VIERNES 21 DE JULIO DE 2000
* Insta el Parlamento israelí al premier a abandonar las pláticas
Deciden Arafat y Barak continuar las negociaciones en Campo David
* Por el viaje a Japón, Albright sustituye a Clinton * Inaceptables, las ofertas de Tel Aviv: ANP
Afp, Ap y Dpa, Thurmont, Maryland, 20 de julio * El primer ministro israelí, Ehud Barak, y el presidente palestino, Yasser Arafat, decidieron continuar las negociaciones de paz en Campo David con la colaboración de la secretaria de Estado estadunidense, Madeleine Albright, luego que el presidente Bill Clinton partió hoy a Japón para participar en una cumbre del Grupo de los Ocho.
Este anuncio fue sorpresivo, sobre todo porque horas antes el vocero de la Casa Blanca, Joe Lockhart, anunció que la cumbre tripartita había concluido sin acuerdo alguno, pero sí con "algún progreso" que no detalló. El miércoles, Clinton postergó en 24 horas su partida a Japón, en un último intento porque la reunión lograra algo.
Aunque el anuncio de que las conversaciones continúan fue calificado de alentador tanto por negociadores israelíes y palestinos, ambas partes reiteraron que en los últimos nueve días de reuniones no se ha logrado avanzar en prácticamente ninguna de las discrepancias en las posiciones.
Tras el anuncio de que la conferencia cumbre continuará durante su ausencia, Clinton comentó que "nadie deseaba darse por vencido, pensábamos que todo había terminado, pero descubrimos que nadie quería renunciar y esto nos llena de ánimo", pese a todas las dificultades que han marcado las conversaciones.
El presidente, afónico y de aspecto cansado, recordó sin embargo que la decisión de no renunciar a la reunión en la cumbre no garantiza el éxito de las negociaciones y enfatizó que la postura de las partes sigue sin aproximarse, pero aseguró que lo alentador es que siga habiendo voluntad de negociar "aún cuando todo parecía perdido".
La noche del miércoles se informó que Barak había enviado a Clinton una carta en la que se quejaba de que los palestinos no habían ni siquiera considerado ninguna de las ofertas hechas por Israel, y que por esto se había perdido la "oportunidad dorada" de lograr un acuerdo en Campo David.
El Parlamento israelí, incluso, emitió una orden a Barak de volver lo antes posible a Israel, sin embargo se informó que ni la delegación israelí ni la palestina parecían estar a punto de retirarse.
Hasta ahora el contenido de las conversaciones se ha mantenido en el más absoluto secreto, pues Washington teme que las negociaciones se hagan aún más difíciles.
Sin embargo, un miembro de la delegación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) informó a ministros palestinos en la ciudad cisjordana de Ramallah, por un lado, que no ha habido progreso en las negociaciones, y por otra parte, que lo que Israel presenta como ofertas generosas son, en realidad, inaceptables para los palestinos.
La fuente señaló, por ejemplo, que Israel propuso dividir Jerusalén oriental en tres sectores: uno bajo control palestino sobre el cual la ANP no tendría soberanía, otro bajo total control israelí y un tercero donde los palestinos tendrían autoridad civil, pero Israel retendría una "zona de seguridad".
Barak también habría propuesto que la mezquita de Al Aqsa, uno de los santuarios más importantes para los palestinos, sea puesto bajo custodia de la Organización de Naciones Unidas y de ciertos países árabes e islámicos, y una vez hecho esto, los palestinos podrían "izar su bandera en la mezquita" para así considerar a Jerusalén su capital de manera "simbólica".
Fuentes de la ANP en Campo David y Ramallah afirmaron que Arafat rechazó esta propuesta e insistió en que toda Jerusalén es parte del futuro Estado palestino, y además la capital histórica de su pueblo.
Hace unos días trascendió que Barak, en lo que fue la primera acción de este tipo por parte de un líder israelí, ofreció una "solución" al problema de los más de 3 millones de refugiados palestinos, que fueron desplazados por dos guerras con Israel.
Dijo que su país estaba dispuesto a dar fondos considerables a organizaciones internacionales para que éstas garantizaran el bienestar de los refugiados, y ofreció repatriar a algunas "decenas de miles" en caso de que puedan demostrar que tienen a familiares en territorios israelíes y palestinos.
Israel exige como condición para este arreglo que los palestinos no vuelva a hacer reclamos respecto de los refugiados ni "responsabilizar" de este problema a Israel.
La noche de hoy, los negociadores no se mostraban más optimistas pese a la sorpresiva reanudación de las negociaciones.
"El hecho de que las delegaciones sigan ahí no es prueba de que haya avances o una recuperación de la confianza --afirmó el vocero de Barak, Gadi Baltiansky--. El primer ministro aceptó quedarse en Campo David a petición del presidente Bill Clinton para explorar todas las posibilidades de llegar a un acuerdo".