MARTES 18 DE JULIO DE 2000
* Astillero *
* Julio Hernández López *
La agenda de Vicente Fox tuvo más puntos de interés el domingo, en el poblado guanajuatense de San Cristóbal, que el lunes en la ciudad de México.
El hijo desobediente
Para empezar, el virtual presidente electo de México supo combinar sin problema lo pagano con lo religioso. Reunido con unos 200 de sus coterráneos, desayunó platillos de nítido corte popular (en las mesas había chicharrón, tamales, nopales, carne de puerco, frijoles, atole) y disfrutó de cohetes y música de banda (El hijo desobediente fue la principal selección que hizo el hijo predilecto).
Hasta un discurso les echó, aunque breve porque las campanas de la iglesia apremiaban a los fieles a comenzar la misa. Miguel Angel Cornejo y Ronald Hubbard (fundador éste de la dianética) deben agradecer el toque salvador de los bronces pueblerinos, pues arrancaba ya con fuerza un voluntarioso discurso del virtual hijo predilecto (en realidad nació en la ciudad de México, pero a los pocos días ya estaba en San Cristóbal, famoso no por ser De las Casas, como en los rumbos de Fray Bartolomé, sino de las haciendas, o en singular, de la hacienda de los Fox. El Agualeguas blanquiazul).
Una revolución universal espiritual
La prédica del hermano Vicente llamaba no sólo a mover las conciencias de ese San Cristóbal de las Haciendas, o del Guanajuato antes gobernado, o del México en lista de espera, sino del universo entero: "Tenemos qué hacer una revolución espiritual universal", convocaba a los fieles degustantes de tamalada y chicharroniza. La palabra del nuevo profeta era dicha ya no sobre las mesas del banquete mundano, sino a un lado del templo católico de la Purísima Concepción. Una revolución espiritual, explicaba, que dé a todas las personas la oportunidad de ser felices, de vivir mejor, de tener menos dolores, menos penas...
Ahondó en la propuesta: "Y, en la medida de que cada uno de nosotros luchemos para que otros conciudadanos, para que otras familias, puedan tener acceso a lo mismo, a la felicidad, a menos dolor, menos tristeza y menos dificultades, estaremos encontrando nuestra propia realización y nuestra propia felicidad". Palabra del Señor (Fox Quezada).
Testigo de El Sermón de San Cristóbal de la Hacienda, el padre Patrick O'Connor reflexionaba y reconocía: "la revolución espiritual ya se hizo", según nota de Felipe de Jesús González y Xóchitl Alvarez, corresponsales de El Universal. El padre O'Connor es el director del Instituto Cumbres de León, Guanajuato, y miembro de la congregación de los Legionarios de Cristo. Había ido a San Cristóbal para oficiar junto con el sacerdote local, Roberto Licea, la misa en la que Vicente cantaría en común las tonadas religiosas y comulgaría.
Asuntillos menores
El lunes, en la ciudad de México, la revolución universal espiritual cedió paso al plano del arreglo doméstico. Simplemente se anunciaron los nombramientos que ya se habían hecho saber mediante el nirvana de la comunicación mediática que es la filtración.
Alfonso Durazo será secretario particular, y es de esperarse que uno de los primeros asuntos a los que abra la puerta sea el del reclamo de justicia que la nación entera tiene sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
El arrimo de una mesa con florero
Otros nombres ya sabidos ocupan espacios ya previstos. Si acaso, llama la atención el acomodo que se le dio al florero llamado Porfirio Muñoz Ledo. Un diseñador de interiores no dejaría de encontrarle significados misteriosos a la manera como se le hizo lugar al versátil político. Léase textual del comunicado de prensa de la oficina de Fox: "Rodolfo Elizondo y Santiago Creel. Coordinación del área política. Porfirio Muñoz Ledo. Mesa de Estudio sobre la Reforma del Estado". Es imposible ignorar que todos los nombramientos hechos se anunciaron con el rango de coordinaciones de área (salvo la secretaría particular, los asesores y el área de asuntos administrativos), mientras que Muñoz Ledo apareció arrimando su mesita a una coordinación.
(Fox silencia a su hija respecto a bodas)
Los demás nombres son los que ya eran conocidos: Luis Ernesto Derbez (tío del comediante Eugenio Derbez) y Eduardo Sojo, a los asuntos económicos; Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zinzer, a los internacionales; Marta Sahagún Jiménez (tres veces dijo Fox a su hija Ana Cristina en San Cristóbal, este domingo pasado, que no volviera a hacer "ninguna declaración" sobre los asuntos internos de la familia. Recuérdese que dicha hija había negado, el jueves, que hubiese casorio en puerta) y Francisco Ortiz Ortiz en Comunicación; Francisco Molina (senador chihahuense, antiguo jefe de la oficina de combate a las drogas con Antonio Lozano como procurador) y José Luis Reyes, en justicia y seguridad; Carlos Arce y César Nava en temas jurídicos; Carlos Flores y María del Carmen Díaz en lo social; Carlos Rojas y Lino Korrodi (el mero mero en asuntos de dinero: verso sin esfuerzo) en lo administrativo, y Ramón Muñoz y Pedro Cerisola (afectado desde ahora por las andanzas de homónimos parientes) como asesores.
Con estos nombramientos, Fox se muestra plenamente congruente con los trazos que ha ido dejando ver: alejamiento del PAN, visión empresarial, y creación de una nueva clase política de corte propio, personal, acaso caudillista. En términos generales, se está en presencia de nuevos rostros políticos, de nuevas expectativas, inclusive en los casos en los que algunos personajes hayan sido largamente conocidos en otros menesteres o hayan tenido una fuerte exposición pública en el curso de la campaña del guanajuatense.
Bucareli renace en el PRI
Cosa contraria ha sucedido con otra tanda de nombramientos, los que le han hecho anunciar a Dulce María Sauri en el PRI.
No puede verse tras la mayoría de esas designaciones otra mano que no sea la que desde Los Pinos sigue meciendo la cuna que más bien parece ataúd. Los principales nombramientos son una especie de recomposición en el exilio del paraíso (perdido) labastidista de Bucareli. Dos de los nuevos funcionarios partidistas fueron subsecretarios de Gobernación en el tramo que compartieron Labastida y Diódoro Carrasco: César Camacho Quiroz y Javier Lozano Alarcón. Ambos fueron, además, derrotados electoralmente: uno con gran escándalo, pues había sido gobernador interino antes de buscar la senaduría de mayoría por su misma entidad, y se le consideraba virtuoso punto de confluencia de corrientes priístas poderosas como la del tal Grupo Atlacomulco. A pesar de ese significativo revés, César Camacho logró quedarse con un escaño de minoría. No tuvo tal consuelo Lozano Alarcón, quien perdió en un distrito urbano de la ciudad de Puebla desde la que planeaba continuar la carrera política en la que Carlos Ruiz Sacristán ha sido motor fundamental.
García Ramírez, la negación del futuro
Pero es posible que el mayor desatino, la muestra más grande de los desarreglos hasta físicos que se viven en el damnificado PRI, lo dé el caso de quien ha sido enfilado a la secretaría general (por razones estaturarias se debe esperar la confirmación o rechazo del Consejo Político Nacional, que ha sido encomendado a otro que fue subsecretario labastidista y diodorista, Jesús Murillo Karam). Sergio García Ramírez compendia los ingredientes del PRI que ha perdido, el del burocratismo, el del acomodo permanente, el del uso oportunista de la crítica interna. No ayudará en nada a una mujer en apuros como es Dulce María. No servirá sino como cebo para la jauría que va tras la presidencia nacional priísta y que sólo espera el declive del presidente Zedillo para empezar la guerra.
Astillas: ƑY el asunto de Tabasco, los entretelones de la contienda entre ex priístas, los riesgos de que le cobren a Madrazo en el plano local sus audacias nacionales? Esperemos que hoy no haya más nombramientos o anuncios de bodas cuasi reales, para poder platicar mañana de lo que pasa en Tabasco...