LUNES 17 DE JULIO DE 2000
* Atribuyen la acción al grupo armado vasco ETA; una mujer resultó lesionada
Estalla coche-bomba en un cuartel de la Guardia Civil, en Soria
* Llama Ibarretxe a abandonar la lucha armada; EH "lamentó" la muerte del concejal Carpena
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 16 de julio * Un coche-bomba explotó la tarde del domingo a la puerta trasera del cuartel de la Guardia Civil en la provincia de Soria, con saldo de una mujer levemente herida, en una acción atribuida por la policía española a la organización armada vasca ETA, a la que también responsabilizó del asesinato, en Málaga la noche del sábado, del concejal del Partido Popular (PP en el gobierno), José María Martín Carpena.
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, atribuyó a ETA estas dos acciones ocurridas en las últimas 24 horas, y reconoció que, actualmente, el aparato de seguridad del Estado desconoce la "nueva infraestructura y el nuevo aparato logístico" del grupo.
El partido Euskal Herritarrok (EH, marca electoral de Herri Batasuna, considerado brazo político de ETA) "lamentó" en un comunicado la muerte de Martín Carpena, cuyo asesinato calificó como "consecuencia de un conflicto político en el que los Estados francés y español no permiten a la sociedad vasca expresarse en democracia".
Según las primeras indagaciones policiales, el coche-bomba que estalló en la parte posterior de un complejo habitado por 11 familias de militares, en la localidad soriana de Agreda, contenía 30 kilos de dinamita y fue robado el mes de pasado en Francia.
Por la tarde, el presidente del gobierno español José María Aznar acudió a la misa fúnebre de Martín Carpena, asesinado ayer de cuatro tiros a quemarropa a las puertas de su casa. Fuentes policiales dijeron que su nombre aparecía en una lista de posibles objetivos incautada en 1998, tras la desarticulación del Comando Andalucía de ETA.
Miles de personas acompañaron este domingo el cortejo fúnebre del asesinado concejal entre gritos de "asesinos, asesinos" y "vascos sí, ETA no". Aznar habló durante el funeral y aseguró que Martín Carpena fue "un hombre bueno y servicial, y su muerte ha llenado de indignación, pena y honda preocupación a los malagueños y a la sociedad española".
Cuando ETA rompió una tregua unilateral de 14 meses el pasado 3 de diciembre, anunció que desde ese día "se ordenaría a sus comandos la reanudación de actividades", como respuesta a los intentos de los gobiernos de España y Francia por bloquear el proceso de paz vasco. Aznar decretó "la máxima alerta" en todos los cuerpos de seguridad del Estado y ordenó intensificar la vigilancia de los posibles objetivos del grupo armado.
El 21 de enero siguiente, la tregua de ETA quedó formalmente rota con el asesinato del militar Pedro Antonio Blanco. Desde ese día, el grupo armado comenzó una ofensiva contra quienes denominó "los enemigos de Euskal Herria": el ejército español, la Guardia Civil, políticos no nacionalistas del PP y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), periodistas, empresarios vascos, españoles y franceses, y líderes sociales reunidos en el Foro de Ermua, movimiento social que surgió tras el asesinato, a manos de ETA, del concejal conservador Miguel Angel Blanco, en julio de 1997.
En lo que va del año, las acciones atribuidas a ETA parecen confirmar la teoría de que el grupo se ha propuesto intensificar sus acciones. Han estallado seis coches-bomba; uno en Soria, dos en Madrid, uno en Getxo, San Sebastián y Vitoria. Han sido muertos de tiros en la cabeza por presuntos etarras los concejales del PP, Martín Carpena y José María Pedroza, y el columnista y fundador del Foro de Ermua, José Luis López de Lacalle. El saldo mortal del total de acciones es de seis personas: un militar, un policía autónomico vasco, dos políticos del PP, uno del PSOE y un periodista. A esto se añaden varios atentados fallidos contra periodistas que han recibido paquetes-bomba.
El presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, leyó hoy una declaración institucional en la que exigió a ETA "que abandone la lucha armada, pues es absolutamente fundamental que respete la voluntad de la sociedad, que le exige el abandono definitivo de la lucha armada".
Sin pistas de los comandos
Mayor Oreja afirmó hoy que ETA "ha utilizado lo que mal se denomina tregua para reorganizar su estructura. Hoy hay una nueva logística, una nueva infraestructura, y las fuerzas de seguridad del Estado deben tener capacidad para detectarla".
Agregó que es "pura teoría y especulación" una posible restructuración del Comando Andalucía, desarticulado en 1998.
En su comunicado, EH se limitó a "lamentar", sin condenar, el asesinato de Martín Carpena. "Una vez más, las consecuencias violentas del conflicto político se muestran con su máxima crudeza. Vivimos momentos trágicos que exigen de todos nosotros, responsables políticos, sindicales y sociales de Euskal Herria, no caigamos en dinámicas estériles de condenas, que no aportan nada a la búsqueda de soluciones".
El vocero del gobierno español, Pío Cabanilla, señaló que "ya no es el momento de buscar racionalidades, sino de tener muy claro que sobre un charco de sangre no se puede dialogar".
El vocero del gobierno vasco, Josú Jon Imaz, también condenó el asesinato de Martín Carpena, al afirmar que "todo parece indicar que estamos ante un nuevo y execrable asesinato de ETA". Gorka Knorr, secretario general de Eusko Alkartasuna (EA, socio del PNV en el gobierno regional), exigió a ETA que "escuche el clamor popular y deje las armas de una vez por todas".
Desde las filas del PSOE, José Bono, presidente de la región de Castilla-La Mancha, afirmó que "probablemente hay que hablar menos y actuar más", y pidió al gobierno de Aznar "reaccionar con toda la contundencia de la ley y de la unidad". Javier Madrazo, líder regional de Izquierda Unida, señaló que ETA "no podrá cumplir su objetivo de la destrucción de Euskadi, porque la sociedad está decidida a defender la paz y los derechos humanos como pilares de una convivencia normalizada y democrática".