MIERCOLES 12 DE JULIO DE 2000

* En ella formuló críticas a su compañera de partido


Carta de Madrazo a Sauri desató la nueva crisis del PRI

* La acusó de cancelar una reunión donde asistiría Labastida

José Gil Olmos y Enrique Méndez * Las diferencias entre los grupos que intentan controlar al PRI estallaron ayer desde temprano. Roberto Madrazo, al frente de los duros, criticó fuertemente a la dirigente Dulce María Sauri Riancho acusándola de cancelar una reunión prevista con Francisco Labastida, en la cual definirían los mecanismos para la gobernabilidad interna.

Ante esta nueva crisis, la política yucateca esquivó hablar de la nueva confrontación con el gobernador de Tabasco, dijo que no se siente presionada por nadie y afirmó que en el tricolor existen los cauces para canalizar adecuadamente ''cualquier tipo de ambición personal''.

El nuevo episodio del escollo en el PRI comenzó desde temprano, al suspenderse un desayuno ųprevisto a las nueve de la mañanaų al cual asistirían Sauri, Labastida, Madrazo, Manuel Bartlett y otro personaje que no fue identificado. Sería previo a la reunión que el presidente Ernesto Zedillo sostendría por la tarde con los gobernadores y la directiva priísta.

El gobernador tabasqueño, en una nueva carta dirigida a Sauri, la acusó directamente de suspender un desayuno que ya había sido pactado la víspera ųen la Quinta Grijalva, en Villahermosaų con el enviado del Comité Ejecutivo Nacional, Emilio Gamboa Patrón. En dicho documento, que circuló entre los reporteros al mediodía, Madrazo señaló que en el proceso de elección de la nueva directiva persisten las simulaciones.

Ante el malestar provocado por esta decisión, Labastida tuvo que acudir a una reunión urgente en las oficinas de Sauri Riancho, a la que también asistió Manuel Bartlett quien, momentos después, declaró que lo importante es que el Revolucionario Institucional ''no sea botín de nadie sino que se preserve la unidad e institucionalidad del partido''.

Por la noche, al cabo del encuentro de Zedillo con los 21 gobernadores priístas en Los Pinos ųal que Sauri llegó de última hora convocada por los propios mandatarios estatales, según fuentesų, la presidenta nacional priísta argumentó que hubo algunas ''circunstancias'' que impidieron el desayuno y que la cita fue sólo para ''platicar'' entre cinco invitados. ''Nuestro afán era hablar, no otra cosa, no era un desayuno definitorio, era un desayuno de pláticas, de acercamiento'', insistió.

Esgrimió que ''las ambiciones personales no son negativas'', pero reiteró: ''Lo que hay que tener es voluntad y los mecanismos para que éstas se supediten a la necesidad colectiva, en este caso, a los intereses superiores del partido''.

Desde el lunes, ya se había concertado el cónclave entre los gobernadores y dirigentes priístas, pero la noche de ese mismo día ųsegún Bartlettų se canceló porque ''algunos tenían otras cosas que hacer''. Sin embargo, en una carta Roberto Madrazo responsabilizó a Sauri Riancho de haber suspendido el encuentro de manera inesperada, a pesar de que se hablaría de los temas fundamentales del día: la restitución de la gobernabilidad interna y la unidad del PRI.

Antes del mediodía, cuando empezó a circular la misiva del gobernador de Tabasco, Sauri Riancho ofreció una entrevista en la que parecía tener conocimiento del reclamo de Madrazo, pues convocó a la unidad a todos los grupos que buscan la renovación de la directiva y sobre todo mantener respeto a las opiniones mayoritarias. Lo fundamental, atajó, es ''transitar en unidad'' y mantener la serenidad.

Y por la noche, en conferencia de prensa, dijo que el lenguaje utilizado por Roberto Madrazo Pintado en su carta debía ser entendido por los reporteros, porque lo importante para ella eran las ''propuestas de fondo''. Insistió en la unidad y afirmó que en la reunión con Zedillo, todos los gobernadores ųincluido Madrazoų habían coincidido en formar el ''mecanismo de gobernabilidad interna''.

Roberto Madrazo, en tanto, en la carta acusaba directamente a Sauri de la cancelación del encuentro con Labastida y un grupo de dirigentes, que se efectuaría ayer por la mañana.

''Ante tu súbita y extraña determinación de cancelar este encuentro, dada la urgencia de satisfacer las expectativas de nuestra militancia en toda la República, que espera de nosotros una actitud seria y profesional, hago de tu conocimiento la siguiente reflexión'', escribió Madrazo al referirse de inmediato al reclamo de democratizar al PRI.

Sin mencionar el dedazo, en tono de advertencia el tabasqueño dijo a la presidenta nacional priísta: ''Si se comete el error de arrojar al priísmo soluciones predigeridas sólo se logrará que la disfunción se traduzca en defunción. Sería muy costoso humillar a nuestra militancia con un nuevo dictado desde la cima''.

En la misiva, Madrazo insiste en que se acepte su propuesta de instalar una directiva provisional que discuta la agenda de la democratización integral y el método de elección de una nueva directiva nacional e instalar una ''comisión nacional de transición'' en la que estén representados gobernadores, líderes de los congresos locales y todas las corrientes internas.

''Es hora de abrir, no de cerrar. Es hora de escuchar, no de pontificar. Es hora de alentar, no de someter. Por ello debemos revisar y renovar con criterios de representatividad y no de docilidad para el control, la integración de los consejos políticos Nacional y Estatales'', dijo el político tabasqueño, que perdió el proceso de elección interno por la candidatura presidencial frente a Labastida, al que nuevamente se enfrenta pero ahora por la dirigencia del PRI.

Según Madrazo, la ''decadencia'' acecha al priísmo, sobre todo si se insiste en usar la palabra ''máscara'' como ''disfraz que engaña, y hacer de la simulación el lenguaje brutal de la indiferencia ante la voz, los anhelos y la demanda democrática de nuestra gente''.

No sólo acusó a Sauri de cancelar el encuentro con Labastida, sino que en su estilo peculiar, Madrazo también le envió un mensaje de advertencia: ''Equivocar nuestro desempeño nos llevaría al desperdicio de nuestra oportunidad y nuestro tiempo, y el espacio político del PRI perdería su eficacia como sitio de encuentro de la diversidad política de México. En la política, como en la vida, lo homogéneo mata, lo plural vivifica. Nuestra organización actual queda muy estrecha al corazón y al horizonte de esperanzas de nuestra gente. Es la hora de cambiar''.

En respuesta, Manuel Bartlett ofreció declaraciones después de entrevistarse con Sauri Riancho. Consideró que la carta de Madrazo no significa ningún rompimiento y tampoco una forma para precipitar los tiempos para la elección del nuevo dirigente del PRI.

El ex gobernador de Puebla dijo a los reporteros que tiene la certidumbre de que Sauri está realizando muy bien su trabajo para encontrar al nuevo liderazgo moral y político que sustituya a la figura del presidente de la República, que por mucho tiempo fue considerado como jefe del partido. ''Vamos a tranquilizarnos todos'', pidió, al tiempo de reconocer que el PRI pasa por momentos delicados y que lo fundamental es mantener la unidad para llevar a cabo un procedimiento democrático en la sucesión de la nueva directiva. En este sentido rechazó la sospecha de que el presidente Ernesto Zedillo pueda dar nueva línea para elegir al dirigente del Revolucionario Institucional.

Eso, destacó Manuel Bartlett, ya no lo aceptarán los priístas, ''no queremos línea de nadie, nadie tiene autoridad política para esta designación''.