MARTES 18 DE JULIO DE 2000
Abrir los archivos de Seguridad Nacional
* Marco Rascón *
Contrafábula
Y al despertar, Monterroso estaba ahí mirándonos.
Nos negábamos a cambiar y moríamos por defender privilegios;
otros, el pasado, y otros decían que por defender principios y la virtud...
Para la izquierda, el fin del régimen priísta debió ser un acontecimiento histórico aun en la derrota propia, pues surgió una nueva realidad política que permite desarrollar las ideas propias y polarizadas, ahora que ha desaparecido ese animal tricolor que era al mismo tiempo la derecha, la izquierda y el centro de México y que le ahorraba al país la confrontación de proyectos ideológicos y políticos. Es inconcebible que la derrota priísta haya puesto en crisis a segmentos de la izquierda por sus ligas y subordinación.
Para poner a prueba la ética de todas las fuerzas políticas y situarlas en la nueva realidad, es necesario ir a las fuentes de la información histórica y actual del Cisen donde se albergan los expedientes de la clase política y los políticos, la información sobre los desaparecidos políticos 1975-2000, las actas levantadas en las salas de tortura, los interrogatorios y el destino actual de las víctimas de toda la era de terror represivo que se promovió como política de Estado; la verdad sobre los 650 perredistas asesinados. En los archivos de Seguridad Nacional están los datos de quienes desde la oposición, informaban y ayudaban al régimen priísta; están las listas de operadores e informantes; la verdad sobre la represión en 1968, el fraude de 1988, las maquinaciones del salinismo, las complicidades entre la oligarquía empresarial y financiera con el poder político; las redes del espionaje; la verdad sobre el crimen de Posadas, Colosio y Ruiz Massieu; los planes de contrainsurgencia para Oaxaca, Guerrero y Chiapas; los vínculos de los cacicazgos con las bandas paramilitares; los responsables de Acteal; el uso de organizaciones como Antorcha Campesina para chantajear y manipular demandas; la organización de campañas contra los opositores; el control informativo de los medios de comunicación, y la organización del soborno a periodistas, locutores y columnistas.
Abrir los archivos de Seguridad Nacional es consecuencia natural de un cambio de régimen y esa debiera ser una demanda centralísima de la izquierda mexicana y los organismos de defensa de derechos humanos, pues si el foxismo respeta el silencio y las razones de Estado del viejo régimen, tendremos una pista clara de que el cambio de gobierno es superficial y protector de infamias e impunidades del PRI. De lo contrario, Ƒpor qué respetar la confidencialidad del régimen priísta? ƑQué razones tendría Fox para respetar el silencio y no abrir los archivos donde se contiene la verdad histórica de los hechos más importantes de la era moderna de México? Nodal para una reforma de Estado al sistema político y de justicia, es abrir los archivos de Seguridad Nacional.
Una democracia mínimamente creíble debe hacer un corte con el pasado. Abrir los expedientes y la información acumulada significaría que el nuevo gobierno no tiene compromisos con el viejo régimen y que estaría dispuesto a cimentar el Estado con nuevas reglas de información y de Seguridad Nacional, la cual debe debatirse públicamente en la sociedad, las Cámaras, los partidos y las instituciones de justicia. La desclasificación de toda la información desde 1928 a la fecha, daría pauta para generar una profunda revisión histórica de la cultura política y sería la base para acabar definitivamente con la cultura priísta que aún predomina en la clase política, el sistema de partidos y controla a una parte de las direcciones partidarias.
Indudablemente los priístas se opondrán; otros, desde las oposiciones ligadas al viejo régimen, silenciosamente manipularán y presionarán para evitar la apertura de estos archivos, y los expertos en incendios estarán preparando otro "lamentable accidente" para desaparecer esa fuente que permitiría un juicio histórico al PRI y sentar las bases para nuevas reglas democráticas. El país necesita saber por salud y por principios, las formas de represión y manipulación con que fue gobernado por 70 años.
La ciencia, la academia los historiadores, los investigadores, la sociedad en general, deben tener acceso a estos archivos y a partir de esta apertura, crear una nueva política de Seguridad Nacional fundamentada en el bienestar y el respeto a los derechos y no en la represión y la cancelación de libertades.
Es necesario un estadista colectivo y la tarea de estadista es de la sociedad democrática que debe plantear estas tareas, ante la crisis de los partidos. *