VIERNES 21 DE JULIO DE 2000
* El Estado no debe perder el control, afirman
Critican expertos el afán de Fox por privatizar al sector energía
* La falta de dinero en la industria eléctrica, mito para justificarse
Miriam Posada García * Investigadores universitarios criticaron el afán de Vicente Fox y su equipo por privatizar la industria eléctrica y petrolera nacional, en lugar de trabajar sobre la creación de una verdadera política energética con la que de ninguna manera el Estado pierda el control de estos dos sectores estratégicos y que en cambio le permita cumplir sus metas de crecimiento económico.
En materia de electricidad es absurdo, dijeron, que pretendan privatizar a las empresas eléctricas nacionales cuando al gobierno no le cuestan ni un centavo debido a que son autosuficientes, pero Hacienda les quita todos sus recursos.
Indican que lo que la Secretaría de Energía no ha dicho es que desde 1986 empezó a decrecer el ritmo de construcción de capacidad instalada, situación que durante 1994 se tornó más crítica debido a que se interrumpieron definitivamente las inversiones, y como parte de las consecuencias es que existen plantas sobreexplotadas y otras en desuso, lo que representa dinero tirado.
En materia petrolera advirtieron que México debe suspender su política de exportaciones y desarrollar una política de industrialización integral, crear un fondo de contingencia energética, dedicarse a satisfacer la demanda interna e impulsar las reservas, porque de lo contrario en 10 años se convertirá en un importador de crudo.
Durante una mesa redonda sobre el futuro del sector energético ante una nueva administración, organizado por la Facultad de Economía de la UNAM, Javier Carlos Villarreal advirtió que la aplicación del modelo inglés en la industria eléctrica nacional es inviable porque fue diseñado especialmente para Inglaterra, donde ya demostró ser ineficiente y ha propiciado una serie de problemas como el no poder responsabilizar a ninguna empresa de los márgenes de reserva y de la expansión de las redes de transmisión y distribución, además de no poder regularlas.
Por lo anterior, descartó la privatización como una alternativa viable para hacer más eficiente a la industria eléctrica mexicana, y advirtió que lo que ésta requiere son instrumentos complementarios a las reformas de 1992, modificar el régimen fiscal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LFC), y hacer una reforma de fondo que le permita a estas empresas satisfacer sus requerimientos de inversión.
"La falta de dinero para el sector eléctrico es un mito para justificar la privatización'', por lo que destacó que el próximo gobierno debería trabajar mejor hacer al sector financieramente independiente''.
Los investigadores aseguraron que la CFE tiene utilidades anuales por 7 mil millones de dólares y LFC por mil millones, de las cuales Hacienda dispone a su criterio, por lo que advirtió que en lugar de continuar los mismos errores de sus antecesores, el próximo gobierno deberá diseñar una política de industrialización integral.