para todos, pero que el gobierno debe ser el primer y el más estricto observante de la misma". La reforma política del Estado es, sin que quepa duda, la gran prioridad. Pero hay otros muchos temas en que los mexicanos ya estamos de acuerdo. Como los enumerados en la "Agenda para un México Nuevo" (Revista Letras Libres, julio 2000). Es un horizonte claro y alcanzable, esperamos que la clase política, la vieja y la nueva, estén a la altura de la mayor oportunidad de nuestra historia contemporánea. *