VIERNES 14 DE JULIO DE 2000

* Arranca asamblea de líderes de la UNORCA


Prioridad al agro con Fox, meta de grupos campesinos

* Evalúan la posibilidad de constituirse en partido político

Angélica Enciso L. * Las organizaciones campesinas buscarán que el agro sea una prioridad para el próximo gobierno, aunque el panismo esté en contra de la propiedad social y sólo apoye a los empresarios, señaló Luis Meneses, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas y Autónomas (UNORCA).

La organización independiente, con alrededor de 150 mil afiliados en Sonora, Sinaloa, Nayarit, Michoacán y Guanajuato, comenzó ayer su asamblea de coordinadores nacionales, la cual habrá de formular un pronunciamiento sobre la situación del campo y las perspectivas del sector ante el próximo gobierno.

Meneses aprovechó el foro para aclarar que no saldrá del PRD y que UNORCA tampoco lo podrá hacer, ya que ni siquiera forma parte de ese instituto político. Precisó que esta agrupación ha comenzado a analizar la formación de un partido campesino, y se han reunido con organizaciones como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, pero todavía no existe ningún acuerdo al respecto.

Lo que sí es importante, dijo en entrevista, es que las organizaciones campesinas se reacomodarán frente al nuevo gobierno, con el cual habrán de establecer una relación transparente. "El cambio se dará desde los partidos y también en las agrupaciones. El modo de hacer política debe cambiar, y en lugar de que aquéllas desaparezcan, se fortalecerán", agregó.

Indicó que, al igual que los partidos políticos, las organizaciones deberán ser de interés público, ya que son portavoces de demandas sociales y de desarrollo del sector, pues se han involucrado en aspectos como el almacenamiento y la comercialización de los productos agropecuarios.

Abundó en que entre los temas centrales que habrán de asumir UNORCA y otras organizaciones está la defensa del ejido, a partir de lo cual se dará la lucha principal. También se buscará que el gasto destinado al agro, que ahora es de 5 por ciento del total programable por el gobierno, ascienda a 12 por ciento; se efectúe una reforma integral del medio rural; se apruebe la iniciativa de desarrollo rural que está en el Senado; que se abra un periodo de renegociación de los acuerdos comerciales en materia agrícola, y se reconozca a los pueblos indígenas.

Respecto del riesgo para el campo que tiene el hecho de que un presidente conservador dirija el país por los próximos seis años, destacó el rechazo panista a la propiedad social y la tendencia de atender a los campesinos a través de dádivas.

Frente a ello, destacó el hecho de que de 4 millones de agricultores, sólo 300 mil están incorporados al mercado, por lo que se tendría que pensar en la forma de integrar a los productores de autoconsumo a un mayor desarrollo económico y social.

Por su parte, Luis Hernández Navarro, en su intervención, consideró que el sector netamente perdedor ante el gobierno panista será el de los campesinos, ya que los empresarios medianos tendrán espacio. "El PAN es un partido antisocial, y su aspiración es que el campo sea de pequeños y medianos productores. Aunque su propuesta no es clara, es evidente la idea de modernizar al país prescindiendo de los campesinos o sus organizaciones".