MARTES 18 DE JULIO DE 2000
* Barili, autora de un volumen acerca de ambos escritores latinoamericanos
Borges y Reyes dieron identidad a las letras
* Su amistad con el mexicano determinó que pasara de lo concreto a lo abstracto, sostiene
Angel Vargas * En 1986 la muerte llegó a Jorge Luis Borges. Para mantener los vínculos que durante seis años la habían ligado con él, Amelia Barili emprendió una investigación encaminada a desentrañar las conexiones entre el autor argentino y el resto de la literatura latinoamericana, así como la influencia que ejerció el escritor mexicano Alfonso Reyes en la transformación de la escritura de aquél y cómo esto, a su vez, repercutió en las subsecuentes generaciones literarias de la región.
La investigadora y periodista argentina concretó los resultados de ese trabajo en el libro Jorge Luis Borges y Alfonso Reyes: la cuestión de la identidad del escritor latinoamericano que, editado por el Fondo de Cultura Económica, circula en nuestro país.
La ''inteligencia americana''
Catedrática adscrita al departamento de literaturas española y portuguesa de la Universidad de California, Barili sostiene en entrevista que fue la relación de amistad con Alfonso Reyes, y específicamente su concepto de ''inteligencia americana", lo que determinó en Borges el paso de lo concreto a lo abstracto en su literatura.
''En general, a Borges se le concibe como escritor abstracto y se hace más hincapié en su universalidad, pero no se rescatan tanto, a veces, sus componentes argentinos y latinoamericanos, ni el cambio grande que tuvo en su manera de escribir de la década de los veinte a la de los treinta: cómo de hablar de los compadritos que vivían en las orillas de Buenos Aires, pasó a obras tan abstractas como La muerte y la brújula o El Aleph'', apunta.
''Vi que entre esos dos momentos (el pintoresco y el abstracto) está la amistad de Alfonso Reyes y Jorge Luis Borges en Buenos Aires, cuando el primero ocupa la embajada de México entre 1927 y 1930. Me pareció interesante, entonces, tratar de ver cuál era la visión del intelectual mexicano sobre la identidad latinoamericana y cómo eso pudo haber influido en el cambio de la forma de escribir del autor argentino."
Platica la investigadora que Reyes acuñó el concepto de ''inteligencia americana" durante su exilio en España para explicar que, más allá de lo estereotípico, lo latinoamericano está definido a partir de ''la experiencia especial de vivir una cultura que derivó del encuentro de otras dos; es decir, que lo latinoamericano es más una manera de mirar, una perspectiva, que un tema".
''Anterior a 1920, lo que predominaba en la literatura latinoamericana era una visión como si fuera desde una mirada europea; se veía lo exótico, digamos; se escribía sobre los gauchos o los llanos de Venezuela, por ejemplo. Pero lo que Reyes y Borges se plantearon fue que al escribir, en vez de tratar de hacer una especie de pintura de lo externo de América Latina, había que sentirse más libre y valerse de la propia experiencia y transformarla en arte", dice.
Ese planteamiento no significa que estuvieran desgajados o fueran ajenos a la cultura nacional, agrega, pues ambos personajes sostuvieron que las creaciones de un autor son representativas de la cultura de un país sin importar de qué tema se hable.
Lejos de una visión reduccionista
Amelia Barili sustenta, así, cómo la ''inteligencia americana" de Alfonso Reyes incitó a Borges para dejar la mirada fotográfica y concentrarse en lo esencial y poético; y subraya que con ese cambio, el escritor argentino ''abrió las puertas para autores como el colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa y toda la generación de los años sesenta", aunque ellos ''después de que se hicieron famosos no hablaron tanto de esto (de la influencia de Borges)".
La investigadora Amelia Barili ųquien compartió una relación de amistad cercana con Jorge Luis Borges en los últimos años de vida de ésteų precisa que con su libro no pretende ofrecer una visión reduccionista de que la literatura latinoamericana moderna se debe a Reyes y Borges, sino resaltar ''toda la serie de conexiones que se dan en ella, entender que no es un producto desgajado y que existe una continuidad entre crítica, pensamiento y producción literaria", para comprender mejor las cuestiones de identidad de los escritores pertenecientes a la región.