MARTES 18 DE JULIO DE 2000
* Por primera vez debatirá si se alía con partidos
Plantea Sauri 13 retos para la etapa de transición del PRI
* Instalan grupo de trabajo para establecer gobernabilidad interna
José Gil Olmos * Las dos semanas posteriores a la derrota electoral del 2 de julio han sido para los priístas días de desconcierto y búsqueda, de "frustración, enojo, tristeza, incertidumbre y de asignación de culpas", reconoció ayer la líder nacional del PRI, Dulce María Sauri Riancho, durante la instalación del grupo de ex presidentes del partido que trabajarán por los nuevos mecanismos de gobernabilidad interna ante la ausencia, por primera vez en 71 años, del liderazgo "nato" del presidente de la República.
De los 15 ex dirigentes nacionales del PRI convocados, la tercera parte faltó a la cita ųFernando Ortiz Arana, María de los Angeles Moreno, Alfonso Corona del Rosal, Pedro Ojeda Paullada e Ignacio Pichardo Pagazaų en la que Sauri Riancho enumeró 13 "retos" para el tricolor en esta etapa de transición, entre ellos uno que por años fue tomado como tabú porque la mayor parte de las veces no se hizo públicamente: las alianzas con los otros partidos políticos.
En éste destacó también la necesidad de analizar y debatir la posibilidad de que dirigentes del PRI sean invitados por el virtual presidente electo, Vicente Fox Quesada, a participar en su equipo de gobierno.
Luego de las crisis que el PRI ha vivido en los últimos 14 días, la instalación del grupo de trabajo sobre los mecanismos de gobernabilidad interna fue tomada como el primer paso de la transición como partido de oposición al gobierno de Fox en los próximos seis años. En el acto constitutivo, el secretario del órgano, Morelos Canseco Jaime, definió ocho temas en la agenda de trabajo entre ellos la democracia y los órganos internos del PRI y la relación del partido con los órganos de gobierno, encabezados a partir del 1o. de diciembre por Vicente Fox.
En el salón Presidentes del PRI ųde cuyas paredes fue retirado el enorme retrato de Ernesto Zedillo desde la semana pasada y al que se presentó de manera sorpresiva Santiago Oñate, embajador en Reino Unidoų, Sauri Riancho precisó que dicho grupo de trabajo no pretende ser una dirección colegiada del PRI ni efectuar por sí solo el proceso de transición, sino coadyuvar con el Comité Ejecutivo Nacional y con su presidencia en la formulación de los mecanismos de gobernabilidad interna que serán presentados al Consejo Político Nacional (CPN) para su aprobación.
Antes de presentar los "13 retos del PRI", Sauri insistió en que su partido tiene un papel fundamental en "la paz y la estabilidad sociales de México" y por ello aclaró que los ex presidentes del tricolor que trabajarán en dicho grupo, lo hacen con la claridad de lo que significa el sistema político presidencial y bajo el compromiso de actuar sólo por el priísmo.
"Ya no nos creen", admiten
En primer lugar mencionó el reto de la gobernabilidad interna, necesaria una vez que a partir del 1o. de diciembre desaparecerá el liderazgo tradicional del presidente de la República con la llegada del panista Fox. "Cómo serán las nuevas relaciones entre militantes y dirigentes al interior del partido, cuáles serán los órganos de gobierno, son algunas de las interrogantes que habremos de responder", planteó.
En segundo lugar señaló la legitimidad y explicó que se trata de dotar autenticidad desde la militancia a los liderazgos del PRI.
En tercer sitio citó la credibilidad y la comunicación, al tiempo de reconocer que las acciones y propuestas de su partido siempre son cuestionadas por la sociedad. "šYa no nos creen!" aceptó ante los ex dirigentes nacionales del partido a quienes dijo que "la cultura social de la sospecha ha hecho del partido una institución bajo continua y persistente descalificación" y que por ello es necesario otro discurso "congruente con la realidad".
El cuarto reto planteado por Sauri fue el de la democracia interna: "Tenemos que construir una democracia participativa que rija la vida partidista" pero sin caer en el asambleísmo paralizante o en la "entronización de un procedimiento que se vuelve un fin en sí mismo".
El quinto es el de la competencia electoral cada vez mayor y ante el cual se tienen que plantear las formas de recuperar la perdido.
Como sexto reto señaló la necesidad del PRI de "abrazar las causas de la gente" y en este marco analizar las razones por las cuales no funcionó la propuesta de campaña de Francisco Labastida de "cambio con rumbo".
Relacionada con esta última misión, como séptimo cometido habló de las relaciones con los jóvenes y grupos emergentes, pues resultó evidente que la propuesta reciente "no resultó atractiva para la mayoría de los electores entre 18 y 30 años de edad" y fue insuficiente la presencia partidista en las universidades y centros de educación superior.
El octavo reto es el de las clases medias urbanas, señaló Sauri, al reconocer que la propuesta de reconstrucción no fue lo suficientemente atractiva.
En noveno lugar indicó que el PRI debe reforzar su presencia entre los 13.5 millones que votaron en su favor bajo la consigna de que "ningún apoyo se da de una vez y para siempre".
En décimo sitio señaló el reto de las futuras relaciones entre el Gobierno y el PRI y a reformular la vinculación con las fracciones parlamentarias del partido en el Congreso de la Unión y en los locales.
La política de alianzas con otras fuerzas políticas a nivel nacional y más allá de la coyuntura electoral, fue el decimoprimer reto, del cual dijo que se tendrá que discutir la aceptación de posibles invitaciones dirigidas a militantes del PRI para formar parte del próximo gobierno federal.
El decimosegundo reto, el de la ética, fue señalado por Sauri como "una gran demanda de probidad" que la sociedad exige a líderes sociales y políticos, representantes populares, gobernantes y administradores.
Finalmente, el reto de la transición, sobre el cual habrán de trabajar en los próximos meses "en unidad y con democracia", a fin de mantener al PRI como "alternativa de poder" en su nuevo papel de poder, señaló la política yucateca.
Línea invisible y a veces muy visible
Previamente, el recién designado secretario de Operación y Acción Política, Sergio García Ramírez, aceptó que el tricolor requiere de un "nuevo discurso" que los acerque más a los jóvenes, pero sin olvidar los principios de la Revolución mexicana.
Consideró que los priístas deben compatibilizar las dos cosas: los principios y utilizar un nuevo lenguaje que se adapte a las circunstancias y, sobre todo, a los jóvenes que votaron en contra, "probablemente", por la "falta de credibilidad, de la irritación, del malestar (...) rechazando muchas de las cosas que están viendo".
Interrogado por los reporteros que aún traen el tema de la línea como prolongación del famoso dedazo como práctica tradicional en la designación de los líderes del PRI, García Ramírez reconoció que el presidente de la República ha tenido facultades "metaconstitucionales" más no ilegales dentro del sistema político nacional.
ųƑCon una línea invisible?
ųPues a veces invisible y a veces muy visible. A veces muy notoria y a veces no tanto, pero las líneas claras siempre las hemos reconocido, siempre hemos dicho que efectivamente tenemos un líder, que es el presidente de la República. Lo que sucede que ahora que estamos a cuatro meses de que el Presidente no sea priísta, tenemos que manejarnos de otra manera. Es bueno que así sea, es conveniente, pero además es inevitable.