VIERNES 14 DE JULIO DE 2000
Adicciones y política hacia los jóvenes
* Jaime Martínez Veloz *
Que nos sirva de ejemplo. El no haber postulado una política pública sectorial hacia los jóvenes impone las cifras drásticas: en cinco años aumentó 40 por ciento el consumo de drogas en el país.
Es ineludible construir esta política, pues de no haber una estrategia que sea referencia multisectorial e interinstitucional, los esfuerzos y los recursos destinados a la prevención del consumo, el debate al comercio de drogas y el tratamiento de la intoxicación y dependencia se verán, como hasta ahora, rebasados por la contundencia de un problema de salud y violencia que en algunas ciudades alcanza el rango de emergencia, como en Tijuana, donde la prevalencia de consumo de drogas ilícitas fue de 14.73 por ciento, mucho más del doble que el nivel nacional, que fue de 5.27, según datos de la Secretaría de Salud (Ssa).
Las estadísticas señalan que el grupo más afectado es el de los hombres entre 18 y 24 años de edad, pues constituyen 15.61 por ciento del total (cerca de 1.3 millones) de usuarios.
Siendo punto prioritario de la agenda bilateral de México y Estados Unidos, la Secretaría de Salud anunciará una nueva institución para la prevención y tratamiento de las adicciones, que sustituirá al Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic).
Es necesario construir, en la nueva solidez institucional del Congreso, una visión que una todos los esfuerzos nacionales y asuma eficazmente los retos, como es el de evitar las adicciones en lo institucionalmente posible, pues debemos reconocer que estos consumos son un problema de salud a nivel global.
No obstante, el consumo de los mexicanos es mucho menor que el de la población estadunidense, nuestra situación geográfica de tránsito en el narcotráfico de cocaína, fundamentalmente, y la prodigalidad de otros cultivos en nuestro territorio, crean un contacto cada vez más penetrante en los barrios, las escuelas, las calles, con miles de jóvenes y niños.
Los saldos extremos de este contacto, de esta relación que suscita el expendio al menudeo de drogas, está en los pacientes de los Centros de Integración Juvenil, que en 87 por ciento dijeron haberse iniciado en el consumo de estupefacientes entre los 10 y 18 años de edad.
Como otros temas que tienen que ver con la salud y la justicia, el de los jóvenes reclama un esfuerzo superior en los legisladores. Es necesario tener claridad en cómo incidir creativamente en la cultura para definir con más rigor hacia niños y jóvenes los riesgos de involucrarse en el consumo y el comercio de narcóticos. ƑDeberá ser tratado de inmediato en los libros de texto? ƑCómo dirigir un mensaje y sostener acciones a favor de una convivencia que reduzca en lo posible los riesgos en los más vulnerables de la vida moderna y globalizada, donde la adicción y las perversiones son una especie de aire que circula en todas las formas y experiencias del deseo, el arte y la vida festiva?
Estados Unidos gasta 230 veces más que nosotros en prevención y tratamiento, por eso se promoverá que en México sus organismos tengan un rango ministerial más alto e integrado que los beneficie con más recursos (México dispone de aproximadamente 26 millones de dólares para la reducción de la demanda, informa Gustavo Leal (La Jornada/22-06-00).
La acción del gobierno mexicano, de última hora, es una respuesta tardía a esta omisión (los integrantes del Conadic no se reunieron en cinco años), que ha situado a nuestro país entre los 18 con mayores niveles de consumo de drogas. En mariguana en el lugar 14 y cocaína en el 10.
Esta problemática deberá ser analizada en forma prioritaria por la próxima legislatura federal; en ello debemos estar comprometidos todos. *