VIERNES 14 DE JULIO DE 2000
* Propone diálogo con todos los universitarios del país, más que ajustes legales parciales
No resolverá un congreso los problemas de la UNAM: Valadés
* Rechaza Gago Huguet que la evaluación del Ceneval sea una actividad restrictiva y excluyente
Karina Avilés y Roberto Garduño * La posibilidad de que el congreso universitario en ciernes solucione los problemas académicos, administrativos y de movilidad al interior de la máxima casa de estudios fue rechazada por Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al enviar su ponencia para ser leída en el Encuentro de Especialistas en Educación Superior, el jurista adujo que caer en el autoengaño implicaría diferir el estallamiento de otra crisis.
"La solución de los problemas de la UNAM está más allá de un congreso interno y más allá de una ley orgánica, ni el congreso es tan bueno ni las leyes tan malas. No podemos adoptar miras cortas para problemas grandes. Además, tampoco creo que los delicados asuntos de la investigación y de la cultura se resuelvan con ajustes legales parciales".
Por su parte, el director general del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), Antonio Gago Huguet, recomendó "cautela" a la UNAM ante el "evidente riesgo de tomar decisiones coyunturales bajo todo tipo de presiones" en el proceso de reforma, y rechazó que la evaluación sea "una actividad restrictiva".
En contraste, varios académicos que participaron junto con Gago Huguet en el citado encuentro, señalaron que la evaluación representa una forma de control exterior, de selección y "exclusión"; incluso hubo quien comparó ese método con la "inquisición".
En un documento leído por Fabiola Fernández, el ex procurador general de la República, Diego Valadés, solicitó a los presentes en el encuentro "romper este peculiar soliloquio en el que hemos caído. Admitamos humildemente nuestra realidad. Nos arrogamos el papel de tutores académicos de la sociedad, pero la sociedad no nos ve así. Hemos decidido resolver los problemas de la nación, pero no podemos con los propios".
Además, parte de la crítica del jurista redundó en el hecho de que las autoridades de la máxima casa de estudios deben dialogar con todos los universitarios del país porque deben escuchar a la sociedad para saber qué espera de la máxima casa de estudios.
Descentralización, aspecto clave
Por su parte, el director de la Facultad de Derecho, Fernando Serrano Migallón, a través de un documento que elaboró para presentarlo en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CIICH), expuso que para redimensionar a la universidad se debe partir de dos acepciones fundamentales, pues comprende en su ideario y en su funcionamiento a la totalidad de la cultura mexicana, y la descentralización "es la clave fundamental de la presencia amplia de nuestra institución".
En relación con las implicaciones de reformar la Ley Orgánica de la Universidad, Daniel Cazés, director del CIICH, adujo que ésta (la ley) "deberá definir qué es la universidad como institución y definir la autonomía, pues yo creo que no está definida, habría que especificar bien que se entiende por autogobierno, por autonomía en la aplicación de programas y distribución interna del presupuesto (...) la Ley Orgánica tiene que definir la obligación gubernamental de financiar a la universidad, considerada como la educación superior, la investigación que se realiza, y debe financiarla definiendo un determinado porcentaje del producto interno bruto (PIB) como patrimonio de la universidad que no está sujeto a negociación".
Debate sobre la evaluación
Por la mañana, bajo el tema Universidad y Evaluación, diferentes especialistas expusieron sus posturas en el CIICH. El director general del Ceneval, Antonio Gago Huguet, expuso que lo "verdaderamente importante no es evaluar, sino lo que se hace después de evaluar. Pero mal van las cosas cuando se ve a este criterio como una amenaza; también marcha todo equivocadamente cuando se le ve como una panacea".
También recomendó cautela a la UNAM, pues "hoy está en evidente riesgo de tomar decisiones coyunturales, bajo todo tipo de presiones. Creo que es un punto coincidente para todos, en que emprender un proceso de reforma para la universidad puede entenderse como algo urgente, pero que ésta, a su vez, puede llevarnos a coyunturas de precipitación".
El director del Ceneval ųasociación civil que ha sido uno de los puntos más controvertidos en el conflicto universitario porque se le ha considerado como "violatoria" de la autonomía universitaria y como un "filtro" de selección de alumnos, debate que finalmente terminó en la suspensión de las relaciones con la máxima casa de estudios hasta su discusión en el congresoų expuso que "estamos tratando de construir una universidad, una educación superior, distinta a la del pasado y sobre todo, distinta a la del presente. Pero la diferencia no llegará al extremo de convertir a la universidad en algo ajeno a la cultura en que actúa o en algo contrario a la función de educar, que le es fundamental.
"Entonces, nos preocupan las universidades donde ciertas fracciones actúan violentamente; porque la agresión no es un signo de la cultura ųal menos no lo es de la que desea la mayoríaų. También nos oponemos a los universitarios intolerantes y dogmáticos porque de esta manera no se educa, al menos no se educa bien".
En un punto opuesto, la académica de la Facultad de Filosofía, Raquel Glazman, hizo una amplia exposición sobre la autonomía del conocimiento y evaluación. Expresó que tal y como se le concibe en México, la evaluación representa "una forma de control exterior, su ejecución está controlada por sujetos externos a las propias universidades".
Manifestó que además se convierte en un elemento fundamental de otros procesos universitarios "como la selección y exclusión de estudiantes, de instancias y proyectos de investigación y de centros de docencia universitaria; escuelas, facultades y posgrados".
En tanto, el director del CIICH, Daniel Cazés, dijo que es sabido que casi ninguna comisión evaluadora es académica, "sabemos que se negocia y que los que no pertenecen a ciertos bandos tienen el riesgo de no entrar".
Y ejemplificó: "Todos sabemos que el Sistema Nacional de Investigadores es la Asociación Nacional de Víctimas de la Evaluación" . Habló de los informes que los maestros deben presentar constantemente a las entidades de evaluación de tal manera que el tiempo para la actividad propia del académico se ve mermada. De hecho, comparó a la evaluación "con la inquisición".