VIERNES 21 DE JULIO DE 2000

* El Progresa debe llegar a comunidades prioritarias


Elevado nivel de desnutrición en 66% de municipios: INN

* En ellos habitan casi 30 millones de mexicanos * Tepetzintla, Puebla, es la región más afectada a nivel nacional, según estudio

Angeles Cruz * El 66 por ciento de los municipios del país, en los que viven alrededor de 30 millones de personas, registran los niveles más altos de desnutrición y exigen atención prioritaria, afirmó Adolfo Chávez, jefe del Departamento de Educación Nutricional del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán.

Al presentar los resultados de la investigación La desnutrición a nivel municipal en México, el especialista dijo que ya es tiempo de que los programas sociales, como el de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) lleguen a comunidades prioritarias, no únicamente a personas, porque eso es motivo de exclusión.

Explicó que para seleccionar a los beneficiarios del Progresa se aplicaron encuestas y cuestionarios, con cuyos resultados se "eligió a quienes supuestamente tienen las mayores necesidades", pero quedaron fuera otros grupos de población que también viven en condiciones de pobreza y requieren apoyo.

El trabajo presentado ayer constituye un nuevo esfuerzo por conocer la magnitud de la desnutrición en el país. Los investigadores del INN realizaron una cartografía a nivel municipal, que permitirá ųexplicó Chávezų focalizar los programas de asistencia y obtener mejores resultados. Destacó que a pesar de que estos trabajos se realizan desde hace casi 40 años, "sólo en pocos casos los organismos responsables públicos o privados los han utilizado. Los motivos son múltiples, pero entre ellos dominan los de tipo político".

Apuntó que a nadie debería sorprender que la situación más crítica en cuanto a desnutrición de la población se presenta en los estados de Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Puebla, Guerrero, Veracruz, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Campeche y Quintana Roo. "Eso se sabe desde hace muchos años. la información siempre ha estado ahí, aparece en los estudios de Conapo, INEGI y del INN".

La característica actual de la desnutrición en México, indica el documento, es que se ha agudizado en las zonas rurales e indígenas, principalmente en los municipios aislados, pequeños y marginales. Es decir, hay "una polarización cada vez mayor de las deficiencias".

Los resultados de la investigación destacan que persiste la desigualdad por regiones debido a las condiciones económicas y sociales de cada municipio y estado. Con base en la información disponible de diversos trabajos de Conapo, INEGI, Secretaría de Salud y del propio INN, los especialistas construyeron una tabla de indicadores, con la cual es posible obtener información desagregada sobre grado de desnutrición, número de habitantes, condiciones socioeconómicas y extensión del territorio, entre otros.

A diferencia de las encuestas de nutrición, con la cartografía ųdestacó Chávezų sabemos el grado de deficiencia nutricional de la población, pero también dónde está esa gente, cómo vive y qué necesitan para mejorar su situación.

Así, es posible determinar que el municipio poblano de Tepetzintla registra los más altos niveles de desnutrición en todo el país, pues concentra más de 70 por ciento de las condiciones que favorecen las deficiencias alimenticias de la población. Una situación similar ocurre en el municipio de Alcozauca de Guerrero y en Chamula, Chiapas. En tanto, hay alrededor de 180 localidades donde existe 50 por ciento y más de los "requisitos para la desnutrición".

En el otro extremo se encuentra el municipio de Tampico, Tamaulipas, donde apenas existen 0.54 por ciento de las condiciones que podrían derivar en una situación de desnutrición.

Adolfo Chávez comentó que el próximo gobierno de la República tendría que darse a la tarea de verificar la información disponible en cuanto a niveles de salud y nutrición, y conocer la calidad y eficiencia de los servicios que se prestan a la población.

Las conclusiones del estudio señalan que para combatir eficientemente la desnutrición bastaría con subsidiar parcialmente una harina de maíz enriquecida, que dé lugar a una tortilla limpia y nutritiva destinada a las áreas críticas; se requiere vigilar la nutrición y salud primaria de todos los niños menores de cinco años, y sistematizar acciones de seguridad alimentaria regional con la participación comunal, sobre todo de las mujeres.

Con la colaboración de todos se puede terminar con la desnutrición, como lo han hecho países como Cuba, Chile y Costa Rica, cuyos gobiernos han invertido pocos recursos. Además, destaca el documento, no es posible hablar de desarrollo social mientras persistan las diferencias entre regiones y municipios.