MARTES 18 DE JULIO DE 2000
* Víctor Manuel Villalobos Arámbula, vocal ejecutivo de la Cibiogem
Semarnap no ha abordado el tema transgénicos
Matilde Pérez U. * Desde hace varios años, el tema de los transgénicos (organismos genéticamente modificados) es punto de atención para las secretarías de Agricultura y de Salud; sin embargo la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, en sus seis años de vida no incorporó un equipo de trabajo para el asunto, pese a su trascendencia, comentó el vocal ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Víctor Manuel Villalobos Arámbula.
La Sagar trabaja en el tema desde hace 11 años; en 1995, la Secretaría de Salud ya tenía incorporados aspectos transgénicos en sus instrumentos legales, pero hay un vacío por parte de la Semarnap. "En las reuniones del comité técnico de la Cibiogem hemos recomendado a la Semarnap que, al menos, dé una orientación o una serie de recomendaciones de cómo debe abordarse el tema. Por no tener formado su propio comité, se le ha sugerido incorporarse a los comités de las otras dependencias que están trabajando el tema para que se vaya informando".
La Ciobiogem, explicó, no toma decisiones, su actividad es coordinar los temas que son intersecretariales, por eso cada secretaría involucrada en el tema transgénicos debe tener un comité que discuta su uso y aprovechamiento, productos y subproductos.
El debate mundial sobre los transgénicos --Estados Unidos está a favor de ellos aduciendo que son la mejor alternativa para aumentar la producción de alimentos, y los países europeos en contra, porque no se tiene certeza de los daños que podrían causar a la salud humana-- evidencia que "los términos de esta guerra no son de carácter ambiental ni de salud, sino comerciales", dijo.
En México debe generarse mayor debate mediante foros en los que participen legisladores y ONG para la regulación y legislación en función de la bioseguridad, y a los cuales se harán llegar las recomendaciones científicas. Esos foros, abundó, tendrán una orientación más jurídica y política. Por lo pronto, hay una iniciativa de ley de bioseguridad elaborada por el PAN y aunque la Cibiogem no la ha recibido oficialmente, su comité técnico inició su análisis y en breve emitirá su opinión. El trabajo no se detendrá por el cambio de gobierno, aclaró.
Villalobos Arámbula lamentó que la mayoría de las ONG, incluso los consejos de la Semarnap, tengan un conocimiento muy limitado sobre biotecnología. Greenpeace es el grupo que, con un poco más de conocimiento, "absorbe parte del debate a nivel nacional e internacional. De ahí la preocupación de la Cibiogem de invitar a algunos ecologistas de prestigio internacional para que, con fundamentos sólidos, participen en los foros de debate".
Comentó que a los legisladores también les falta mucha información. "No es criticable que no la tengan, pero queremos que también promuevan foros o conferencias para que conozcan la complejidad del tema y las consecuencias en muchas áreas".
Anticiparse a establecer una iniciativa de ley sin un conocimiento más amplio sería un error, estimó, ya que se podría limitar la importación o establecer una moratoria a varios productos, lo que tendría consecuencias comerciales; o bien hacer un documento redundante cuando México ya firmó el Protocolo de Bioseguridad.
La próxima legislatura deberá
discutir el asunto
Para el vocal ejecutivo de la Cibiogem, la próxima legislatura tiene que discutir el tema de los transgénicos y decidirse a regular producción, importación, exportación, movilización, propagación, liberación y consumo de esos productos. "Les tomará tiempo, pero estamos dispuestos a iniciarlos en el tema cuando lo decidan y también a acercarlos más a científicos e investigadores".
"La estrategia de la Cibiogem es promover los foros de participación para que la gente se entere más rápido y tenga más confianza en las personas que analizan los pros y los contras de los transgénicos", abundó.
En tanto en una provincia de Brasil, principal productora de soya, se decidió no cultivar transgénicos porque afectaría su mercado europeo, en Argentina se promueve su cultivo por "su gran beneficio para la economía del país y de los agricultores", y en México hay gran preocupación por evitar que las semillas transgénicas de maíz se utilicen como semilla, explica el vocal ejecutivo de Cibiogem.
"Es muy difícil vigilar, no hay un mecanismo de control, pero ya se inició una campaña entre los agricultores para evitar que las utilicen; lo que se promueve, a nivel experimental es el uso de variedades no transgénicas pero resistentes a cierto tipo de enfermedades o de acuerdo con la salinidad del suelo. A final del presente año se tendrá el resultado del comportamiento de esas semillas, adelantó.