DOMINGO 16 DE JULIO DE 2000
* Los juicios de apelación pueden durar décadas
Sentencia de muerte, la multa a tabacaleras, opinan en EU
* Dudas sobre cuánto de los 145 mil mdd llegará a los afectados
Agencias, Washington, 15 de julio * La multa récord de cerca de 145 mil millones de dólares, impuesta el viernes a los cinco principales fabricantes de cigarrillos estadunidenses por un jurado de Florida, es un nuevo y duro golpe a la imagen de una floresciente industria tabacalera que aún no ha dicho su última palabra.
Las compañías más grandes fabricantes de tabaco, Philip Morris, R. J. Reynolds, Brown y Williamson, Lirillard y Liggett, fueron halladas culpables por daños punitivos a los fumadores en un juicio que duró más de dos años.
Los principales diarios estadunidenses indicaron este sábado que la decisión del jurado de Florida firmó el certificado de defunción de las grandes compañías tabacaleras al condenarlas a pagar una multa de daños punitivos por 145 mil millones de dólares.
Pese a que los editores arrojan dudas acerca de cuánto de la multa llegará a manos de los fumadores mientras la industria contrataca en un proceso de apelación, el The New York Times señaló que "no hay duda de que este caso impone una seria amenaza a la supervivencia del negocio del cigarrillo".
El Washington Post señaló que si bien no es amigo de las grandes tabacaleras, la multa es "estrafalaria" y señaló que la sola idea de que se intente hundir a la industria entera es "alarmante".
"Seis jurados le están diciendo a una industria legal que pague una suma 10 veces mayor a su valor neto", indicó el periódico de la capital estadunidense.
"La multa es tan estrafalaria que las acciones de las tabacaleras apenas cayeron con la noticia: la gente no puede creer que las compañías pagarán. Los peores daños aquí pueden ser contra la reputación del sistema legal", advirtió el diario.
El presidente de la Facultad de Derecho de la Universidad Tecnológica de Texas, Frank Newton, estimó en una entrevista que si la industria del tabaco no llegaba a un acuerdo amistoso con los demandantes no correría con la misma suerte que "las compañías especializadas en amianto, que se declararon en bancarrota".
Según especialistas judiciales, los procesos de apelación podrían durar de dos a más décadas, y para Webb hasta 75 años. De esta forma, la situación de los fabricantes no se presenta como desesperada a corto plazo. Los títulos de las tabacaleras en la bolsa fueron afectados por el anuncio del veredicto.