SABADO 22 DE JULIO DE 2000
* Recuento de la Fundación de Asistencia Rural Legal de California
120 crímenes de odio al año se perpetran en San Diego: ONG
* Sesenta son de tipo racial, 36 contra homosexuales y el resto por creencias religiosas, informó
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 21 de julio * La directora de la Fundación de Asistencia Rural Legal de California, Claudia Smith, aseguró que el enjuiciamiento como adultos de los adolescentes anglosajones que el pasado 5 de julio agredieron a inmigrantes mexicanos, es un paso positivo en la lucha de las autoridades por castigar con todo el peso de la ley a perpetradores de crímenes raciales.
Sin embargo, recomendó a la comunidad no perder de vista la permanente persecución racial a la que son sometidos los inmigrantes en el condado de San Diego.
Ello, toda vez que allí se reporta un promedio de 120 crímenes de odio al año y, según el departamento de policía local, 50 por ciento de ellos son de tipo racial, 30 por ciento en contra de personas con orientación homosexual y el resto contra quienes profesan creencias religiosas diversas.
La activista dijo que el caso de los jornaleros atacados el 5 de julio en un campamento del área de Black Mountain Road causó gran indignación porque las víctimas fueron hombres mayores de edad, pero recordó que en esa zona del condado se han registrado ataques muy graves.
"Constantemente recibimos reportes de inmigrantes que son atacados con piedras, golpeados con botellas o asaltados en los campamentos donde viven", señaló Claudia Smith.
El 5 de julio, cinco inmigrantes fueron atacados por siete jóvenes de raza blanca cuando se dirigían al campamento donde viven, después de haber concluido su trabajo en un vivero ubicado en el área de Black Mountain Road, al norte del condado de San Diego, California.
Los agresores profirieron consignas raciales contra los jornaleros mexicanos para después proceder a dispararles con un rifle de perdigones. Después, los atacantes agredieron a sus víctimas, cuyas edades fluctúan entre los 64 y 69 años, a golpes y patadas produciéndoles lesiones de consideración en todo su cuerpo.
El 13 de julio los agresores fueron detenidos y en la semana siguiente se les identificó como Jason Wayne Beaver, Michael Anthony Rose, Kevin Scott Williams, Bradley Hunter Davidofsky, Nicholas Paul Filoccia, Mitchel Ketsdever y Steven James Deboer, todos de entre 14 y 17 años de edad.
Los adolescentes, considerados adultos para efectos del proceso legal en su contra, enfrentan cargos de asalto con arma de fuego, robo, abuso de ancianos y un delito que se tipifica como crimen racial. Sin embargo, la fiscalía pretende elevar los cargos a intento de homicidio cuando dé inicio el juicio el 11 de octubre.