MARTES 11 DE JULIO DE 2000
Por los caminos del sur
* Luis Hernández Navarro *
Almas gemelas de fin de régimen, Ernesto Zedillo y Vicente Fox comparten una misma obsesión: animadversión priísta contra el Presidente y su impacto en la macroeconomía. Una prueba de fuerza del PRI es capaz de abrir un enorme boquete en las finanzas.
Ambos saben que el Partido Revolucionario Institucional tiene capacidad para asediar y desestabilizar a cualquier gobierno y que a su interior existe el ánimo y la disposición para hacerlo. Con la autoridad del jefe del Ejecutivo gravemente resquebrajada todo es cuestión de tiempo y de oportunidad. El pasado miércoles 5 de julio, en el estado de México, los náufragos enseñaron los dientes al desatar la violencia en nueve municipios.
Pero mientras el doctor Zedillo pide apoyar al licenciado Fox y el próximo presidente habla elogiosamente de las ''hombradas'' del inquilino de Los Pinos, el PRI se prepara para la guerra por su sobrevivencia. La directiva histórica de ese instituto político sospecha que detrás de tantos halagos mutuos se oculta una traición y desestima el que el panista le garantice al jefe del Ejecutivo impunidad, persistencia de su proyecto económico y un lugar en la historia. Le angustia su futuro como fuerza política.
En lo inmediato, y más allá de sus querellas internas, dentro del tricolor se preparan para mostrar que la derrota presidencial no es el fin del partido. La prueba de fuego de que no habrá ''efecto dominó'' son las elecciones del 20 de agosto en Chiapas y del 15 de octubre en Tabasco.
Su existencia dependerá de los resultados que obtengan en estas entidades. Más allá de los pleitos palaciegos, el sureste es la retaguardia estratégica del voto priísta. Allí se está gestando el liderazgo nacional de recambio y se libra la madre de todas las batallas.
En los comicios del pasado 2 de julio el PRI resultó el gran triunfador de la entidad chiapaneca. Ganó 11 de los 12 distritos electorales en disputa y las dos senadurías de mayoría. Francisco Labastida Ochoa estuvo 15 puntos arriba de su más cercano competidor. Sin embargo, de mantenerse el próximo 20 de agosto las mismas tendencias de votación, el candidato oficial perdería.
Alianza por el Cambio y Alianza por México apoyan la candidatura de Pablo Salazar Mendiguchía, y juntos superaron en más de 70 mil votos al Revolucionario Institucional.
A pesar de la presencia de observadores internacionales en el estado de Chiapas hubieron múltiples irregularidades. Diversos informes dan cuenta de la amplitud con la que operaron la coacción y la compra de votos. La abstención fue mucho mayor que en el resto del país: 48 por ciento.
Nada garantiza que no habrá fraude el próximo 20 de agosto. El Partido Revolucionario Institucional volcará en ese estado toda la infraestructura y recursos de los que aún dispone, y buscará profundizar las graves contradicciones que existen entre el PRD y el PAN para tratar de romper la alianza, abierta o subrepticiamente. Roberto Albores Guillén ha mostrado que se pueden cometer cuantos ilícitos sean necesarios para ganar las elecciones y que no pasa nada. Ahora aspirante a la conducción nacional de su partido, el interino del interino es la imagen viva de la impunidad triunfante.
Para conquistar la presidencia nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado debe ganar primero las elecciones del 15 de octubre de su estado natal. Sin un triunfo en Tabasco, sus días en la política nacional están contados. Por eso propuso celebrar la Asamblea Nacional de su partido hasta el 18 de octubre y la elección de la directiva del PRI el 19 de noviembre. Necesitaba evitar que ambos procesos se encimaran. ƑQué mejor carta de presentación para conquistar el liderazgo del tricolor que un triunfo en su región?
No la tiene sencilla. El Partido de la Revolución Democrática, la principal fuerza de oposición en el estado, cuenta con una indiscutible presencia electoral.
Ha propuesto como candidato a un disidente del Revolucionario Institucional y en los pasados comicios obtuvo 10 mil votos más que en 1997. Y, como sucedió en 1994, Madrazo puede echar mano a todo tipo de armas para conservar esa entidad en su poder. Ya lo hizo entonces con un costo político relativamente bajo.
Al México rural del sur no han llegado los vientos de cambio del respeto al voto. La gran batalla del PRI por su sobrevivencia se libera en aquellas tierras, en elecciones en las que el Instituto Federal Electoral (IFE) no tiene injerencia, atravesada por una guerra sin solución.
De poco servirán los halagos que se dispensan el presidente que sale y el que entra para frenar la maniobra priísta. Para el tricolor es un asunto de vida o muerte. *