LUNES 17 DE JULIO DE 2000

* Desestima un cambio en la relación Estado-Iglesia


Pide Rivera al actual gobierno no herede a Fox el caso Posadas

* Tiene tiempo suficiente para resolver el asesinato, apunta

Carolina Gómez Mena * Tras desestimar que las relaciones Iglesia-Estado experimenten un cambio sustancial una vez que Vicente Fox asuma la Presidencia, y que tenga prevista una reunión con el guanajuatense, Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, manifestó que el esclarecimiento del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo no debe ser considerado como una responsabilidad de la próxima administración federal, pues al actual gobierno todavía le resta el tiempo suficiente para resolver el caso.

Entrevistado al término de la misa dominical celebrada en la Catedral Metropolitana, Rivera Carrera pidió a la presente administración ''hacer su trabajo'' a fin de evitar que se herede un caso que debería estar resuelto. Mencionó que la Iglesia católica confía en las labores realizadas por el Grupo Interinstitucional para el caso Posadas, estudios que ya concluyeron y que, según lo prometido por el procurador Jorge Madrazo, serían dados a conocer en breve.

En torno al trato que recibirá la Iglesia por parte del nuevo gobierno, el cardenal fue cauto y dio a entender que el hecho de que Vicente Fox haya manifestado públicamente su catolicismo y el que pertenezca a un partido de tradición conservadora, no necesariamente cambiará las ''reglas del juego'' entre el clero y el Estado.

''Afortunadamente, están establecidas las reglas del juego, la Constitución ha sido reformada, la Iglesia tiene una personalidad jurídica por lo que nosotros nos seguiremos relacionando igual que con el presente régimen'', indicó.

Asimismo, el máximo jerarca de la Iglesia católica en México puntualizó que pese a que aún no se ha acordado una entrevista con el virtual presidente electo, ésta pudiera ''surgir en cualquier momento'', y citó que hace poco coincidió con Vicente Fox en una comida con el grupo Por México, ocasión en que el guanajuatense le comentó acerca de la metodología elegida para seleccionar al gabinete.

En cuanto a los pendientes que se heredarán al próximo gobierno, Rivera mencionó que el candidato triunfador tendrá que abocarse a reducir el rezago educativo, procurar que haya una mejor repartición de la riqueza y mayor libertad, aunque no especificó si este último punto se refería a la libertad religiosa.

Sobre los problemas que enfrentan los partidos perdedores de la elección presidencial, el cardenal declinó hacer algún análisis y se disculpó afirmando que las diferencias internas de los institutos políticos sólo deben ser resueltas y abordadas por ellos.

Antes, durante la homilía, Rivera Carrera refirió que actualmente la situación y misión de los cristianos ha cambiado, por lo que la Iglesia dejó de estar recluida en la sacristía ''dedicándose a dar pasaportes para el más allá'', y subrayó que la labor de los cristianos en la historia va más lejos.

''Para un sector picado de liberalismo, la misión de la Iglesia debía ser puramente espiritual y trascendente, para otro picado de marxismo, la Iglesia sólo tenía sentido si se dedicaba al cambio social y político'', estableció.

El decálogo foxista

En tanto, Mario de Gasperín, obispo de Querétaro, también opinó que las relaciones Iglesia-Estado continuarán sin cambios, pues éstas están definidas en la Constitución y la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público. No obstante, el religioso expresó que existen algunos puntos que se requieren ''afinar'' y supuso que la propuesta de Fox (el decálogo) se encamina en este sentido.

Al respecto, descartó que los diez puntos foxistas intenten establecer un Estado religioso, sino que ųopinóų están orientados a promover una redefinición de la relación Estado-Iglesia. Esto, indicó, dará un nuevo rumbo y garantizará el derecho a la libertad de conciencia y culto de todos los mexicanos.

Aclaró que jamás ha sido intención de la Iglesia católica establecer un ''Estado confesional o católico'' que imponga educación religiosa en las escuelas, y precisó que el deseo del catolicismo es que se respete el derecho de cada padre de familia de elegir el tipo de educación que desea para sus hijos.

''Queremos que tengan la posibilidad de educar a sus niños conforme a sus creencias, a sus valores y principios, porque sólo los padres son los responsables de sus hijos. Ellos no son del Estado, por lo que éste no puede apropiárselos''.

Al preguntársele si las relaciones Iglesia-Estado podrán mejorar con un gobierno panista, el obispo respondió: "Creo que sí, mucho podemos mejorarlas'', y añadió que la labor la Iglesia católica, tanto en materia educativa como de fomento de la participación y la promoción de valores morales y espirituales, ha sido fundamental para la sociedad mexicana.

Entrevistado en el marco del arribo de la peregrinación de los feligreses de la diócesis queretana a la Basílica de Guadalupe, el prelado explicó que la religión católica y las demás ''confesiones serias'' deben ser vistas como un ''bien social'', y que en virtud de esto no sólo deben ser toleradas sino aceptadas y respetadas por lo ciudadanos y el Estado. Con base en ello admitió que espera que desde diciembre se experimente ''un cambio sustancial'' en la dinámica entre el gobierno y el clero.

Empero, se apresuró a especificar que el ''cambio'' no estará basado en la modificación de leyes o reglas, sino en un replanteamiento de espíritu que permita a la Iglesia católica y demás cultos servir mejor a la sociedad mexicana.

Sobre la visión de la Iglesia como ''bien social'' y la idea foxista plasmada en el decálogo que establece una posible exención de impuestos a quienes realicen labor social, el religioso celebró la propuesta y refirió que esto es justo, pues las Iglesias le ahorran mucho dinero al Estado. ''ƑCuánto le ahorra una parroquia con su labor a un presidente municipal?'', ejemplificó.

Al concluir, manifestó que la Iglesia católica está dispuesta a dialogar con el nuevo gobierno y negó rotundamente que ésta busque obtener algún privilegio. Dijo que lo único que desea es que en México haya plena libertad de conciencia, pues así la Iglesia puede servir mejor a la sociedad.

Por su parte, el obispo de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, puso en duda que Vicente Fox pueda mejorar la deteriorada situación económica de los millones de indígenas que se encuentran en extrema pobreza, y dijo estar muy preocupado porque todo parece indicar que el nuevo mandatario tomará la misma línea económica neoliberal asumida por el priísmo las últimas décadas. Afirmó que, de ser así, la pobreza seguirá siendo durante el próximo sexenio el campo de cultivo para los levantamientos armados.

Muchos piensan en la Iglesia del siglo pasado: Sergio Obeso

Guadalupe López Espinosa, corresponsal, Jalapa, Ver., 16 de julio * La Iglesia nunca ha exigido que en México haya un Estado confesional, ni que la católica sea la religión oficial en nuestro país, ''quien nos anda endilgando eso realmente está pensando en la Iglesia del siglo pasado'', señaló el arzobispo de esta capital, Sergio Obeso.

Asimismo, en conferencia de prensa, se manifestó porque se hagan ajustes en el plano económico con el nuevo gobierno federal que encabezará Vicente Fox, ''porque en lo macroeconómico andamos bien, pero la mayoría del pueblo no ve por dónde vayan bien las cosas''.

Se le preguntó al prelado si en algún momento la Iglesia católica solicitará al virtual presidente electo el cumplimiento de sus promesas, en el sentido de modificar la ley respecto a lo que interesa a esa institución, y respondió: ''Ese es un asunto que tiene que ir muy lento'', y apuntó que lo relacionado con la religión en las escuelas ''es un tema que requiere tantos matices, que no creo que vayamos a estar urgiendo que se cumpla, hay muchas cosas mucho más importantes''.

Indicó que cuando él ha hablado de ese tema, ''a la hora de la hora dicen que andamos peleando porque haya un Estado confesional, cuando nuestro Estado tiene que seguir siendo laico; es la conveniencia para todos, y que no se tenga religión oficial, mucho menos la católica; quien nos anda endilgando eso realmente está pensando en la Iglesia del siglo pasado''.

Obeso Rivera puntualizó que ''es una cuestión de principios que el padre de familia, además de las materias que son laicas, quiera que sus hijos reciban clases de islamismo, de protestantismo, catolicismo o de ateísmo, y tiene además derecho a ello, porque el contribuyente y el titular de la educación de los niños es él, no el Estado''. Acerca de lo expresado por Vicente Fox, de que en 15 minutos podría resolver el conflicto en Chiapas, mencionó: ''Esas fueron exageraciones de campaña; ahora va a estar no en el tendido sino en el ruedo y no tendrá los mismos exabruptos''.