VIERNES 14 DE JULIO DE 2000
* Carlos Montemayor habla de la crisis chiapaneca
Si Salazar Mendiguchía pierde los comicios la guerra se acelerará
* El papel de la tv mexicana, generador de fraude y corrupción, dice
Dpa, Gijón, España, 13 de julio * El escritor y periodista mexicano Carlos Montemayor, buen conocedor de la problemática indigenista en trabajos como Guerra en el paraíso, y presente en la Semana Negra de Gijón, aseguró a la Agencia Alemana de Prensa (Dpa) que las próximas elecciones en el estado de Chiapas "pueden detener el conflicto si la coalición de Pablo Salazar Mendiguchía consigue el triunfo, pero en caso contrario la guerra se acelerará".
ųƑCómo ve la situación de México luego de las últimas elecciones?
ųMuchos sentimos simultáneamente alegría por la derrota del PRI y tristeza porque el vencedor haya sido Vicente Fox. El cambio político, que ya comenzó con el gobierno de De la Madrid desde 1982, da ahora un nuevo paso con el cambio de partido, pero lo cierto es que el candidato más próximo a los tres anteriores presidentes era Fox, más incluso que los candidatos del PRI.
ųƑNo espera ninguna variación en la política mexicana?
ųPocas. Y ninguna en la política económica. Será una continuidad del neoliberalismo puro y duro. Sin embargo, la fachada de cambio político agrada a Estados Unidos, la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y otros poderes importantes, de manera que Fox tendrá ayudas con las que no contaría el PRI. Lo único que puede hacer fracasar a Fox es la excesiva belicosidad del PRI, que al fin y al cabo sigue controlando el Senado y cuenta con 20 de los 31 gobernadores estatales.
"Creo que Fox ha entendido bien la situación, y su discurso tras ganar las elecciones insistía en la concordia, en la necesidad de concordia: debe tener un ojo en la extrema derecha y otro en la crítica procedente de la izquierda. En el 2006, si vuelve a ganar las elecciones, será cuando se vea qué cambios reales ha supuesto este cambio de partido en el gobierno."
ųƑConfía en que el nuevo gobierno corte la corrupción?
ųEs difícil, puesto que la corrupción en la actualidad no reside tanto en la administración como en las empresas privadas. Los escándalos bancarios del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) o de la privatización de las carreteras serían buenos ejemplos. El gobierno lo que hizo fue utilizar el dinero público para tapar los agujeros que supusieron esos fraudes, y eso puede repetirse. Muchos vemos con terror las políticas aceleradas de privatización que puede emprender Fox y que pueden a la postre revertir en los bolsillos de los mexicanos.
ųƑY hacia dónde cree que puede evolucionar la situación de Chiapas?
ųDe momento no es fácil adivinar cómo reaccionará Fox. Todo dependerá de las próximas elecciones en el estado, que se celebrarán dentro de 38 días. Se podría detener el conflicto si la coalición de Pablo Salazar Mendiguchía consigue el triunfo, pero en caso contrario la guerra se acelerará.
"Los últimos pasos militares, con la cancelación del libre acceso a la zona conflictiva para los observadores y periodistas, no invitan precisamente al optimismo. Se vive una estrategia de guerra que avanza de manera brutal. Algo en lo que incide la actuación de los grupos paramilitares o el cerco militar en sí mismo."
ųƑLe parece que los medios de comunicación mexicanos juegan un papel importante en la situación?
ųCreo que tienen un papel muy activo. El pensamiento crítico está teniendo un periodo interno y productivo en México, especialmente en ciertos diarios y emisoras de radio. La televisión, en cambio, parece que aún no sabe qué está pasando en el país y es otro generador de fraude y corrupción.
ųEn comparación, Ƒcómo ve la situación en el resto de Iberoamérica?
ųTodas las situaciones tienen raíces en fenómenos pasados. En el caso de Colombia, hablamos de una guerra de décadas, de 50 años, que ningún presidente, con solo cuatro años de mandato, será capaz de frenar por sí solo. En el caso de otros países, no ha sido bien asumida la secuela que han dejado gobiernos militares, cuyos crímenes no han sido aún totalmente aclarados, juzgados y castigados. Los movimientos obreros, campesinos e indigenistas, sin embargo, me parece que tienen un gran futuro y que son un factor a considerar con optimismo.