MIERCOLES 12 DE JULIO DE 2000

* Critican pactos con fascistas y no con campesinos


Diputados del PRD culpan a su directiva del fracaso del 2 de julio

* Alvaro López exige la dimisión de la presidenta nacional

Alonso Urrutia * Diputados del PRD censuraron ayer duramente a su directiva nacional, a la que responsabilizan del "gran fracaso" electoral del 2 de julio, criticaron el pragmatismo asumido en una alianza con membretes "donde incluso nos aliamos con los cristeros, que son fascistas y la negación de la izquierda" y deploraron la actitud acrítica asumida por el Comité Ejecutivo Nacional frente al retroceso registrado.

En rueda de prensa ofrecida por siete legisladores ųque dijeron representar a 40 diputadosų hablaron de la necesidad de reconstruir al PRD, de ventilar públicamente en su Consejo Nacional la debacle electoral para acabar con las "nefastas cúpulas" que se han enquistado en la burocracia del partido y que no la han querido abandonar.

Durante la conferencia, el diputado Alvaro López ųlíder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolasų emplazó a la presidenta del partido, Amalia García Medina, a dimitir en los próximos días. En caso contrario, anunció que él renunciará y junto con él, aseguró, se irían seis organizaciones afines al perredismo que "fuimos desplazados" durante la campaña, en aras de una alianza pragmática.

Tras asegurar que el PRD privilegió vincularse con membretes que no representan a nadie, dijo que ese partido marginó a las organizaciones sociales y especialmente a las campesinas, con las que debió darse la verdadera alianza.

López afirmó que si antes del 26 de julio no renuncia García Medina, la UNTA "junto con la CIOAC, la UGOCP, la UNORCA, la CCC y la CODUC, iniciaríamos las gestiones para la conformación de un nuevo partido campesino, al margen del PRD".

Esa posición fue censurada posteriormente por los correligionarios de Alvaro López, quienes señalaron que no se trata de abandonar el PRD cuando no hay buenos resultados electorales. "El compañero gritó šviva el PRD! cuando ganó la diputación en 1997, no se vale ahora decir que muera el PRD porque nos fue mal", comentó Benito Mirón Lince.

Este último hizo un apretado recuento de daños: perderemos 60 por ciento de las prerrogativas; pasaremos de 125 diputados a 53; perdimos posiciones en el DF, donde sólo la postulación de un candidato de auténtica izquierda permitió mantener el gobierno. "De todos los partidos de la alianza ųsubrayóų fuimos el único que retrocedió".

El diputado Adolfo González Zamora responsabilizó a las denominadas corrientes del partido de haberlo llevado, en aras de sus propios intereses, a una derrota electoral mayúscula. "La izquierda en México no tiene por qué perderse por los errores de la burocracia partidista".

Planteó que la consolidación de una opción de izquierda que haga frente al avance de la derecha no se va a lograr abandonando el partido ųen alusión a la posición de López, quien para entonces había abandonado la conferencia de prensaų, sino buscando su refundación a partir del Consejo Nacional donde se discutan los errores cometidos y replantear a futuro la política de alianzas".

Adolfo González Zamora aseveró que en Europa un partido que pierde de manera semejante, su directiva renuncia de inmediato.

Sin embargo, a pregunta expresa sobre si los diputados planteaban la renuncia de García Medina ųindependientemente de Alvaro López, de quien todos se deslindaron de inmediatoų, González Zamora dijo que esa era una decisión que debería discutirse durante el Consejo Nacional, que es la instancia que debe impulsar la celebración de un Congreso Nacional a efectuarse, dijo, a más tardar en noviembre próximo.

Mirón Lince señaló por su parte que los diputados que externaban su inconformidad "no queremos una cacería de brujas... pero tampoco queremos brujas en el partido".

El diputado recordó que la cadena de errores se inició desde la elección de la actual directiva, cuando "muchos perredistas actuaron como si fueran parte de ese sistema fraudulento que siempre hemos combatido en el PRD".

Finalmente, acotó que lo único que salvó la elección al PRD fue el triunfo en el Distrito Federal, pero a partir de la postulación de un candidato ųAndrés Manuel López Obradorų que fijó su posición de izquierda claramente. Esto nos permitirá dejar ver a la sociedad en los próximos años la diferencia entre un gobierno de izquierda y uno de derecha.

* Llama la líder a analizar el traspié electoral


Pide Nueva Izquierda a Amalia García ser factor de unidad interna

Matilde Pérez U. * Para que haya una guerra en el PRD se necesitan dos, por eso la expresión política interna denominada Nueva Izquierda lo que hace es un llamado a la presidenta nacional, Amalia García Medina, para que actúe con serenidad y responsabilidad política para que sea el factor central de unidad y no de división.

En posterior conferencia de prensa, Amalia García Medina convocó a las corrientes políticas internas, particularmente a Nueva Izquierda, a analizar el papel que debe cumplir el PRD en este momento "crucial" que vive el país y asumir una determinación colectiva para empujar una nueva política económica y social.

Molestos por ser identificados por García como sus enemigos ųque, según ella, "buscan cortarle la cabeza"ų, los principales integrantes de la corriente Nueva Izquierda insistieron en que la discusión acerca de las responsabilidades por la caída electoral el 2 de julio debe efectuarse en el Consejo Nacional, en un ambiente en el que no debe coartarse la crítica y al mismo tiempo evitar un clima de linchamiento.

"Nuestra presidenta se equivoca al buscar e identificar enemigos en el interior del PRD. Pierde el tiempo quien se empeñe en andar a la caza de fantasmas o pretenda materializar sombras", acotaron en un comunicado Jesús Ortega Martínez, Jesús Zambrano Grijalva, Carlos Navarrete Ruiz, Eduardo Espinosa Pérez, Carlos Sotelo García y Lorena Villavicencio Ayala, principales integrantes de Nueva Izquierda e integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del PRD.

Aclararon: "Nosotros no invertimos nuestro tiempo y esfuerzo en conspiraciones, ni mucho menos en preocupaciones sobre el futuro político personal de los dirigentes del partido. Nuestra atención es precisar cuál es el papel del PRD y definir las nuevas responsabilidades en este momento histórico que vive México para, en función de ello, determinar qué tipo de liderazgos políticos requerimos".

El PRD, abundaron, debe renovarse y restructurarse profundamente para cumplir sus responsabilidades. Consideraron indispensable efectuar un balance autocrítico sobre el desempeño "que hemos tenido como dirección nacional y asumir, sin temor, la parte de responsabilidad que a cada quien corresponda".

Dos horas después, Amalia García invitó a los perredistas, particularmente a la expresión Nueva Izquierda, "a sentar las bases de un pacto al interior del PRD para darle solidez a las reformas que requiere el partido, que se materializarán en el Congreso Nacional", posiblemente en noviembre próximo o enero de 2001.

En un breve comunicado que leyó ante la prensa, García Medina dijo estar complacida por el compromiso adoptado por los "dirigentes de la corriente Nueva Izquierda respecto de evitar un clima de linchamiento entre los dirigentes del PRD". Los perredistas, dijo, "debemos realizar un examen crítico de fondo que revise nuestras carencias y errores, que valore nuestras cualidades y los activos de una fuerza política que debe jugar un papel de liderazgo en el siglo xxi".

Agregó que la determinación a tomar colectivamente es emprender una revisión, "que me propongo encabezar, sobre las causas estructurales y coyunturales que nos condujeron al resultado de la elección del 2 de julio. Convocaré a que esta reflexión se realice en un marco de respeto y concordia con la participación de todos los militantes y dirigentes del partido", puntualizó.

Informó que en esta semana se reunirá con los dirigentes estatales del PRD para acordar las condiciones de análisis sobre el proceso electoral y para, junto con la militancia, desplegar una iniciativa que convierta al PRD en una fuerza política de oposición con capacidad de impulsar la creación de un nuevo régimen democrático y definir una nueva política económica y social.

Por lo pronto, entre los trabajadores del PRD circula un cuestionario en el que se les pide evalúen la actuación del CEN y opinen sobre los retos de ese partido. A su vez, el consejero nacional del PRD, José Luis Hernández Jiménez, envió una carta a Amalia García, en la que le sugiere que renuncien todos los integrantes del CEN e incluso de los comités estatales para iniciar así un proceso de autocrítica más amplio. "A los actuales dirigentes nacionales y probablemente a la mayoría de los estatales se los comió la burocracia, las prebendas, los privilegios, los lujos, la ambición y el clientelismo".