SABADO 22 DE JULIO DE 2000

Ť Armando Bartra es autor del libro Guerrero bronco. Campesinos...


El centro-izquierda, opción democrática para los pobres ante el auge de la derecha

Ť Habrá, en el corto plazo, un fortalecimiento de esos poderes regionales y conservadores, dice

Ť La violencia y las urnas, vías para solucionar conflictos en México y esa entidad del sureste

Arturo Jiménez Ť La salida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la Presidencia del país debilitará y liquidará a la larga el histórico cacicazgo de la familia Figueroa en Guerrero y los de otros estados del sur-sureste gobernados por priístas, pero a la vez, en el corto plazo, se presenciará un relativo fortalecimiento de esos poderes regionales y conservadores.

Habla Armando Bartra, autor de Guerrero bronco. Campesinos, ciudadanos y guerrilleros en la Costa Grande (Ediciones Era), un ''ensayo de historia política" que abarca dos siglos y en el que el autor rastrea con estilo ameno y documentado el origen de la violencia en esa entidad, a la vez que la lucha de los guerrerenses por arribar a un estado de civilidad, democracia y equidad, es decir, la ''lenta y sinuosa construcción del ciudadano".

El investigador, en entrevista, apunta que con su volumen trata de demostrar que Guerrero no es, como suele decirse, el ''furgón de cola de la democracia o el cabús del desarrollo", sino el ''espejo de la nación". Y el autor de Los herederos de Zapata (Era) afirma:

''Guerrero es tan avanzado y tan desarrollado en los ámbitos gremiales y cívicos como lo es México, y tan atrasado y tan bárbaro como lo es el país; tan extremoso económica y socialmente como lo es México, y tan polarizado en alternativas políticas como también lo es el país. México, como Guerrero, es un país de soluciones por la vía de la violencia y, también, por la vía de las urnas."

Para Bartra esa entidad tiene que recuperar visibilidad, ''no como el Guerrero bronco sino como el cívico, no como el estado caciquil sino el libertario". Además, agrega, aún no se ha abierto paso la ''otra cara de Guerrero" como un laboratorio de organización social desde hace varias décadas.

El machete y el mezcal

El historiador comenta que el último capítulo de su libro, escrito para esta segunda edición, se llama ''Serpientes y escaleras" porque ubica a Guerrero entre las ''expectativas de salvación inminente y de civilidad", y las ''recaídas terribles e inesperadas del Guerrero bronco".

Bartra reconoce que la primera edición de Guerrero bronco la escribió a partir de motivaciones políticas que tuvo a principios de los años noventa, cuando creyó que, por fin, en la entidad se rompía ese círculo vicioso que va del cacicazgo represor y la guerrilla emancipadora, a la lucha por la democracia de una manera civilizada, ordenada y pacífica (y viceversa).

Fue así, prosigue, que en esa etapa la fuerte presencia gremial, la organización campesina autogestiva y democrática y la poderosa emergencia ciudadana a partir del neocardenismo y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) trataron de ser frenadas por Rubén Figueroa mediante la represión, sobresaliendo la masacre de Aguas Blancas.

''Y nuevamente la guerrilla, que ya se incubaba, emerge con legitimidad. Y otra vez estamos en el Guerrero bronco, en el pasado."

-Esa es la violencia social pero, entonces, Ƒno es un mito lo de la agresividad como una ''naturaleza" del guerrerense?

-No, la cuota de violencia está ahí. La violencia cotidiana, esta mala muerte, la muerte por mezcal y por machete es, por desgracia, un mal constante en la sociedad guerrerense, pero como parte de un orden social y de un sistema político construido históricamente que han generado una cultura de la violencia. Un orden que se sostiene por la violencia, es un orden que genera violencia y es un orden que es combatido por la violencia.

El antifenómeno Fox

-El PRI ganó en Guerrero en las recientes elecciones federales.

-Cuidado, ganó porque la oposición estuvo dividida en el estado, pero el PRI es minoría. Así, la primera afirmación es: en Guerrero votó más de la mitad del padrón, en un estado de poderosísimo abstencionismo.

''La segunda: la oposición ya es clara mayoría en Guerrero, con 56 o 57 por ciento del total de los votos, frente al 43 o 44 por ciento del PRI. Y la tercera: la oposición es mayoritariamente de centro-izquierda en dos a uno, pese al fenómeno Fox a nivel nacional.

''Y la primera conclusión: el PRI ya no es dueño de los pobres ni de los campesinos. Contrario al lugar común de que el voto rural y pobre del país es del PRI, en Guerrero, uno de los estados más depauperados, la oposición es creciente y ésta es cada vez más de centro-izquierda."

Esto es significativo, agrega, ''porque quiere decir que en el país no está avanzando sólo la derecha, sino que la alternativa democrática para los pobres parece ser de centro-izquierda".

-El apellido Figueroa es una constante en la historia de Guerrero en este siglo, y pareciera que ese poder caciquil aún da para más.

-Los Figueroa han gobernado directamente, ocupando la gubernatura del estado, en tres ocasiones. Fue el grupo político regional que pudo capitalizar a la Revolución. Sin embargo, no hay duda de que los Figueroa son hoy un clan político en derrota.

''El hecho de que tras Aguas Blancas el segundo Figueroa haya tenido que renunciar porque o era la renuncia o la cárcel, es significativa. Aunque ello no lo llevó al ostracismo político, pues Rubén Figueroa sigue influyendo en el estado e induciendo las gubernaturas."

Incluso, prevé Bartra, Guerrero y los otros estados del sindicato de gobernadores del sur-sureste intentarán, por un lado, apoderarse del PRI nacional pero, por el otro, se replegarán hacia sí mismos (con el ''Guerrero para los guerrerenses", por ejemplo).

Sin embargo, concluye, al no contar ya con el respaldo del centro, de sus recursos, de la impunidad y del corporativismo, es previsible la ''liquidación histórica" de esos cacicazgos regionales.