VIERNES 21 DE JULIO DE 2000

* Se someterá a nuevo examen médico para que la FMF decida


El caso de Cesáreo Victorino, en

suspenso; no quiere ir a Tecos

* Aseguró que Dionisio Fernández lo insultó * La situación de Mohamed parece perdida

Miguel Angel Ramírez * El destino del jugador Cesáreo Victorino dependerá de la opinión de un tercer doctor (los galenos de Tecos y Monterrey discrepan), mientras que el del argentino Antonio Mohamed está sujeto a lo que parece imposible en la Federación Mexicana de Futbol: la unanimidad entre los presidentes de clubes de Primera División.

El comité directivo de ésta analizó ayer el caso de Victorino, quien fue contratado en el pasado draft por el Monterrey, pero el club regiomontano se niega a cerrar la operación, con el argumento de que no pasó el examen médico, al detectarle un problema en la columna.

Para los Tecos de la UAG, el equipo vendedor, el futbolista está completamente sano y no ve razón para deshacer el trato. Rafael Lebrija, titular de la rama, informó que al haber "discrepancias" entre los equipos, la FMF recurrirá a un especialista para que examine a Cesáreo, y con base en su opinión el comité pueda decidir, "a más tardar el lunes o martes" de la siguiente semana.

Lebrija rechazó comentar cuáles son las opciones del jugador, aunque reconoció que de no concretarse su pase al Monterrey debería regresar con el club dueño de su contrato, en este caso Tecos.

Sin embargo, Victorino espera la flexibilidad de los dirigentes para buscar otro camino; que le permitan entrar al draft de seleccionados, por ejemplo, pues cuando fue a negociar con los de la UAG terminó muy desilusionado, y considera que no podría estar a gusto con ellos; preferiría regresar con el Pachuca.

"No me gustó mucho el trato de uno de ellos; sería mejor buscar otra salida", dijo, y agregó que podría llegar "a parar hasta seis meses o más".

Confesó que en la negociación, el vicepresidente del club, Dionisio Fernández, "me insultó; ofendió a mi madre", y no puede permitir esos recuerdos familiares, ese trato.

Interrogado si pidió un sueldo de un millón 400 mil dólares por año, contestó que hizo varias propuestas. Aseguró que de "un millón me bajé hasta a jugar gratis", pero no hubo forma de ponerse de acuerdo.

Sobre el examen a que se someterá ahora, confía en salir bien librado, pues el realizado por Tecos y el que se hizo por su cuenta coincidieron y no se conocen los doctores. Reconoció, eso sí, que tiene "un problema en un disco", pero, según él, "de 10" futbolistas "siete tienen" ese padecimiento. Agregó que "es de por vida"; sin embargo "no me afecta en nada" en su actividad como futbolista.

Por lo que respecta al caso Mohamed, Lebrija recordó que el pasado "5 de julio", el comité determinó que no podía ser registrado por el club León, dado que su contratación fue extemporánea. Pero como el presidente del equipo esmeralda, Roberto Zermeño, está solicitando una asamblea extraordinaria para ver si sus colegas cambian el fallo, se les preguntará a los 17 clubes restantes si están de acuerdo en la junta.

"Con uno que no acceda no es válida la asamblea", puntualizó Lebrija, por lo que Zermeño parece perdido.

El mismo lo reconoció al abandonar ayer el edificio de la FMF, e incluso le dio más argumentos a sus colegas, al pronunciarse por que "se respete el reglamento". Para hoy espera la respuesta, aunque viajará a Brasil y a Argentina en busca de refuerzos. Reconoció que uno de ellos podría ser Diego Latorre.

En relación con el caso de Roberto Molina, hoy tiene cita en la FMF, pues la comisión de tasación decidirá. Por lo pronto, el argentino dijo estar contrariado, porque lo tuvieron esperando y no lo escucharon, y al final el vicepresidente del América, Héctor González, le informó que el Puebla sí está interesado en sus servicios.